(Minghui.org) A finales de septiembre de 1994 se me inflamó la córnea. Probé varios tratamientos sin ningún efecto. Aparecieron nuevos vasos sanguíneos alrededor de la córnea y manchas blancas en la esclerótica. La parte interna (fondo de ojo) presentaba alteraciones.
Casi perdí la visión del ojo derecho y no podía ver los rasgos faciales de las personas, solo el contorno de sus cabezas. El director del servicio de oftalmología me dijo que podía quedarme ciego del ojo derecho y me sugirió que fuera a un hospital más grande.
Estaba desesperado y fui a un sitio de práctica de Falun Dafa para probar suerte. En aquel momento no creía realmente en Falun Dafa. Hice los ejercicios y busqué tratamiento al mismo tiempo.
Iba al Hospital Ruijin de Shanghái todas las semanas para ver a un especialista. Probé la medicina china, la medicina occidental, un goteo intravenoso y otros tratamientos, pero nada cambió.
Estuve en Shanghái para recibir tratamiento a mediados de julio de 1995 y me traje montones de medicamentos chinos y occidentales. Me sentaban mal al estómago. Tomaba algunos por la mañana y, al volver de las prácticas, decidí que no quería tomarlos más. También dejé de ir al médico. Pensé: «En el peor de los casos, perderé la vista. Me centraré en hacer la práctica y tiraré todos mis medicamentos».
Iba a trabajar todos los días, participaba en ejercicios en grupo y leía Falun Gong cuando tenía tiempo. Cuando renuncié a querer curarme el ojo, ocurrió un milagro y la visión de mi ojo derecho mejoró gradualmente. Los nuevos vasos sanguíneos y las manchas blancas desaparecieron. Finalmente, mi visión volvió a la normalidad e incluso podía ver letra pequeña.
Más tarde conseguí una copia de Zhuan Falun, y cuando estudié el Fa, vi una bola roja ardiente girando. Era tan grande como un cuenco, con muchos símbolos wan girando. Comprendí que Zhuan Falun era un libro celestial y que Falun Dafa no era una práctica ordinaria de qigong, sino una práctica de cultivación. Requiere que sus practicantes cultiven sus corazones y hagan los ejercicios para transformarse y convertirse en auténticos practicantes.
Sobrevivir a múltiples accidentes
Shifu dijo: «La deuda debe ser pagada, por eso algunas cosas peligrosas pueden ocurrir en el camino del xiulian». (Tercera Lección, Zhuan Falun)
Fui atropellado por una motocicleta dos veces, pero mi vida nunca estuvo en peligro. Una vez, un joven bajó la colina y me atropelló a mí y a mi bicicleta por detrás. Oí decir a la gente que estaba dentro de la tienda: «Me temo que podría estar muerto. Me pregunto si podrá levantarse». Después de levantarme, me di cuenta de que tenía la cara arañada y sangraba un poco, y tres de mis dientes frontales superiores estaban un poco flojos, pero por lo demás no estaba herido.
En 2012, iba en bicicleta cuando un pequeño vehículo me golpeó por detrás. Caí con la rodilla izquierda, pero no me rompí ningún hueso ni sufrí ninguna otra lesión. Entonces tenía unos 60 años. ¿Creen que una persona normal podría haberse librado de sufrir lesiones en estos accidentes?
Cuando me enfrentaba a peligros inesperados, lo primero que pensaba era: «Soy practicante. La otra persona no me ha golpeado a propósito». Estaba fuera de peligro cuando pensaba y actuaba con rectitud.
Mirando hacia atrás a las tribulaciones y obstáculos que he encontrado en mi camino de cultivación, si no fuera por la protección de Shifu y de Dafa, no habría sido capaz de superarlos. Tal vez podría haber quedado discapacitado, o podría haber muerto y no estaría aquí hoy. No tengo manera de recompensar a Shifu, pero me cultivaré con diligencia, haré bien las tres cosas y volveré a casa con Shifu.