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Inmerso en el Dafa más preciado

Dic. 24, 2024 |   Por Shen Rong, corresponsal de Minghui en Taiwán

(Minghui.org) ¿Qué puede lograr realmente una persona en el viaje de la vida? Muchos reflexionan sobre esta pregunta. En cuanto al Sr. Qiu Tianxi, quien comenzó a practicar Falun Dafa en 1996 a la edad de 40 años, recuerda una vida llena de gratitud.

El Sr. Qiu dijo: «A mi edad, mucha gente se lamenta de haber trabajado duro toda su vida para conseguir fama y fortuna, y acabar sin nada cuando mueren. Aunque no soy rico, tengo lo que mucha gente sólo puede soñar».

Él nació en una familia de agricultores del municipio de Xinshe, Taichung. Es el menor de la familia. Tiene dos hermanas y cinco hermanos. Sus padres y hermanos estaban a menudo ocupados con el trabajo agrícola, y el joven Tianxi nunca les dio motivos de preocupación. Siempre se levantaba temprano para ir a la escuela y hacía los deberes solo.

La madre falleció cuando él cursaba el segundo año de secundaria. En esa época se trasladó a vivir con su hermano mayor. Más de diez años después, se graduó en la Universidad Normal de Changhua (antiguo Instituto de Educación de Changhua) y trabajó como jefe del Departamento de Enseñanza y Aprendizaje de la Escuela Secundaria Agrícola e Industrial Taichung Wufeng.       

Descubriendo Falun Dafa

El Departamento de Enseñanza y Aprendizaje era considerado el más grande de la escuela. También tenía fama de ser el más ocupado y el menos importante de los departamentos. Programar el trabajo para satisfacer las necesidades e intereses de cada profesor era una pesadilla para el Sr. Qiu.

El Sr. Qiu explicó: «Al principio, no había ordenadores para programar las clases y todo se hacía manualmente. Los profesores venían a quejarse cuando no estaban contentos con sus horarios. Además, también tenía que hacer horarios para los profesores sustitutos y planes para muchas actividades docentes. Era tan estresante que desarrollé una úlcera péptica y perdí mucho peso».

Para aliviar su estrés, practicó qigong durante muchos años. Dijo: «Me gustaba leer novelas de artes marciales. Pensé que practicar qigong no sólo me mantendría sano, sino que también colmaría mi deseo por el mundo de las artes marciales».

A finales de 1996, recibió una llamada del Sr. Jian, un entusiasta del qigong. Esta persona le dijo con entusiasmo que muchas personas en China practicaban ahora Falun Dafa y que podrían hacerlo juntos en el futuro. El Sr. Jian también le dio una copia de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Un fuerte deseo de cultivarse le impulsó a leer el libro inmediatamente.

Más tarde, el Sr. Jian le preguntó si le gustaría asistir a una conferencia de intercambio de experiencias de cultivación que se celebraría en Beijing en febrero de 1997. El Sr. Qiu aceptó inmediatamente la invitación, con la esperanza de conocer al Sr. Li Hongzhi, fundador de Falun Dafa. En aquel momento ni siquiera había comenzado a practicar los ejercicios.

Comprendiendo el verdadero significado de la cultivación

En su viaje de 10 días a Beijing, no conoció a Shifu. Comprendió mejor el significado de la cultivación.

Admitió: «En realidad estaba empezando a conocer Falun Dafa en ese momento. Pensaba que sólo era una práctica. Después de la conferencia, me di cuenta de que era completamente diferente de lo que pensaba».

El Sr. Qiu participa en los ejercicios matinales en el Parque Ditan de Beijing.

El Sr. Qiu descubrió que todos los practicantes de Dafa practicaban la cultivación con seriedad y respeto. Se sentaban erguidos cuando estudiaban el Fa y hacían los ejercicios. Compartieron abiertamente sus experiencias de cómo siguieron los principios de Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia al tratar con conflictos o humillaciones en el trabajo o en casa. También hablaron de cómo eliminar los apegos y las nociones humanas.

Él recuerda: «La sala de conferencias estaba abarrotada de practicantes. Un practicante de Beijing fue empujado a un rincón de la sala por la multitud. No le importó lo más mínimo y siguió sonriendo. No se quejó y se mantuvo alegre. Esto parecía ser una cosa sin importancia, pero me enseñó que todo en la vida consiste en cultivarse a uno mismo».

