(Minghui.org) Aunque apenas soy adulta, he pasado por muchos obstáculos en la vida y un gran desvió en mi cultivación. Lamento profundamente haber decepcionado a Shifu. Afortunadamente, he vuelto con la guía de Shifu y ahora me cultivo verdaderamente en Dafa. Disfrutando de la inmensa luz de Buda, nunca he sido más feliz.
Dafa me salvó y ha dado un vuelco a mi vida, la ha iluminado. A partir de ahora, mi historia servirá de testimonio a mi familia, amigos y personas de todo el mundo sobre el valor de Dafa. Dada mi propia experiencia, quiero mostrar al mundo que los increíbles poderes de Dafa pueden rectificar todos los estados incorrectos del ser. Dafa puede tocar el corazón de uno y conmoverlo hasta las lágrimas.
Creciendo entre conflictos familiares
Mi vida dista mucho de ser ordinaria. Por una parte, si no fuera por la protección de Shifu y Dafa, habría acabado con mi vida hace mucho tiempo. Quién sabe en qué cantidad abrumadora de ye habría incurrido ignorantemente al poner fin a mi vida.
Mi infancia estuvo llena de interminables conflictos familiares. Mi padre practica Falun Dafa, una disciplina espiritual de la Escuela Buda, basada en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Una década después de que se diera a conocer al público, a principios de los 90, los seguidores de Falun Dafa superaban en número a los miembros del Partido Comunista Chino (PCCh). Lleno de envidia, el entonces jefe del Partido, Jiang Zemin, ilegalizó la práctica y lanzó una persecución a nivel nacional. Cientos de miles de practicantes inocentes fueron acosados, detenidos, sometidos a lavados de cerebro, trabajo forzado, y encarcelados. Fueron sometidos a brutales torturas por mantenerse firmes en sus creencias. Algunos incluso perdieron la vida.
Para incitar al odio y justificar su persecución infundada contra personas inocentes, el PCCh inventó el incidente de la autoinmolación de la plaza de Tiananmen. Calumnió y desprestigió esta práctica. Mi madre, con el cerebro fuertemente lavado por las mentiras y la propaganda del PCCh, se lo creyó completamente y se volvió profundamente prejuiciosa contra Dafa y sus practicantes, incluido mi padre.
Mi madre a menudo insultaba y pegaba a mi padre. En el calor del momento, agarraba y tiraba objetos de la casa sin ton ni son, rompiéndolos. Aunque mi padre no discutía ni se defendía la mayoría de las veces, ella no se rendía fácilmente. Podía seguir enfadada y violenta durante mucho tiempo. Mi casa era una zona de guerra en la que mi madre estallaba en cólera y empezaba una pelea casi cada dos días. De niña, no podía hacer otra cosa que soportarlo. Si mi casa estaba en silencio, me resultaba extraño. A veces oía en mi mente los tonos ásperos y las palabrotas de mi madre. Todo esto tuvo un enorme impacto negativo en mí.
Era retraída, miedosa y extremadamente tímida. No tenía amigos en el colegio porque los demás niños me veían como a alguien de otra especie. Me trataban como a un paria y hablaban de mí a mis espaldas. Cuando volvía del colegio, me sumergía en los contenidos tóxicos de Internet: videojuegos, grupos de chat y animaciones. No tenía un verdadero propósito en la vida e Internet era mi única vía de escape. Cuantos más contenidos consumía, más adicta me volvía. No podía concentrarme en clase y me preocupaban todo tipo de pensamientos. Mis notas caían en picada. Perdía los nervios con rapidez y explotaba por cosas triviales.
Cuando entré en el instituto, ya no podía quedarme sentada en clase. Soñaba despierta, garabateaba o me quedaba dormida. Ni siquiera me preocupaba de mi higiene personal y podía pasar días enteros sin cepillarme los dientes, peinarme o ducharme. Era irrespetuosa y no tenía modales. Cuando me hacían preguntas, las ignoraba o me las quitaba de encima. Los profesores me discriminaban y los alumnos se alejaban de mí. La escuela no tenía sentido y era una pérdida de tiempo. Empecé a dejar de ir a la escuela y pronto la abandoné por completo.
