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Tokio, Japón: Testigos dan testimonio de la brutalidad del régimen chino en el Día de los Derechos Humanos

Dic. 19, 2024 |   Por un practicante de Falun Dafa en Japón

(Minghui.org) Desde el arresto ilegal a la detención, desde la tortura a la sustracción forzada de órganos, los oradores del foro llevado a cabo en el Centro Cívico de Bunkyo, organizado por la Asociación de Falun Dafa, afirmaron que los atroces crímenes del PCCh les perjudicaron a ellos y a sus seres queridos. Esperan que más personas se den cuenta de estos hechos y se unan a sus esfuerzos para denunciar y poner fin a las atrocidades.

La Asociación Japonesa de Falun Dafa organizó un foro con motivo del Día de los Derechos Humanos 2024.

Sometido a palizas, descargas eléctricas y drogas forzadas

Zhou Bin fue golpeado al menos 100 veces durante los 12 años que estuvo detenido.

Zhou Bin decía que Falun Dafa le había traído buena salud. Como se negó a renunciar a Falun Dafa, fue detenido y duramente golpeado. «Me rompieron una costilla de la parte baja de la espalda, me fisuraron dos costillas del pecho, me rompieron el testículo izquierdo, me desgarraron el tendón del pulgar derecho y me golpearon los oídos, lo que hizo que me saliera pus durante casi seis meses», recordó.

Además, a Zhou le tomaron muestras de sangre a la fuerza. Cuando lo detuvieron, los guardias lo empujaron al suelo y le fracturaron la clavícula izquierda. «Durante los doce años de detención, me golpearon al menos cien veces por practicar Falun Dafa y por no renunciar a mi fe», declaró.

Sun Jun afirmó que le asfixiaron y a su esposa la drogaron a la fuerza mientras estuvieron detenidos.

Cuando la esposa de Sun Jun inició una huelga de hambre para protestar por su detención ilegal, los guardias de la prisión le arrancaron todos los dientes. «También la obligaron a ingerir veneno. Esto provocó confusión en su pensamiento. Es decir, no podía pensar con normalidad. Otra consecuencia fue la pérdida de memoria. Todos sus recuerdos desaparecieron», explica.

Sun también fue encarcelado por practicar Falun Dafa. «Los guardias me cubrieron la cabeza con una bolsa de plástico y no podía respirar. También me golpearon la cabeza y la cara con las suelas de sus botas», recordó. «Me mantuvieron en régimen de aislamiento. Las palizas y otros tipos de tortura eran la norma».

Zhang Shuli dijo que los guardias la golpeaban a menudo con grandes palos de bambú y picanas de policía, y que le rompieron varios palos de bambú. Cuando los guardias se cansaban, le aplicaban descargas eléctricas en la cabeza. «Como resultado, mis piernas estaban negras y moradas por ambos lados, duras como piedras», dijo. «Mi orina era rosa debido a la sangre».

El Sr. Gong dijo que su madre estuvo detenida durante 12 años y fue arrestada de nuevo en septiembre de 2024.

Debido a que practicaba Falun Dafa, la madre del Sr. Gong se convirtió en uno de los principales objetivos de la policía local. Fue detenida en repetidas ocasiones, 12 años en total. «Debido a esta persecución, se vio obligada a alejarse de casa y mi familia quedó destrozada», dijo el Sr. Gong. «Este es sólo un ejemplo. Hay innumerables tragedias como esta en toda China a causa de la persecución del PCCh».

Durante su detención, su madre recibió descargas eléctricas, fue colgada y golpeada. «También la enviaron a un hospital psiquiátrico y le inyectaron a la fuerza drogas desconocidas», continuó Sun. «Como resultado, todo su cuerpo se debilitó y era incapaz de levantar la cabeza». Desgraciadamente, en septiembre de 2024 fue detenida de nuevo y actualmente se encuentra detenida.

La repetida represión traumatizó a los niños. Zhang Yiwen dijo que su madre fue arrestada y encarcelada numerosas veces en los últimos 25 años porque practicaba Falun Dafa. «Desde que tenía 9 años, el tiempo que mi madre pasó conmigo fue de menos de 5 años», explicó.

Liu Yue también declaró que su hermana menor fue detenida. Además de obligarles a realizar trabajo forzado en prisión, también mataban a los practicantes por sus órganos. «La represión no sólo ha traído interminables desastres al pueblo chino, sino que también ha perjudicado al mundo», afirmó Liu.

Kentaro Inagaki, presidente de la Asociación Japonesa de Falun Dafa

Kentaro Inagaki es el presidente de la Asociación Japonesa de Falun Dafa. Espera que más gente conozca las violaciones de los derechos humanos cometidas por el PCCh contra los practicantes en China. «Cada uno de nosotros debería pensar: ¿qué podemos hacer para detener esto y evitar que vuelva a ocurrir en el futuro? También espero que podamos contar a la gente de nuestro entorno lo que está ocurriendo y denunciar estas atrocidades».

Testimonio de un médico y un sobreviviente de la sustracción de órganos

Cheng Peiming, superviviente de la sustracción de órganos que vive actualmente en Estados Unidos, se unió al foro a través de una videollamada y describió su experiencia. Mientras estaba detenido en la Prisión de Daqing, en la provincia de Heilongjiang, fue enviado al Cuarto Hospital de Daqing, donde le extirparon parte del hígado. Eso ocurrió el 16 de noviembre de 2004. Tras huir a Estados Unidos, se sometió a numerosos exámenes físicos que confirmaron que le habían extirpado parte del hígado y del pulmón.

Un médico que participó en el examen también se unió a la videollamada. Mediante radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas, los médicos descubrieron que el pulmón izquierdo de Cheng estaba elevado y que le habían extirpado la mitad del lóbulo inferior izquierdo para extraerle el hígado. «Una característica del hígado es que puede regenerarse. Cuando se extirpa una parte, la restante crece para reponer la sección que falta», explicó el médico. «Podemos ver que los dos lóbulos del hígado se habían regenerado. Dos lóbulos del hígado crecieron hacia la izquierda y el lóbulo derecho creció hacia abajo».

Asistentes: Un crimen que no podemos ignorar

El exparlamentario Hirosato Nakatsugawa

Hirosato Nakatsugawa, exparlamentario, afirmó que el PCCh es conocido por las violaciones de los derechos humanos del pueblo chino. «Pero esto también afecta a otros países y a cada uno de nosotros», explicó. «Entre las víctimas de violaciones de los derechos humanos también hay niños y personas con discapacidad. En otras palabras, como seres humanos, estos son nuestros derechos básicos.

«No podemos ignorar en absoluto estos delitos», afirmó Nakatsugawa, y añadió que debemos impedir que continúen.

La Sra. Sawaoka, que trabaja para una multinacional japonesa, lloraba al escuchar estas tragedias. «Aunque he leído y oído hablar de la persecución que sufrieron los practicantes de Falun Dafa, es la primera vez que escucho el testimonio de testigos. Estas vívidas descripciones son estremecedoras: estos crímenes son realmente inhumanos», comentó. Afirmó que haría todo lo posible para ayudar a poner fin a esta situación.