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La importancia de cultivarnos sólidamente

Oct. 5, 2024 |   Por una practicante de Dafa en China

(Minghui.org)  A principios de año, me tragué una espina mientras comía pescado. Intenté ignorarlo y me comí una bola de arroz, pero la espina seguía ahí. Pensé que saldría más tarde.

Al día siguiente me molestaba la garganta mientras meditaba. Seguía tosiendo, pero la espina no se movía. Mi marido me sugirió que fuera al médico, como no quería soportar más el dolor, fui.

Dos hospitales del condado dijeron que no me podían ayudar, así que fuimos al hospital de la ciudad. Me hicieron una radiografía, pero no encontraron la espina. El médico dijo que la espina me había inflamado la garganta y que ahora tenía laringitis aguda. El médico dijo que debía ser hospitalizada, porque mis vías respiratorias podían bloquearse, y eso era muy peligroso.

Sabía que se trataba de la persecución de las viejas fuerzas y que tenía que anularla. Mi marido me preguntó si quería irme a casa o ser hospitalizada. Me fui a casa. Me sentía peor de la garganta y tosía cada vez más flemas. Tenía miedo de comer o beber cualquier cosa. Me limité a soportar el dolor.

Al cuarto día, me dolían el cuello, los hombros y la cabeza. Sentía que la zona inflamada aumentaba de tamaño y sólo podía dormir de lado. Tosía flemas sanguinolentas y malolientes. Perdí cinco kilos en cuatro días.

Mi marido envió pensamientos rectos por mí toda la noche y pidió a Shifu que me ayudara. Mis compañeros también enviaron pensamientos rectos por mí. Me examiné en busca de mis apegos y pedí a Shifu que me diera fuerzas. Me di cuenta de que tenía apego a la comida y al sentimentalismo. Pensé que tal vez había hecho daño a alguien en mi vida anterior o le había quitado la vida a alguien, y ahora era el momento de devolver el yeli que había creado. Aunque así fuera, ahora soy una practicante de Dafa; tengo una misión y unos deberes que cumplir. Me tranquilicé y empecé a meditar.

Alcancé la tranquilidad de inmediato, algo que no había experimentado en el pasado. Después de meditar, me dormí profundamente (esa noche no había podido conciliar el sueño). Me desperté hacia las 3 de la madrugada y empecé a toser; de repente, la espina de pescado salió cubierta de flema; medía unos 2 cm (menos de una pulgada) de largo; un lado era afilado y el otro más ancho. Nos emocionamos muchísimo y le di las gracias a Shifu. Era el 13 de mayo, me levanté e hice los ejercicios, después de comer salí como de costumbre a informar a la gente sobre Falun Dafa y la persecución.

Identificar mis apegos fundamentales

Pensé que me recuperaría tras la extracción de la espina, pero el dolor en el cuello no remitió y seguía teniendo dificultades para tragar y comer. Era como si tuviera una obstrucción cerca de la garganta. Tosía mucho todos los días y escupía grandes cantidades de flema. A menudo me despertaba tosiendo por la noche y no podía dormir bien.

Mi marido se preguntaba por qué seguía tosiendo desde que salió la espina. También seguí perdiendo peso. Prolongué el tiempo de estudio del Fa.

Una tarde, después de una siesta, empecé a toser de nuevo. De repente, escupí un trozo de carne podrida, negra y con olor a lodo de alcantarilla, seguido de dos bocanadas de sangre. Inmediatamente dejó de dolerme el cuello. Pude comer y la hinchazón del cuello fue remitiendo poco a poco.

Dafa es asombroso. Shifu utilizó esta situación para ayudarme a darme cuenta de mis defectos, y eliminó algunas cosas insanas de mi cuerpo. Después, me di cuenta de que había ganado en muchos aspectos.

Reflexioné sobre mí. No había prestado mucha atención a mi cultivación, aunque hacía muchas cosas relacionadas con Dafa, no me cultivaba ni eliminaba mis apegos. Tenía una mentalidad de lucha: estaba constantemente en desacuerdo con mi marido y miraba los defectos de los demás. Despreciaba a los demás. Estaba apegada a mí misma, tenía resentimiento y quería estar cómoda. Las viejas fuerzas aprovecharon mis brechas y casi las seguí hasta a la muerte. Gracias al compasivo Shifu que me salvó la vida, tengo la oportunidad de cumplir con mis responsabilidades y hacer bien las tres cosas.

Durante mucho tiempo quise escribir mi historia y recordar a mis compañeros que no deben comportarse como yo lo hice. La cultivación es algo serio, todos necesitamos estudiar más Fa, asimilarnos al Fa, ver el Fa como nuestro maestro, y cultivarnos verdadera y sólidamente.

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!