Shifu me salvó
Entonces me pasaba todo el tiempo en línea y me convertí en una presa fácil de la adicción a Internet. Me pasaba toda la noche jugando o navegando por Internet y dormía hasta la tarde del día siguiente. Andaba atontada todo el día, comía y bebía lo que me apetecía, en el momento que deseaba y todo lo que quería. Era extremadamente perezosa y autoindulgente.
Mi madre me reñía a menudo, lo que me hacía aún más rebelde. Nos enzarzábamos en grandes peleas que casi siempre acababan conmigo subiéndome a lo alto del edificio y amenazando con saltar o huir de casa, para que ella finalmente cediera. Entonces mi madre culpaba a mi padre de mi comportamiento y se peleaba con él. Después de pelearme con mi madre, me alejé de todo el mundo, incluidos mi padre y mi hermana. Aislada y deprimida, mi vida era un completo choque de trenes que se dirigía hacia un lugar oscuro.
Sin el amor y el apoyo de mi familia, sin un solo amigo en el mundo, me sentía triste y sola. Perdí toda voluntad de seguir adelante y me volví suicida. Entonces no sabía las terribles consecuencias de matar una vida, aunque fuera la propia. Extrañamente, mi conciencia se volvía verdaderamente hiperconsciente cada vez que intentaba quitarme la vida. Podía sentir la excitación de una entidad separada que estaba ansiosa por reclamar finalmente mi vida. Sabía que no podía dejar que se saliera con la suya, pero no podía resistirme a los pensamientos suicidas. Estaba atormentada. Ahora sé que no era mi verdadero yo el que estaba al mando. Sin embargo, estuve peligrosamente cerca de llevar mi vida al abismo.
Estuve peligrosamente cerca de la muerte en varias ocasiones, pero de alguna manera siempre me escapaba. Ahora sé que fue Shifu quién me salvó una y otra vez. En todos y cada uno de los momentos críticos, una fuerza especial y poderosa impidió que me hiciera más daño y contuvo a la fuerza maligna que quería matarme. En presencia de esta fuerza desconocida, podía oír una voz que me recordaba repetidamente que mi conciencia principal debía dominar y que necesitaba tener la mente clara. Con la protección de esta poderosa fuerza, burlé a la muerte cada vez y seguí viviendo.
Además de ser suicida, la depresión también me llevó a hacerme daño. También se convirtió en una adicción. Una vez me hice mucho daño y mi hermana se enteró. Intentó hacerme entrar en razón y en un momento dado me dijo: «Si acabas con tu vida, ¿qué va a pasar con los innumerables seres de tu mundo celestial? Esos seres inocentes perecerán por tu culpa. Qué lástima. Recuerda que no es tu verdadero yo el suicida». Hace años que tuvimos aquella conversación y sólo la recuerdo vagamente.
Lo asombroso es que, desde aquella charla con mi hermana, cada vez que tenía pensamientos suicidas, recordaba sus palabras y abandonaba la idea de suicidarme. Esos pensamientos suicidas o autolesivos se fueron desvaneciendo y finalmente desaparecieron. Esa fue la última vez que intenté hacerme daño. Es posible que las personas que nunca han experimentado o luchado contra las autolesiones no sepan que la adicción es casi imposible de romper. Una vez que lo haces la primera vez, es probable que lo hagas una y otra vez. Puede arruinarte la vida por completo. La posibilidad de dejarlo es muy escasa para una persona común. Sin embargo, los increíbles poderes de Dafa me salvaron de seguir por ese camino.
Cuando desaparecieron los pensamientos suicidas, mi vida volvió gradualmente a la normalidad. Incluso estudiaba el Fa de vez en cuando y ya no me pasaba por la cabeza suicidarme. Cada día estaba un poco mejor. Esto me llevó a empezar a cultivarme en Dafa.
No tengo palabras para expresar mi gratitud hacia Shifu y Dafa. Al crecer, sólo sabía que Dafa es bueno y que el PCCh es malo. Pero era ignorante, no tenía ni idea de lo que era Dafa porque no cultivaba verdaderamente Dafa. Sin embargo, el compasivo Shifu me cuidó y me protegió. No hay manera de decir cuánto ha soportado Shifu por mí. Estoy disgustada conmigo misma cada vez que pienso en lo mucho que he defraudado a Shifu. La única manera de compensarlo es cultivarme diligentemente de ahora en adelante.
