(Minghui.org) En los últimos años, siempre que tuve un conflicto con otro practicante y tuve que superar la tribulación debida a ese conflicto, me sentí infeliz. Los recuerdos de la época en la que acababa de obtener el Fa antes de 1999 resurgían en mi mente.
Durante ese tiempo, los practicantes de Dafa estudiaron el Fa e hicieron los ejercicios juntos; la atmósfera era pura y armoniosa. No había barreras entre los practicantes ya que éramos considerados unos con otros. No recuerdo haber tenido ningún conflicto. Todos pudieron cultivarse y siempre fue una experiencia feliz cuando estábamos juntos. Realmente extraño ese período de tiempo inusualmente maravilloso. ¡Era tan maravilloso! También comparto frecuentemente mis sentimientos de ese período de tiempo con otros practicantes, pero no pensé si mis pensamientos eran correctos.
Me encontré con lo que dijo Shifu cuando estudié el Fa recientemente.
Shifu dijo:
“Muchas personas entraron a nuestro sitio de xiulian albergando corazones de perseguir. Algunos persiguen gongneng, otros quieren escuchar algunas teorías y principios, hay quienes quieren curar sus enfermedades, también hay quienes piensan en obtener un Falun, hay toda clase de estados mentales” (Segunda Lección, Zhuan Falun).
Al cultivarme hasta este punto, pensaba en los motivos que tenía cuando comencé la práctica por primera vez. ¿Me he corregido basándome en el Fa? Al mirar hacia dentro sentí que ya había corregido esos pensamientos.
Sin embargo, un día me encontré nuevamente con esta enseñanza e inmediatamente comprendí de que tenía este apego fundamental. Estaba tan bien escondido que era difícil detectarlo o descubrirlo: el apego a la comodidad en el mundo humano.
Extrañaba ese período de tiempo en el que no había conflictos entre los practicantes porque quiero estar cómodo. Cuando ocurren conflictos que me hacen sentir fatal, pienso en lo bueno que fue ese período de tiempo en el que no hubo conflictos. ¡Este es mi apego fundamental!
Habiendo identificado este apego, inmediatamente lo eliminé y lo abandoné. Ese no era yo. Después de liberarme de ese apego, pude tratar el problema de tener conflictos de una manera correcta y sin perturbaciones. Ya no me preocupo por este problema y mi corazón se relaja instantáneamente.
¡Gracias, Shifu!
¡Gracias, compañeros practicantes!