(Minghui.org) Mi ordenador lleva conmigo más de 10 años, lo que creo que es una suerte extraordinaria.
Cuando el practicante experto en ordenadores lo compró para mí, me dijo: «Usa este por ahora. Siempre puedes sustituirlo cuando puedas permitirte uno mejor».
Le contesté: «Está bien mientras pueda acceder a Minghui.org, ya que no sé hacer mucho más».
Creo que el hecho de que un ordenador funcione bien o mal refleja el estado mental del usuario. Como practicantes de Falun Dafa, la gran ley del universo, somos extraordinarios y también lo son todos los seres que nos ayudan de alguna manera.
Le dije al ordenador: «No sé de dónde vienes ni cómo has acabado aquí con un practicante de Dafa. Soy analfabeta en lo que se refiere a ordenadores y tengo mucho que mejorar en mi práctica. Si accidentalmente te causo algún problema, confío en que puedas repararlo tú mismo. Trabajemos juntos por un futuro mejor».
Nunca he tenido ningún problema con mi ordenador desde que lo tengo, y puedo acceder a Minghui.org todos los días. Eso me permite leer y aprender de mis compañeros practicantes.
Un año, tras una actualización del sistema, el practicante que arregla mi ordenador me dijo: «Te he instalado sólo un sistema porque tu ordenador es bastante viejo».
Hace dos años, mi ordenador necesitaba otra actualización del sistema. El técnico me dijo: «Minghui ha anunciado una actualización del servidor. Creo que tu ordenador quedará demasiado viejo para acceder a Minghui después de eso». Así que acepté comprar un ordenador nuevo.
La víspera del Año Nuevo Chino, mientras me preparaba para ver Shen Yun, la página web no se abría en mi nuevo ordenador ni siquiera después de media hora, al parecer debido a la conexión a Internet. Recordando mi antiguo ordenador, lo enchufé en otra habitación. Al instante se conectó a Internet y la página se abrió, lo que me permitió terminar de ver Shen Yun.
Todavía sigo usando mi viejo ordenador.
Un día, mi nieta me visitó y vio mi viejo ordenador. Se rió y me dijo: «Abuela, ¿sigues usando ese ordenador viejo?». Le confirmé que sí. Me dijo: «Ese modelo está anticuado. ¿Cómo puede seguir conectándose a Internet?».
A principios de año, alguien me preguntó: «¿Aún puedes conectarte a Internet con tu ordenador?».
Respondí: «Sí. Mi ordenador lleva mucho tiempo en uso y parece tener habilidades sobrenaturales». Después de mudarme a mi nueva casa, no se conectaba a la banda ancha. El practicante que me ayuda con el ordenador me dijo que tenía que introducir la contraseña de la banda ancha, pero mi hijo la había olvidado.
No quise ir a la compañía de móviles para que la restablecieran, porque no quería llamar la atención innecesariamente, así que le pregunté a Shifu: «Shifu, mi ordenador no puede conectarse porque he olvidado la contraseña. Por favor, ayúdame a conectarme al sitio web de Minghui para no tener que visitar la compañía de móviles».
Entonces encendí mi ordenador, y el aviso de contraseña que había en mi escritorio ya no estaba allí. Hice clic y pude acceder al sitio web de Minghui.
Cada vez que enciendo el ordenador y veo la foto de Shifu, junto las manos y lo saludo. Cuando me desconecto, hago lo mismo y digo: «Gracias, Shifu». Saber que Shifu vela por nosotros en todo momento me aporta tranquilidad. Toda vida ha venido por el Fa, y los practicantes de Dafa son los protagonistas en este momento especial.
Mi sobrina repite a menudo las frases auspiciosas
Tengo una familia numerosa, y todos saben que decir «Falun Dafa es bueno» les trae grandes beneficios. Mi sobrina, que vive en un pueblo cerca de la capital de provincia, cree que Falun Dafa es bueno y me ha ayudado a distribuir amuletos, folletos y calendarios para ayudar a la gente a comprender la verdad sobre Falun Dafa.
Tanto ella como su marido desarrollaron una extraña enfermedad: tenían fuertes calambres en las piernas a la misma hora todas las noches. Los calambres eran terriblemente dolorosos, pero durante el día estaban bien.
Le aconsejé que recitara las frases auspiciosas: «Falun Dafa es bueno, Verdad- Benevolencia- Tolerancia es bueno», y así lo hizo.
Sobrevivir a un incendio en un día ventoso
Un ventoso día de otoño se declaró un incendio en su pueblo. El viento del sur arrastró las llamas hacia el norte, hacia las reservas de arroz de su familia. Ella luchó contra las llamas, pero el viento era tan fuerte que la situación era extremadamente peligrosa.
En aquella época no había descascarilladoras de arroz, así que tenían que amontonar el arroz para secarlo antes de descascarillarlo en invierno. Si el fuego alcanzaba la pila de arroz, podían perder más de 300.000 yuanes (42.300 dólares). Además, su familia había pedido préstamos bancarios de más de un millón de yuanes para comprar más de 100 mus (16 acres) de tierra.
Desesperada, gritó repetidamente: «Falun Dafa es bueno» y exclamó: «Shifu, por favor, apague el fuego. Si no se detiene, no tendré forma de sobrevivir. Shifu, por favor, ayúdeme».
Después de llorar un rato, se dio cuenta de que el viento se había detenido. Abrió los ojos y vio que el viento había cambiado de dirección y que las bolas de fuego se movían hacia el este y el oeste. Se arrodilló en el suelo y se inclinó diciendo: «¡Gracias, Shifu, por salvarme la vida!».
A menudo me preguntaba: «¿Cómo puedo pagar a Shifu su gran benevolencia?». Yo le decía: «No puedes pagárselo. Sólo dile a los demás que repitan 'Falun Dafa es bueno' y que renuncien al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles».
Cuando terminó la pandemia, le pregunté cómo estaba. Me contestó: «Estoy bien. La pandemia lleva años haciendo estragos, y nadie en nuestra zona se ha salvado excepto mi suegra y yo. Somos las únicas que no hemos contraído el virus. Seguí recitando «Falun Dafa es bueno» y pedí a Shifu que nos protegiera a las dos. Mi suegra cocina para nosotros todos los días mientras trabajamos en el campo».
Su familia cultiva arroz en verano y verduras en un gran invernadero durante el invierno. Tienen unos ingresos fijos de cientos de miles de yuanes al año.
Mi sobrina repite con frecuencia «Falun Dafa es bueno» y ha recuperado la salud, luciendo un cutis resplandeciente. Come y duerme bien, y su familia también goza de buena salud. Su arroz nunca se cae por los fuertes vientos, y el granizo nunca lo daña, por lo que tienen una buena cosecha a pesar de las sequías o las inundaciones.