Empezar a cultivarme de verdad
Justo cuando me abría camino a través de la depresión, mi padre fue encarcelado por su fe en Falun Dafa. Como un rayo caído del cielo, rompió mi familia. El despiadado PCCh nos infligió más dolor.
Para asegurarme de que tenía la ayuda y el apoyo de otro practicante, Shifu hizo que me pusiera en contacto con mi abuela. El arresto y la sentencia de mi padre también fueron duros para ella, y juntas nos mantuvimos firmes en la cultivación y superamos esos duros momentos.
En los días inmediatamente posteriores a la detención de mi padre, mi abuela lloraba muchas veces al día. Como su corazón estaba destrozado, surgieron dudas y su fe en Dafa vaciló. Le entristecía ver que sus familiares y amigos tenían prejuicios contra Dafa. Yo la consolé y la ayudé a reforzar su fe despejando sus dudas una por una, pues sabía muy bien que Dafa me había salvado. Aunque acababa de empezar a cultivarme, creía de verdad en Dafa.
Le dije a mi abuela que el PCCh causó todo el dolor al tomar medidas enérgicas contra un grupo de personas inocentes basadas en sus creencias. Es el Partido el que hizo pasar a nuestra familia por estas dolorosas pruebas. Al igual que nosotros, cientos de miles de familias felices fueron separadas, e innumerables personas honestas y bondadosas fueron perseguidas injustamente. El crimen que ha cometido el PCCh es enorme. No está mal cultivarnos en Dafa y tratar de ser mejor persona.
Sin escuela, tenía mucho tiempo libre. Visitaba a mi abuela con regularidad a pesar de que vivía lejos. Tomaba el autobús y caminaba casi media hora cada vez, pero no me sentía cansada. La abuela se sorprendió al ver lo mucho que había cambiado. A medida que trabajaba en mí misma y cambiaba gradualmente mi estilo de vida, me volvía más feliz, más extrovertida y más optimista.
La abuela se preocupaba mucho por mí y siempre le pedía a shifu que me ayudara. No podía creer lo bien que estaba y se alegraba por mí. Los poderes de Dafa son increíbles. Dejó de llorar tanto y se volvió más optimista. Su fe en Dafa se reforzó.
La abuela y yo leíamos juntas los artículos de Minghui cuando la visitaba. En casa, también me conectaba a Minghui.org y leía artículos compartidos por mi cuenta. El compartir de los practicantes me ayudó a comprender mejor qué es Dafa, quién es Shifu y lo sagrado que es la cultivación de Dafa. Reconocí muchas nociones humanas y apegos que tenía y muchos errores que cometí. No puedo imaginar lo que habría pasado si hubiera seguido por mi viejo camino.
La abuela me consiguió un ejemplar del libro Zhuan Falun. Lo leí durante horas y horas cada día. Aprendí tantos principios preciosos del Fa, que iluminaron mi corazón. Había leído Zhuan Falun cuando era niña, pero fue una experiencia completamente diferente leerlo de nuevo muchos años después, después de que habían pasado tantas cosas. Entendí los principios del Fa mucho mejor porque me estoy cultivando de verdad. Sólo un verdadero practicante puede ver el verdadero significado de Zhuan Falun. Me iluminé y adquirí la verdadera sabiduría. Dafa limpió el polvo y la suciedad que me cubrían y yo estaba en mi camino hacia arriba, hacia la luz.
Dafa me cambió
Estudio el Fa, hago los ejercicios y envío pensamientos rectos todos los días. Mi rutina diaria se ha vuelto mucho más saludable. Me acuesto después de enviar pensamientos rectos a medianoche y me levanto a las 6 o 7 de la mañana. Levantarme a las 4 de la mañana no me resulta fácil, pero estoy trabajando en ello. Presto atención a mi higiene personal e intento estar presentable. Me cepillo los dientes, me peino y me ducho con regularidad. Cuando la gente me habla, me esfuerzo por responder, ser educada y usar mis modales. Al abandonar muchos de mis malos hábitos, ahora estoy más tranquila y optimista.
También he vuelto a la escuela. El instituto en China es muy competitivo y exigente. Todo gira en torno a la preparación de los exámenes de acceso a la universidad. Es casi imposible volver después de tomarse dos años de descanso. Pero, con la ayuda de Shifu, pude mantener mi nivel académico en la mejor universidad a la que asistí. Ahora me resulta mucho más fácil concentrarme y prestar atención en clase. Termino todas mis tareas y me esfuerzo por ponerme al día. Como soy simpática y participo más en clase, mis profesores y compañeros me corresponden con mucho gusto.
