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​Fahui de China | Detener la vigilancia y el acoso policial con pensamientos rectos

Nov. 25, 2024 |   Por un practicante de Falun Dafa en la provincia de Anhui, China

(Minghui.org) Durante la persecución a Falun Dafa, el Partido Comunista Chino (PCCh) vigila estrechamente a los practicantes tal y como lo hacía antaño, en la Revolución Cultural, con sus objetivos y enemigos políticos.

Los agentes de policía trabajan en secreto con funcionarios de la comunidad para vigilar el paradero de los practicantes. Si el practicante lleva su teléfono, vigilan su localización; si no lleva su teléfono cuando sale, le llaman regularmente para asegurarse de que no salga de la ciudad; si el practicante sale de casa con un sombrero (para cubrirse la cara), sin llevar su teléfono móvil y sin responder nunca a las llamadas de extraños, le visitan regularmente en casa y le toman fotos.

El lugar de trabajo de algunos practicantes también colabora con las autoridades y facilita el registro de asistencia de los practicantes. Si un practicante es demasiado mayor para salir mucho, las autoridades siguen acosándole en casa en fechas sensibles, como los grandes acontecimientos políticos del PCCh o los aniversarios relacionados con Falun Dafa.

Para quienes vivimos en China bajo una vigilancia tan estricta, no es fácil llevar una vida normal. Sin embargo, seguimos asumiendo la responsabilidad de cultivarnos bien, negar la persecución y salvar a la gente. En lo que comparto a continuación, me gustaría hablar de cómo superé mi miedo y aclaré los hechos a quienes me acosaban.

Li era un funcionario comunitario que se encargaba de vigilarme. Fue amable conmigo después de que le aclarara la verdad y le ayudara a renunciar al PCCh. Un día, me citó con su supervisor y con un jefe de policía. El jefe de policía, Tang, estaba a cargo de la persecución.

Entré en la sala de reuniones con una actitud educada pero seria. Tang me preguntó: «¿Qué haces en casa después de jubilarte?».

Le dije que estudiaba el Fa en casa: «La persecución a Falun Dafa no tiene fundamento legal ni está respaldada por ningún documento administrativo. El hecho de que los funcionarios llamen frecuentemente a mi puerta es una violación de los derechos personales a los miembros de mi familia. La razón por la que he accedido a venir hoy aquí es para hablar de ello con usted».

Tang dijo: «Usted siempre dice que Falun Dafa es bueno para la salud, pero he visto a practicantes enfermar, o incluso morir de una enfermedad».

«Cuando la gente va al hospital a recibir tratamientos, algunos pueden recuperarse y otros pueden morir. No podemos decir que el hospital no sirva para nada. Por poner otro ejemplo, cuando los estudiantes de secundaria se presentan a los exámenes de acceso a la universidad, algunos pueden ser admitidos en prestigiosas universidades y otros fracasan en el examen. No podemos decir que la educación escolar sea una estafa. Falun Dafa enseña a la gente a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Pero algunos no siguen estos principios y sólo hacen los movimientos de ejercicio. Cuando estas personas enferman o mueren, no se puede culpar a la práctica».

Tang no esperaba que yo razonara con él, y su actitud mejoró: «Ah, así que hay que seguir los requisitos de Verdad-Benevolencia- Tolerancia para curar las enfermedades. Los requisitos están en consonancia con nuestra cultura tradicional».

«Sí, y son incompatibles con el ateísmo promovido por el Partido Comunista».

Le conté cómo mis enfermedades desaparecieron después de practicar Falun Dafa, y cómo mis familiares y yo fuimos perseguidos.

Continué: «No hacemos daño a nadie practicando nuestra fe, ¿por qué impedirnos practicarla? Hay tantos estafadores y delincuentes vagando por la sociedad, pero no los detienen. Jiang Zemin montó el incidente de la autoinmolación en la plaza de Tiananmén y fabricó la propaganda para demonizarnos. Ahora Jiang ha muerto, y en su apología no se mencionó nada sobre su papel en ordenar la persecución a Falun Dafa. En otras palabras, usted es el chivo expiatorio por llevar a cabo su política de persecución. Puede falsificar pruebas para que condenen a los practicantes, pero también puede eludir el sistema y dejarnos en paz».

«Si no abandonas la práctica, igual tengo que denunciarte a mi superior», dijo Tang.

Un funcionario comunitario interrumpió nuestra conversación al ver que yo me defendía bien. Me tomó una foto sin mi permiso y dijo que me llamaría.

Cuando volví a casa, llamé al funcionario comunitario que me tomó la foto: «Por favor, no la difundas en público ni en Internet. No es bueno para ti porque no hay base legal para ello». Me dijo que no lo haría.

