(Minghui.org) Recientemente se supo que una residente de 50 años de la ciudad de Beian, provincia de Heilongjiang, estuvo retenida en un hospital psiquiátrico durante un mes, poco después de cumplir una condena de un año y medio por su fe en Falun Gong.
Detenidos en 2017 y condenados en 2018
La Sra. Ma Yingjie comenzó a practicar Falun Gong en febrero de 2014, en medio de la persecución que el Partido Comunista Chino estaba llevando a cabo contra esta disciplina espiritual de cultivación. Su esposo, el Sr. Ma Yitao, también se convirtió en practicante de Falun Gong más tarde. El matrimonio no solo recuperó la salud, sino que también se convirtió en mejores empresarios. Su fábrica de colchones familiar era conocida por ser un negocio confiable con productos de alta calidad.
La pareja fue arrestada el 10 de septiembre de 2017 y condenada el 28 de diciembre de 2018. El Sr. Ma fue condenado a siete años de prisión con una multa de 20.000 yuanes (2809,78 dólares) y la Sra. Ma a un año y medio con una multa de 5.000 yuanes (702,45 dólares). También se incautó su minivan. Ambas apelaciones fueron rechazadas el 14 de mayo de 2019.
La Sra. Ma fue puesta en libertad el 9 de marzo de 2019, tras haber cumplido su condena. Su marido fue ingresado en la prisión de Hulan para cumplir su condena.
Drogada durante un mes de internación involuntaria en hospital psiquiátrico
A finales de mayo de 2019, menos de tres meses después de que la Sra. Ma fuera liberada de prisión, la policía la detuvo y la llevó al Hospital Psiquiátrico de la provincia de Heilongjiang (también conocido como el Tercer Hospital). El médico que la atendió fue Hu Haiyan.
Como la Sra. Ma no padecía ninguna enfermedad mental, se negó a cooperar con el “tratamiento” al que estaba sometida. Los médicos le colocaron dos agujas eléctricas en las sienes para aplicarle descargas eléctricas. También le prohibieron gritar de dolor y le ordenaron que recitara algunas reglas. Tenía que memorizarlas al pie de la letra o enfrentarse a un castigo.
Durante una semana, la Sra. Ma estuvo atada a una cama y no le permitieron comer ni beber desde las 8 de la tarde hasta las 10 de la mañana del día siguiente todos los días. Durante este período, el personal médico le administró la llamada hipnoterapia mediante inyecciones de anestesia. La desataron cuando recuperó la conciencia, solo para repetir el mismo abuso por la noche.
Además, la Sra. Ma se veía obligada a tomar una gran cantidad de psicofármacos todos los días y las enfermeras también le aplicaban inyecciones de vez en cuando.
La Sra. Ma fue liberada a fines de junio de 2019. Gracias a la práctica de Falun Gong, se recuperó gradualmente del daño que las drogas tóxicas causaron a su sistema nervioso central.
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