Amigos y familiares se asombran de lo mucho que he cambiado. Me felicitan por ser considerada y me dicen que incluso estoy más guapa que antes. Mi hermana sabe mejor que nadie lo mucho que he avanzado. Se le llenan los ojos de lágrimas cada vez que habla de ello. Mi hermana solía soñar con fantasmas espantosos y espíritus de bajo nivel antes de cultivarse en Dafa. Ella sabe que Dafa es bueno y yo sé que quiere continuar, pero su situación es complicada. Desde que dejó de cultivarse en Dafa, esos sueños han vuelto. Cuando tenga la oportunidad, la ayudaré a volver a Dafa.
Sé muy bien que es la fuerza de Dafa la que me ha cambiado. Dafa me guió a través de tiempos oscuros y me sacó del pantano. Cuando esté lista, difundiré la verdad sobre Dafa al mundo y mostraré a la gente lo maravillosa que es Dafa a través de mi propia experiencia. Será especialmente convincente porque es la verdadera historia de mi vida.
«Si volvemos a pelearnos, todo será culpa mía»
Me esfuerzo por cultivar mi xinxing y mejorar mi carácter. Uno de mis objetivos es abandonar el resentimiento hacia mi madre. Este ha sido el mayor reto hasta ahora en mi cultivación. Aunque no lo he superado del todo, he hecho grandes progresos y he tenido algunos avances.
Inmediatamente después de la sentencia de mi padre, mi madre y yo nos vimos obligadas a abandonar nuestra casa y tuvimos que alquilar una casa temporalmente. Con la ayuda de Shifu, recuperamos el acceso a nuestra casa al cabo de un tiempo y dispusimos de los dos lugares. Para evitar peleas conmigo, mi madre se quedaba a menudo en nuestra casa en vez de en el lugar alquilado donde yo estaba. Sin embargo, como el servicio de Internet estaba suspendido, algunas noches tenía que quedarse en la casa de alquiler. Cuando lo hacía, volvía lo más tarde posible para que no tuviéramos que pasar mucho tiempo juntas. Una noche, cuando volvió tarde, le comenté que no tenía por qué venir a la casa de alquiler si no quería, que a mí no me importaba. A eso, ella respondió: «Sí. Cuando me quedo aquí, es más probable que nos peleemos».
Al oír esas palabras, sentí un profundo sentimiento de culpa. Si fuera antes, preferiría que se quedara en nuestra casa, lo más lejos posible de mí. Me di cuenta de que mi resentimiento, mi envidia y mi tendencia a culpar a los demás me impedían ser amable con mi madre. No importa lo que haya hecho, me quiere como madre. Ella fue la verdadera víctima aquí, al ser engañada por las mentiras del PCCh y volverse contra Dafa. Cuando me liberé de mis apegos y nociones humanas, pude ver a mi madre bajo una luz diferente. Pensé un segundo y le dije: «No, madre. A partir de ahora no discutiré ni me pelearé contigo. Intentaré controlar mi temperamento. Si alguna vez volvemos a pelearnos, será por mi culpa. Puedes culparme a mí».
Una sacudida recorrió todo mi cuerpo al pronunciar esas palabras. Nunca le habría dicho algo así a mi madre; no tenía tanta compasión. Pero en aquel momento me pareció natural. Hasta ese momento, me había estado exigiendo más y había mejorado constantemente. Cuando mi madre me reñía, era capaz de no contestarle. En lugar de discutir con ella, intentaba mantener la calma y no decir nada. Si me explicaba de vez en cuando, era siempre con buena intención. También dejé de actuar precipitada e irracionalmente.
Tomada por sorpresa, mi madre no sabía cómo responder: no esperaba algo así de mí. Al final, me dijo: «No todo ha sido culpa tuya». Al cabo de un rato, como si pensara en voz alta, dijo: «Mi niña ya es mayor».