Cuando mejoró su actitud, se produjeron grandes cambios

Después de asistir a la conferencia, siempre se ponía en el lugar de los demás a la hora de programar las clases. Su estado de ánimo a la hora de afrontar el ajetreado trabajo cambió. Dijo: «A menudo recibía llamadas de profesores que, justo después de unas largas vacaciones, me pedían un permiso temporal. Esa llamada me traía problemas porque tenía que buscar profesores sustitutos, que a menudo rechazaban mi petición con la excusa de 'no tener tiempo disponible'».

El Sr. Qiu continuó: «Ahora que me he desprendido de este apego, acepto estas llamadas con facilidad. Les aseguro a los profesores que encontraré un sustituto para cubrir la clase. Ahora, cuando programo las clases, tengo en cuenta sus necesidades y hago todo lo posible por ayudarles».

El cambio en su actitud hacia el trabajo no sólo mejoró el ambiente laboral, sino que, inesperadamente, también le ayudó a recuperar la salud. Compartió: «A causa de una úlcera péptica, no tomaba café ni té fuerte. Tampoco comía piñas. Una vez, por accidente, bebí café y comí piña, y no tuve ningún problema. Sólo entonces me di cuenta de que la enfermedad que había padecido durante años había desaparecido».

Encuentro con Shifu en la conferencia del Fa de Taiwán

El 16 de noviembre de 1997, Shifu dio una conferencia del Fa en Taipéi. Como mucha gente no pudo asistir a la conferencia, Shifu acordó dar otra en Taichung. Por falta de tiempo, fue muy difícil encontrar un lugar para la conferencia. Afortunadamente, el Sr. Qui consiguió la aprobación de su director y su escuela se convirtió en el lugar de la conferencia.

El Sr. Qiu declaró: «No tuve la oportunidad de ver a Shifu en Beijing, pero esta vez por fin he cumplido mi deseo. Shifu llegó puntual al auditorio. Es alto y amable. Sonreía a la gente y asentía con la cabeza cuando respondía a las preguntas que le hacían. Era tan amable y educado, completamente diferente de otros maestros de qigong que solían ser arrogantes».

La conferencia en Taichung duró seis horas, y Shifu sólo hizo una pausa en toda la conferencia. Mucha gente le rodeó después de la conferencia. Algunos le hacían preguntas y otros querían estrecharle la mano. El Sr. Qiu estaba asombrado. «Shifu había dado conferencias durante muchas horas», recordó. «Debería haber descansado. Pero respondió pacientemente a las preguntas y estrechó la mano alegremente».

Shifu cenó con los practicantes cuando terminó la conferencia. Sólo durante la cena, el Sr. Qiu se dio cuenta de las buenas intenciones de Shifu al enseñar el Fa. Recordó: «Después de la cena, Shifu tomó la iniciativa de dar la mano a todos los presentes. Incluso después de todos estos años todavía recuerdo lo suaves que eran las manos de Shifu».

Muchas personas sabían que esta oportunidad era una experiencia única en la vida. Pidieron a sus familiares y amigos que asistieran a la conferencia. Después de la conferencia, muchos de ellos se convirtieron en practicantes, entre ellos la mujer de Qiu y su hermano mayor.

El Sr. Qiu y su esposa en el Fahui de Taiwán 2024.

El Sr. Qiu concluyó modestamente: «Falun Dafa es recto y puede cambiar la vida de la gente. Yo mismo no he experimentado ningún milagro de Dafa en los últimos 28 años de cultivación. Sin embargo, muchas personas han experimentado milagros y sus vidas han cambiado para siempre. Algunas personas dan fe de que su salud ha mejorado después de empezar a practicar Falun Gong. Las parejas afirman que al mejorar sus relaciones, sus familias se volvieron más armoniosas».

El Sr. Qiu expresó su sincera gratitud a Shifu: «Estoy muy agradecido a Shifu por proporcionarme este camino de cultivación, por ayudarme a convertirme en una mejor persona y por guiarme en la comprensión del verdadero significado de la vida. Ayudaré a que más gente conozca este Dafa extremadamente preciado!».