(Minghui.org) Tengo 68 años y empecé a practicar Falun Dafa en 1997. Recientemente he experimentado yeli de enfermedad y me gustaría contarles cómo con la ayuda del compasivo Shifu, salí adelante cada vez.
Un día, mientras trabajaba en el campo, de repente empecé a babear. Tenía la lengua rígida y no podía hablar. Pedí a Shifu que me ayudara a fortalecer mis pensamientos rectos y a eliminar el acoso de las viejas fuerzas. Diez minutos después ya estaba bien.
El segundo incidente ocurrió cuando estaba haciendo albóndigas. De repente, me mareé y caí al suelo. El lado derecho de mi cuerpo estaba inmóvil.
Mi esposo (también practicante) me ayudó a levantarme y gritó: "Shifu, ayúdenos, por favor". Luego recitó repetidamente: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
Le rogué a Shifu que me ayudara a fortalecer mis pensamientos rectos para disolver el acoso de las viejas fuerzas sobre mi cuerpo y también para eliminar todos los elementos malignos de mi campo dimensional. Después de enviar pensamientos rectos, pude practicar los cinco ejercicios. Tres días después, mi cuerpo volvió a la normalidad.
A partir de estas experiencias comprendí que, para los practicantes, los síntomas de enfermedad son ilusiones. Lo que me sucedió fue un recordatorio de Shifu para animarme a recorrer bien mi camino de cultivación. Mientras tenga fe total en Shifu y en Dafa y niegue completamente la ilusión del yeli de enfermedad, superaré las pruebas.
Una prueba de cultivación
Cuando mi hijo se enteró de lo ocurrido, insistió en que fuera al hospital para que me hicieran una revisión médica.
"No hace falta. Ya estoy bien", le dije.
"No digo que debas ir a recibir un tratamiento médico", me dijo: "es sólo para una revisión. Si el médico dice que todo es normal, no me preocuparé por ti".
Me sentí un poco insegura y comenté la situación con otro practicante, que me dijo: "Si te encuentras bien, no importa que vayas a hacerte una revisión médica para tranquilizar a tu hijo. Esto también es validar el Fa".
Diez días después, mi hijo me llevó al hospital para una revisión. Una paciente estaba tumbada en una cama de metal, inmóvil y respirando entrecortadamente. Sus hijos lloraban y gritaban: "Mamá, despierta. Por favor, despierta".
Me sentí muy triste por ellos, pensando en lo maravilloso que sería que más gente tuviera la oportunidad de aprender Falun Dafa. Yo tuve síntomas similares, pero me recuperé en tres días, gracias a las bendiciones de Dafa.
Cuando me tocó a mí, mi hijo explicó mi situación a un médico especialista, que dijo que podía haber sido un derrame cerebral (trombosis cerebral), y que necesitaba someterme a una resonancia magnética.
La prueba mostró que un vaso sanguíneo de mi cerebro estaba obstruido, pero el periodo peligroso ya había pasado. El médico me tomó la presión arterial y me dijo: "Tiene la presión muy alta. Debe ser hospitalizada para recibir tratamiento".
Mi hijo estuvo de acuerdo con el consejo del médico e insistió en que me quedara en el hospital para que me desobstruyeran el vaso sanguíneo. Me negué y mi hijo le dijo al médico que quería irme a casa.
"Es muy peligroso que se vaya a casa en estas condiciones", le dijo el médico a mi hijo. "Puedo consultar con un par de especialistas más si quieres y escuchar lo que dicen".
Otros dos médicos evaluaron mi estado y también llegaron a la conclusión de que debía permanecer en el hospital para recibir tratamiento.
Mi hijo también estaba de acuerdo con ellos. De repente me di cuenta de que todo aquello eran interferencias de las viejas fuerzas, y que mis síntomas no eran más que una ilusión impuesta por las viejas fuerzas.
Pedí a Shifu que reforzara mis pensamientos rectos y le dije en voz baja: "Shifu, he cometido un error al venir aquí. Niego completamente todo lo que me han impuesto las viejas fuerzas. Por favor, ayúdame a fortalecer mis pensamientos rectos para disolver los efectos de las viejas fuerzas, así como a todos esos secuaces oscuros y demonios podridos, y a limpiar todos los malos elementos de mi campo dimensional y los de mi hijo para que acepte llevarme a casa.
Le dije a mi hijo: "Vámonos a casa. Este no es mi sitio". Los médicos se sorprendieron, y mi hijo dijo que quería que me ingresaran en el hospital para recibir tratamiento.
Le dije: "Eres un hijo fiel. Escúchame y llévame a casa".
Al ver que no cambiaba de opinión, aceptó. De camino a casa, le expliqué: "Yo era muy conocida en el pueblo por mi mala salud antes de empezar a practicar Falun Dafa. Desde que practico Falun Dafa gozo de muy buena salud. Durante los últimos 20 años y pico, nunca he necesitado tomar medicación. Cuando tuve esos síntomas podría haber fallecido fácilmente si no hubiera sido por la protección de Shifu".
Tengo una salud perfecta y mi familia está muy contenta. Sienten verdaderamente el poder de Dafa. No hay palabras para expresar mi profunda gratitud a nuestro compasivo Shifu. Gracias, Shifu.