Poco después, un nuevo jefe adjunto fue trasladado a la comunidad, y el funcionario de la comunidad se apresuró a transferirle la responsabilidad de vigilar a los practicantes de Falun Dafa.

El subjefe me llamó para que fuera a hablar con él, y lo hice encantado. Le dije: «A los nuevos funcionarios les gusta aplicar cambios para ganar méritos, pero no deberías hacer eso con la persecución a Falun Dafa. La persecución es ilegal, y si haces lo que hicieron tus predecesores, tendrás que rendir cuentas en el futuro».

Él, en lugar de decirme que renunciara a la práctica, me dijo que no estaba al tanto de la situación, y me preguntó amablemente si necesitaba comer. Le di las gracias y me fui.

Tang me llamó y me pidió que pasara por la estación de policía en junio de 2024. Fui, pero me recibió un agente de otra estación de policía.

El oficial me preguntó: «¿Sabes por qué estás aquí? ¿Practicas Falun Dafa? ¿Lo practica la gente de tu alrededor?».

Le dije con severidad: «¿Cuál es la base legal para que me haga estas preguntas personales? No responderé ni firmaré nada».

Continuó diciendo que quería echar un vistazo a mi casa.

«Aunque usted sea un agente de la ley, está invadiendo propiedad privada al entrar en mi casa sin mi permiso. Se supone que usted debe proteger y servir a los ciudadanos, pero ahora está tratando de hacer que buenas personas renuncien a su fe. Está torciendo la ley para su propio beneficio, lo que es una clara violación de la Ley de funcionarios públicos».

Me dijo que no quería ir a ver mi casa y se ofreció a llevarme a casa. Me negué educadamente.

Cuando llegué a casa, me llamó y me preguntó si había hablado con un repartidor de camino a casa. Le dije que no. Entonces me preguntó mi opinión sobre Falun Dafa. Le dije que la ley no rige los pensamientos de la gente. La llamada terminó.

Me pareció raro que me llamara y me hiciera esas preguntas, así que le volví a llamar más tarde e intenté aclararle los hechos. Me contestó: «¿Por qué no hablas con Bao? Es un experto jurídico».

Bao era un oficial jefe de una estación de policía cercana que perseguía activamente a los practicantes de su jurisdicción. Estaba un poco nervioso, pero sabía que no debía huir de esta oportunidad. Llevé conmigo el material informativo para reunirme con Bao ese día.

Tras aclarar la verdad a Bao, le mostré la lista de 14 sectas identificadas por el Ministerio de Seguridad Pública, entre las que no figura Falun Dafa. También le llevé la noticia de que la Administración Estatal de Prensa y Publicaciones había levantado la prohibición de las publicaciones de Falun Dafa en 2011. Argumentó que todavía había muchas sectas en la lista de la Asociación Anti sectas. Le expliqué que una lista de una organización civil no tiene poder legal y no puede utilizarse para justificar una persecución a gran escala.

Puse a Bao ejemplos de muchos funcionarios de la Oficina 610 sentenciados a muerte o a años de cárcel y le dije que creo que es un castigo del yeli (kármico) para que paguen los pecados cometidos al perseguir a inocentes.

Mientras seguía hablando, Bao me dijo que no me estaba permitido promocionar Falun Dafa, le expliqué que promocionar Falun Dafa es legal. «Un procurador jefe jubilado dijo que un practicante no infringe ninguna ley, aunque lleve un camión lleno de folletos de Falun Dafa. Los practicantes son juzgados como criminales basándose en la interpretación judicial del Tribunal Supremo y la Procuraduría Suprema. Los casos penales deben ser tratados en base a las leyes, no a la interpretación judicial. La persecución en sí es una auténtica violación legal».

«Terminemos aquí hoy», dijo. Antes de irse, me dijo que nadie me había denunciado y que me había pedido que fuera porque necesitaba algo para el trabajo.

Como practicantes de Dafa, nuestros pensamientos rectos tienen un gran poder. Solía tener mucho miedo cuando las autoridades llamaban a mi puerta o me citaban, pensando que podría ser mi fin. Ahora les tengo poco miedo. A veces los funcionarios venían a tomarme una foto para mostrar a su superior que me habían investigado. Yo no cooperaba, pero le aclaraba la verdad a puerta cerrada. Si se negaban a marcharse, los denunciaba por acosarme.

Los elementos malignos disminuyen y el ambiente mejora. Nuestros pensamientos rectos pueden dirigir todo en nuestra dirección y cortar todo el mal de raíz. Shifu me ha protegido a través de todas las persecuciones y me ha permitido permanecer en el camino hacia la divinidad. ¡Gracias, Shifu!