Cuando dejé de criticar, desaparecieron los conflictos
Mi desprecio hacia mi madre solía ser profundo. La criticaba y casi no comía nada de lo que cocinaba. Si estaba de buen humor, comía algunos bocados; si no, ni los probaba. Incluso cuando preparaba algo expresamente para mí, no me lo comía y la culpaba por haberlo hecho sin preguntarme antes. Cuando empecé a trabajar en mi carácter y a esforzarme por cumplir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, me di cuenta de que estaba equivocada al tratar así a mi madre. Me esforcé por abandonar mi resentimiento y dejé de criticar todo lo que hacía mi madre.
Una mañana, mi madre hizo gachas para desayunar. Pensé que se las había hecho ella, así que me preparé mi propia comida. Cuando más tarde me preguntó si había comido, le di mi respuesta sincera. Se quedó callada y pareció un poco decepcionada. Entonces me di cuenta de que debería haber comido algo para ser considerada con sus sentimientos. Le dije que tomaría un poco más tarde. No me gustan mucho sus gachas insípidas, pero cuando dejé a un lado lo que me gustaba y lo que no, para mi sorpresa, mamá me dijo: «Ah, no hace falta. Cuando la hice le puse medicina china. Seguro que sabe a hierbas y no te gustará. No te preocupes. Me lo acabaré».
Me di cuenta de que cuando te desprendes de las nociones humanas, los conflictos desaparecen automáticamente. Ahora, cuando mi madre me prepara comida, siempre tomo un poco e intento acabármela independientemente de si me gusta o no. Es una de las principales formas en que he cambiado.
Mi mentalidad cambió cuando estudié el Fa
Justo antes de volver a la escuela, mi profesor me visitó en casa. Tenía que ordenar mi habitación y mi madre vino a ayudarme. No confiaba en que hiciera un buen trabajo, pues seguía viéndome como la niña poco inteligente e irresponsable que solía ser. Aunque no lo dijo, solo insinuarlo fue suficiente para disgustarme.
Ya estaba muy estresada por la visita. No sabía si iba a causar una buena impresión. ¿Y si no soy lo bastante buena para la escuela? Las dudas y la baja autoestima me hacían muy sensible a cualquier crítica. La «falsa» yo no quería ser menospreciada y temía quedar mal. Mis emociones se apoderaron de mí y perdí el control, olvidando por completo la promesa que le había hecho a mi madre.
Mientras discutía con ella, era consciente de que tenía que parar. Aun así, tardé un rato en calmarme y controlar mi ira. Me sentí fatal por haber perdido los nervios y haber suspendido la prueba de xinxing. Angustiada, dejé todo lo que estaba haciendo y me senté a estudiar el Fa. En el momento en que pensé en estudiar el Fa, muchos elementos malignos y ye de pensamiento fueron eliminados instantáneamente.
Con ambas piernas cruzadas en la posición de loto completo, sostuve Hong Yin con ambas manos. Palabra por palabra, poema por poema, concentré mi mente y leí con un corazón puro. Después de unas pocas páginas, me había calmado y me sentía compasiva y en paz. Miré hacia dentro para examinarme y lamenté lo que había hecho. Ordené mis pensamientos y me disculpé sinceramente con mi madre. Ella aceptó mis disculpas y también se disculpó. El conflicto se resolvió.
A raíz de ese incidente, me di cuenta de la importancia del estudio del Fa y de cómo puede manifestarse de forma diferente en las distintas áreas de nuestra cultivación. No debemos ver el estudio del Fa como un «trabajo» que tenemos que hacer, sino como un faro guía que Shifu nos dio para ayudarnos a cultivarnos y mantenernos diligentes.
Mi madre me ayudó a mejorar
Cuando mi padre fue encarcelado, mi madre tuvo que asumir más responsabilidades, más tareas y más estrés cuidando y manteniendo a la familia. Me imagino el reto y sabía que no era fácil para ella. El hecho de que a veces me tratara mal y me hiciera la vida imposible con su actitud autoritaria podría parecerle algo malo a una persona normal, pero en realidad es algo bueno para un cultivador. La adversidad es precisamente lo que nos ayuda a mejorar. El resentimiento, el odio, la frustración, ¿son lo que debe tener un cultivador? En vez de resentirme con mi madre, la trato con amabilidad para que sienta la benevolencia y la tolerancia de un cultivador. Así, asimilo Dafa como una verdadera cultivadora.
