(Minghui.org) La Sra. Zhang Ruixia recobró la salud después de empezar a practicar Falun Dafa hace 26 años. Sin embargo, ahora sufre síntomas de derrame cerebral y se ve incapacitada después de que la policía confiscara todos sus libros de Falun Dafa, en noviembre de 2023. Las autoridades se han negado a devolvérselos.
Falun Dafa es una práctica para la mejora de la mente y el cuerpo, que se basa en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Muchas personas han experimentado mejoras significativas en su salud a través de la práctica. La Sra. Zhang, una anciana que reside en el condado de Qingyuan, de la provincia de Liaoning, es un ejemplo de esto. Se quedó viuda a los 33 años, cuando su hija menor todavía no había llegado a la adolescencia. Mientras luchaba por criar a sus dos hijas, contrajo muchos problemas de salud. Todos sus síntomas desaparecieron después de que empezó a practicar Falun Dafa a finales de 1997.
Sin embargo, el Partido Comunista Chino lanzó una campaña nacional contra la disciplina espiritual en julio de 1999, por temor a la popularidad cada vez mayor, que adquiría la práctica. La Sra. Zhang se sintió obligada a decirle a la gente que Falun Dafa no se parecía en nada a lo que se describe en la propaganda de odio del régimen comunista. Esto la convirtió en objeto de persecución y vigilancia, por parte de las autoridades.
Su última experiencia se debió a un acto de lo más cotidiano. El 15 de noviembre de 2023, distribuyó tres calendarios que contenían información sobre Falun Dafa. Horas después, dos mujeres policías de la comisaría de Henan, así como un trabajador comunitario de apellido Zhao, se presentaron en su puerta. Le ordenaron que se personara en la comisaría. Sin embargo, se negó a obedecerles, porque no había violado ninguna ley.
Luego, las dos mujeres policías llamaron a unos cinco o seis agentes varones, quienes se la llevaron por la fuerza. Le ordenaron que firmara un formulario en el que afirmaba que “alteró el orden público”. Cuando exigió saber el motivo por el que se presentaron en su casa, la policía dijo que un trabajador comunitario la grabó distribuyendo los calendarios –antes mencionados– y luego la denunció.
Cuando la señora Zhang se negó a firmar el formulario, la policía se negó a insistirle. Luego se ofrecieron a llevarla a casa, pero se negó y tomó un taxi para ver a una de sus hijas. Después de permanecer allí por un tiempo, regresó a su casa, acompañada de su hija.
Aunque la Sra. Zhang no lo sabía, la policía la siguió hasta la casa de su hija, y también de regreso a su casa. Tan pronto como su hija estuvo lista para irse y salió, vio a unos seis o siete agentes, entre ellos el jefe He Dongyang y el subjefe Zhang Minghui de la Estación de Policía de Henan, sus subordinados Wu Donghan y Zhao Xincheng, así como algunos agentes de la División de Seguridad Nacional del condado de Qingyuan.
La policía le dijo que sólo entrarían dos a la casa a echar un vistazo. La hija de la Sra. Zhang les creyó y les abrió la puerta. Entonces, todos irrumpieron y tomaron al asalto, la casa de su madre.
La policía registró todo y por todas partes, incluida una pequeña cómoda. En cierto momento, la hija de la Sra. Zhang les gritó que se detuvieran, pero la ignoraron.
Como sabía que su madre había recobrado la salud practicando Falun Dafa, la hija de la Sra. Zhang le imploró a la policía que le dejara al menos un ejemplar de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. La policía se negó a escucharla y confiscó todos los libros de Falun Dafa de la Sra. Zhang, su computadora portátil y el reproductor de música que usaba para hacer los ejercicios de Falun Dafa.
Sin libros de Falun Dafa que leer y sin reproductor de música para hacer los ejercicios, la Sra. Zhang se sintió vacía y desolada. Días después acudió a la comisaría para pedir que le devolvieran los artículos confiscados. El Jefe se negó a devolvérselos.
La Sra. Zhang ha perdido el apetito y su hipertensión se ha disparado. Comenzó a tener problemas para usar la mano y el brazo derechos, e incluso le costaba ponerse de pie. Ha tenido que ser hospitalizada. Los médicos dijeron que había sufrido un derrame cerebral. Y que su condición no mejora a pesar de los tratamientos. Desde que le dieron el alta del hospital, sus hijas han tenido que ausentarse del trabajo para cuidarla las 24 horas del día.