(Minghui.org) La Prisión de Mujeres de la provincia de Zhejiang ha estado implicada en la persecución a practicantes femeninas de Falun Gong desde que el régimen comunista chino comenzó la persecución a Falun Gong en 1999. Se utilizan diversos métodos de tortura, como el aislamiento, la privación del sueño y la administración forzada de fármacos, para intentar obligar a las practicantes a renunciar a su fe. Dos practicantes, Hong Misu y Zhang Mingyi, fueron perseguidas hasta la muerte en esta prisión.
Cuando las practicantes ingresan en la prisión, se las lleva a celdas con gruesas cortinas, se les priva del sueño y no se les permite salir de la celda ni asearse. Las reclusas se encargan de vigilarlas las 24 horas del día. Además de la tortura física, las practicantes tienen que ver material propagandístico que difama a Falun Gong y escribir declaraciones de garantía para renunciar a su fe. También se les obliga a tomar drogas desconocidas.
Para aumentar la tasa de «transformación», la prisión elige a las reclusas que cumplen las condenas más largas para perseguir a las practicantes, con el incentivo de reducciones de condena. La prisión también publicó un libro con desinformación para calumniar a Falun Gong.
Entre los guardias que participaron activamente en la persecución figuran: Xu Jianling, Chen Jun, Zhang Weili, Yu Yichi, Wang Xinyan, Wang Yingying, Chen Da, Shi Min, Jiang Ying, Sun Xin, Yu Yue, Sun Zhe, Zheng Haiying, Zhang Yin, Zhang Jiawen, Zhu Meihua (ya jubilado), Zhang Su y Xu Hui.
A continuación se exponen algunos casos de practicantes que han sido perseguidas en la cárcel:
La Sra. Zhang Mingyi murió como resultado de un trato brutal en la Prisión para Mujeres de Zhejiang
La Sra. Zhang Mingyi, de la ciudad de Jilin, provincia de Jilin, trabajaba antes como técnica de análisis de pruebas en la Fábrica de Productos Químicos de Jilin. Solía sufrir todo tipo de dolencias, pero después de empezar a cultivarse en Falun Gong en 1995, se convirtió en una persona muy sana y abierta. Como la empresa estaba quebrando, la despidieron y en 2004 se fue a la ciudad de Ningbo, provincia de Zhejiang, en busca de una oportunidad de trabajo.
Por hablar con los lugareños sobre la persecución a Falun Gong, la Sra. Zhang fue denunciada y sentenciada a dos años. Fue torturada e inyectada con drogas desconocidas en la Prisión de Mujeres de la provincia de Zhejiang. Su salud se deterioró debido a los brutales tratos sufridos durante tanto tiempo. Estaba constantemente con fiebre, demacrada y extremadamente débil. La administración de la prisión no quería ser considerada responsable de su muerte, así que la dejó en libertad antes de tiempo.
Al volver a casa, la Sra. Zhang no paraba de tener fiebre y le aparecieron manchas moradas en el cuerpo. El médico le diagnosticó anemia hemolítica y hepatitis B y C, y los análisis mostraron una sombra en el páncreas. Murió el 29 de agosto de 2007, con sólo 34 años.
Mujer de Zhejiang muere mientras cumplía la tercera pena de prisión por su fe
La Sra. Hong Misu, practicante de Falun Gong de la ciudad de Wenling, provincia de Zhejiang, murió el 15 de agosto de 2018, mientras cumplía una sentencia de tres años y nueve meses en la Prisión de Mujeres de la provincia de Zhejiang. Tenía 52 años.
Sra. Hong Misu
El último arresto de la Sra. Hong tuvo lugar en noviembre de 2015, después de que fuera denunciada a la policía por hablar con la gente sobre la persecución en la calle. Fue sentenciada a tres años y nueve meses por el Tribunal del distrito de Luqiao, en la ciudad de Taizhou, el 24 de mayo de 2016.
La muerte de Hong fue el trágico final de años de persecución por practicar Falun Gong. Fue arrestada un total de ocho veces y vio cómo saqueaban su casa en múltiples ocasiones. Le impusieron dos años de trabajo forzado a finales de 2000 y la sentenciaron tres veces a prisión en 2005, 2011 y 2016, por un total de diez años y tres meses.
Trabajadora modelo sentenciada tres veces por su fe
La Sra. Tang Baozhi, de 72 años, de la ciudad de Jinhua, provincia de Zhejiang, fue en su día una trabajadora modelo. Después de que el régimen comunista chino iniciara la persecución a Falun Gong, acudió a Beijing para apelar en noviembre de 1999, pero fue arrestada y sentenciada a tres años y medio de prisión.
Tang fue arrestada de nuevo en 2005 y sentenciada a cinco años. En la Prisión de Mujeres de la provincia de Zhejiang hizo huelga de hambre durante casi 700 días. Tras su liberación, vivió en Shanghái con sus hijos.
La Sra. Tang y su hija fueron arrestadas el 5 de mayo de 2017, tras ser denunciadas a la policía por hablar con la gente sobre Falun Gong en la calle. Ambas mujeres fueron sentenciadas a dos años y medio.
Una mujer de 70 años, objetivo de una redada policial, es sentenciada a tres años por su fe
El 6 de noviembre de 2020, Ying Guofang, una mujer de 70 años residente en la ciudad de Ningbo, provincia de Zhejiang, fue trasladada a la Prisión de Mujeres de la provincia de Zhejiang para cumplir una sentencia de tres años por su fe en Falun Gong.
La Sra. Ying fue apresada por la policía el 18 de abril de 2019, en un arresto grupal de más de 20 practicantes de Falun Gong. Sufrió una presión arterial peligrosamente alta y niveles elevados de azúcar en la sangre en el Centro de Detención de la ciudad de Ningbo. Su familia solicitó su puesta en libertad bajo fianza, pero la policía rechazó sus peticiones y les dijo que era imposible liberarla antes del 70.º Día Nacional del régimen comunista, el 1 de octubre, a menos que estuviera al borde de la muerte.
Sentenciada a nueve años de prisión y maltratada
La Sra. Zhou Weifen, del condado de Jinyun, provincia de Zhejiang, fue arrestada el 10 de julio de 2009 y sentenciada a nueve años de prisión en abril de 2010.
Durante su reclusión en la Prisión de Mujeres de la provincia de Zhejiang, la Sra. Zhou fue sometida a régimen de aislamiento y se le prohibió hablar con otras reclusas. También fue vigilada por las reclusas.
La Sra. Zhang Xiulian, de unos 40 años, fue sentenciada a diez años de prisión en la Cárcel de Mujeres de la provincia de Zhejiang. Se negó a renunciar a Falun Gong y fue clasificada como enferma mental por la prisión. Cada mes, tres o cuatro reclusas se arrodillaban sobre su cuerpo mientras le inyectaban a la fuerza sedantes y fármacos psiquiátricos. Sus familiares no podían visitarla. No podía comprar nada, ni ropa interior ni zapatos. Tampoco se le permitía hablar con nadie y a menudo la castigaban obligándola a permanecer de pie durante largos periodos. La Sra. Zhang fue perseguida hasta el punto de quedar mentalmente incapacitada.