(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa, el día 16 del primer mes lunar de 1997. Antes de practicar, tenía anemia, trombocitopenia, gastritis, enfermedades ginecológicas, debilidad general y otras enfermedades. Estaba deprimida por todos los aspectos de mi vida. Teníamos que darles dinero a mis padres y a la familia de mi esposo para los gastos de manutención. Mi salario era bajo y mi esposo estaba enfermo a menudo. Estaba bajo una gran presión mental y no podía comer ni dormir bien. Sentía que no tenía futuro. Después de practicar Falun Dafa, me di cuenta de que esto era causado por el yeli que había creado en una vida anterior. Solo practicando, mejorando mi xinxing y elevando mi campo podía eliminar el yeli.
Después de estudiar el Fa y hacer los ejercicios, muchos de los síntomas de mi enfermedad desaparecieron. Mi insomnio desapareció, subí de peso y tenía energía inagotable todo el día. Realmente me sentía como si hubiera renacido. Sabía cómo ser una buena persona. Me volví considerada al hacer las cosas y me sentía feliz sin importar cuánto sufriera. En el trabajo, silenciosamente hacía el trabajo que otros no estaban dispuestos a hacer, siempre y cuando lo viera. Ayudaba activamente a mis familiares cuando estaban en problemas o necesitaban algo.
Aclarar la verdad y salvar a los seres conscientes es la misión de los practicantes de Dafa. Deseo que todos los seres conscientes puedan ser salvados por el Creador. Mi hijo y yo una vez fuimos a un lugar a más de 10 millas (16 km) de distancia para distribuir materiales de aclaración de la verdad. Teníamos que subir y bajar del autobús con frecuencia, por lo que no nos quedaba suficiente dinero para tomar un autobús a casa esa noche, y de todos modos no había autobús. ¿Qué deberíamos hacer? Le dije a mi hijo: “Entonces caminemos a casa”.
Empezamos a caminar a casa. Mi hijo dijo: “Es muy tarde y está a más de 10 millas (16 km) de distancia. ¿Cuánto tiempo nos tomará caminar hasta casa?”. Después de un rato, dos jóvenes en motocicletas se acercaron por detrás de nosotros y querían robarnos. Me hizo gracia; caminábamos porque no teníamos dinero. Los ignoramos y continuamos caminando. Los escuché decir: “¿Qué pasa? Ellos caminan y nosotros vamos en moto, pero no podemos seguirles el ritmo”. Después de un rato se fueron. Supe que Shifu nos estaba protegiendo.
Después de un rato se acercó un auto y el conductor preguntó: “¿Quieren subir al auto?”. Le pregunté cuánto costaba. Dijo 100 yuanes [US $13,80]. Le dije: “No tenemos tanto dinero”. Caminamos tres millas más y el conductor nos alcanzó y dijo: “Les cobro 60 yuanes para levarlos”. Le dije: “No tenemos tanto dinero”. Y el conductor se fue.
Después de caminar otra milla y media (dos km y cuarto), apareció un autobús. El conductor dijo: “Suban al autobús, rápido”. Le dije: “No tenemos suficiente dinero”. Él dijo: “Está bien, solo súbete al autobús. Si no tienes dinero, te llevaré a casa de todos modos”. Escuché al conductor decir durante el camino que su autobús iba a regresar a la estación de autobuses. Se había programado que fuera el primer autobús de regreso al día siguiente, pero el horario había cambiado, así que se encontró con nosotros. Me conmoví hasta las lágrimas y pensé: este es el autobús que el compasivo Shifu envió para recogernos.
Pensé que este joven también era una persona predestinada. Le hablé de Dafa. Se puso muy feliz después de escucharme. Siento que practicar Dafa para salvar a la gente es realmente maravilloso.
Gracias Shifu por su cuidado compasivo. Debemos cultivarnos diligentemente y hacer bien las tres cosas.