(Minghui.org) Cumpliré 93 años este año, y me gustaría compartir una experiencia personal que sucedió recientemente.
Un día salí en mi bicicleta eléctrica para cortarme el pelo. En la puerta de nuestro barrio, giré a la izquierda porque no había tráfico. De repente, un coche eléctrico se precipitó hacia mí desde la izquierda y me golpeó. Salí despedido por los aires, caí al suelo y me desmayé.
Recuperé el conocimiento unos minutos después y pensé en mi interior: "Tengo a Shifu para protegerme y estaré bien". Mientras intentaba levantarme, oí a la gente a mi alrededor decir: "Creí que estaba muerto".
Algunas personas culpaban al conductor por conducir demasiado rápido. Entonces vi a la conductora, una mujer, que estaba muy asustada y no sabía qué hacer. Se ofreció a llevarme al hospital, pero la rechacé y le dije: "No hace falta. Ya puedes irte. Soy practicante de Falun Dafa y estaré bien".
Sin embargo, la multitud no la dejó marchar. Alguien dijo: "El anciano está gravemente herido. No puede irse".
Seguí diciendo que yo estaba bien y que ella podía irse. También le pedí a la mujer que me trajera mi bicicleta. Resultó que estaba bien, así que me levanté y empujé lentamente la bici hasta casa. Al ver que estaba bien, la multitud se dispersó y la mujer se marchó.
Cuando llegué a la puerta de nuestro recinto, me dolía tanto la pierna izquierda que sólo podía dar pequeños pasos. Cuando entré en casa, toda la pierna izquierda estaba morada.
Vivía solo y no conté el accidente a mis hijos, pensando que intentarían que me viera un médico en el hospital.
Cuando vinieron a verme y vieron mi pierna lesionada, intentaron convencerme de que fuera al hospital para que me examinaran, pero no quise ir y les aseguré que me pondría bien. Les dije con confianza: "Soy practicante de Falun Dafa, y Shifu Li cuidará de mí".
Mis hijos seguían preocupados, e invitaron a un médico muy conocido a mi casa para que me examinara. El médico dijo que el músculo del muslo estaba lesionado. Mis hijos querían que fuera al hospital para hacerme una radiografía, pero me negué. También me trajeron varios medicamentos, pero no los tomé porque sabía que me pondría bien. Después de todo, tenía a Shifu ayudándome.
Sin embargo, el dolor era real e incluso me costaba levantarme de la cama. Así que hice los ejercicios en la cama todos los días. Tenía una fe total en Shifu y en Dafa, y creía que quedaría perfecto porque soy practicante de Dafa.
Mi estado mejoraba día a día. Dos meses después del accidente, mi pierna lesionada había vuelto completamente a la normalidad. Gracias Shifu, por salvarme la vida.
Ahora que lo pienso, podría haber muerto fácilmente en el acto. El coche iba muy rápido y me golpeó de frente. Mucha gente de mi edad podría caerse incluso andando por terreno llano, y algunos quedarían postrados en cama, por no decir que no podrían volver a caminar nunca. Pero yo sobreviví, y todavía puedo montar en mi bicicleta eléctrica para entregar folletos informativos sobre Dafa a otros practicantes. Gracias Shifu, por tu compasiva salvación.