(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en septiembre de 1998. Vivo en el campo y ahora tengo 72 años de edad. Como estaba plagada de enfermedades, mi objetivo al practicar era eliminarlas y mantenerme saludable. Al estudiar Falun Dafa en profundidad, logré comprender los principios del Fa y el verdadero propósito de la vida, y mis enfermedades desaparecieron. Me sentí muy aliviada de no tener enfermedades, y soy feliz todos los días.
Estuve a punto de morir dos veces, pero ambas veces salí ilesa con la protección de Shifu.
En octubre de 2016 fui al mercado matutino de la ciudad del condado para distribuir calendarios con información sobre Dafa. Poco después de salir del pueblo, me golpeó por detrás un auto que iba a toda velocidad.
Salí disparada y caí a una distancia considerable; quedé inconsciente en la carretera. Cuando desperté, el conductor quiso arreglar el asunto ahí mismo y no llamar a la policía. Sacó 200 yuanes y me los dio. Le dije que no aceptaría el dinero y volví a desmayarme. Cuando recobré el conocimiento, el conductor se había ido.
Quería irme a casa, pero tenía la mente en blanco y no sabía qué hacer. Me dolía el pecho al respirar y me di cuenta que estaba en el suelo porque me había atropellado un auto. Pensé en Shifu y dije: «¡Shifu, por favor, sálvame!». En ese momento recuperé la memoria y recordé todo lo que había pasado, tan vívido como una película. No podía dejar de llorar. Estaba muy agradecida por la protección de Shifu.
Tenía dolor, sobre todo en el pecho, y me dolía al respirar y al andar. También tenía un gran chichón en la nuca. Cuando mi familia se enteró del accidente, insistió en llevarme al hospital. Les dije: «¡Con la protección de Shifu, estaré bien! Mientras crea en Shifu y en el Fa, ¡podré superar cualquier dificultad!». Continué estudiando el Fa y practicando los ejercicios todos los días. El dolor fue disminuyendo día a día y en diez días estaba completamente recuperada.
El 10 de octubre de 2018, fui a la despensa por pepinillos. De repente, sentí una pesadez en la nuca, me desplomé y perdí el conocimiento. Mi familia escuchó que me golpeé contra el suelo y llamó al médico del pueblo. El médico dijo que, según mis síntomas, había tenido un derrame cerebral (hemorragia cerebral). Me llevaron al hospital del condado.
Me diagnosticaron una hemorragia cerebral. Me trasladaron rápidamente a la unidad de cuidados intensivos de un hospital especializado de Tianjin. Recién recuperé el conocimiento por la mañana del día siguiente. Estaba dolorida cuando me desperté y tenía un lado del cuerpo paralizado. Pasaron varios días hasta que me trasladaron a una planta general. Con el apoyo de mis compañeros practicantes, mis pensamientos rectos se hicieron más fuertes cada día.
Mientras estuve en coma me colocaron un catéter urinario. Me lo quitaron al décimo día. Sin embargo, no podía orinar con normalidad y me diagnosticaron uretritis, por lo que me volvieron a poner la sonda. Me negué a aceptar esta afección adicional y quise irme a casa. Pedí a Shifu que me fortaleciera. Me quitaron la sonda cuatro días después y pude orinar con normalidad.
Después de que me retiraron el catéter, insistí en irme a casa. Mi hijo me dijo: «Tienes que poder andar sola para irte a casa».
Les dije: «Está bien, ya pueden ayudarme a caminar». Le pedí a mi hijo y a mi hija que me ayudaran a caminar, y caminé durante una hora. Al día siguiente, mi hija me ayudó a andar durante una hora. Al tercer día, caminé una hora sola. El médico estaba asombrado de mi rápida recuperación y dijo que era un milagro.
Poco después me dieron el alta y me recuperé totalmente. Los demás no podían distinguir por mi aspecto que había tenido una hemorragia cerebral. Todos los que conocían mi experiencia estaban asombrados de la maravilla de Dafa.