Cuando interactúo con mi madre, mis pensamientos, palabras y acciones a veces no son lo suficientemente amables o tolerantes. Normalmente puedo reconocerlo y mirar hacia dentro para encontrar el apego fundamental que lo causó. Intento no repetir los mismos errores. En el proceso, descubrí que mientras siga mirando hacia dentro para examinarme, suprimiendo y eliminando mis pensamientos incorrectos, aunque no pueda deshacerme de ellos de inmediato, mis nociones y apegos se irán debilitando cada vez más. Al final, incluso esas nociones profundamente arraigadas y súper obstinadas se hicieron cada vez menos, hasta el punto de que apenas podía recordar por qué estaba tan apegada.
Antes de comenzar la cultivación de Dafa, los conflictos entre mi madre y yo eran mucho más intensos que los compartidos entre una típica adolescente rebelde y su frustrada madre. Yo le caía mal a mi madre y ella me caía mal. Era tan grave que, en un momento dado, llegué a decidir que era ella o yo: acabaría con mi vida si ella no moría. La culpaba de todo el sufrimiento de mi vida. Con la ayuda de Shifu y la limpieza de Dafa, pude dejar atrás mi profundo resentimiento y seguir adelante. Esto es lo increíble y poderoso que es Dafa.
Por supuesto, ahora es más fácil hablar de ello; pasar por esas tribulaciones fue extremadamente difícil. Seguiré trabajando duro y cultivándome sólidamente para que un día pueda eliminar completamente este yeli.
El poder de los pensamientos rectos
Me di cuenta de lo aterrador que es para el mal cuando los practicantes de Dafa envían pensamientos rectos. Los pensamientos rectos de los practicantes de Dafa tienen poderes inconmensurables. Durante dos días seguidos, estaba tan cansada por las mañanas que no podía levantarme de la cama. Dormí hasta la tarde y, cuando llegó el momento de enviar pensamientos rectos por la noche, una tremenda fuerza me detuvo. De alguna manera me perdí el tiempo global para enviar pensamientos rectos a medianoche también. Fue un gran error perderme dos días de enviar pensamientos rectos.
Como resultado, un pariente, que también es practicante, fue arrestado y su casa fue saqueada. Fue entonces cuando me di cuenta de la gravedad del asunto. Durante los días siguientes, emití fuertes pensamientos de rectitud durante largos periodos de tiempo, varias veces al día. Pronto, el familiar fue liberado. Si los pensamientos rectos de un practicante no tienen ningún impacto, ¿por qué el mal se esfuerza tanto por impedir que enviemos pensamientos rectos? El mal quiere que tengamos sueño, que no tengamos tiempo, que queramos quedarnos cómodos. Además, independientemente de si tiene algún impacto o no, enviar pensamientos rectos es una de las cosas que un practicante debe hacer. Con mi nueva comprensión, ahora estoy mucho más motivada para enviar pensamientos rectos y me lo tomo muy en serio. Mantengo la palma de la mano erguida y cada vez me concentro mejor y elimino los pensamientos que me distraen.
Dejando ir las cosas de la gente común
Al mirar hacia dentro y examinarme, descubrí muchos de mis defectos. Mi mayor problema era que aún no podía desprenderme por completo de las cosas de la gente común. Después de haber estudiado el Fa, enviado pensamientos rectos y leído artículos de Minghui, me moría de ganas de entrar en los sitios web de la gente común. Mis diversas nociones y apegos, incluso a la fama y al interés propio, se encendieron. Después me sentía culpable, pero no podía controlarme.
Podía mantenerme concentrada cuando estudiaba el Fa, enviaba pensamientos rectos y leía artículos de Minghui, pero en cuanto terminaba, mis apegos y nociones se apoderaban de mí y me obligaban a pasar horas interminables navegando por Internet, viendo y leyendo cosas sin sentido compartidas por gente común. ¿Cómo iba a aumentar mi gong? ¿Cómo iba a mejorar mi carácter? ¿Cómo me podía cultivar? Me sentí muy avergonzada y decidí que debía dejar de hacerlo. Desinstalé aplicaciones y programas y me puse a escuchar Radio Minghui en lugar de música pop.
Mi mente se aclaró y mi corazón se apaciguó. Cuando me ponía nerviosa, sintonizaba Radio Minghui. Mi mente se despejaba al instante y mis nociones humanas se suprimían.
Este semestre, en el que he tomado algunas clases a distancia, he tenido que conectarme a sitios web de gente común. En cuanto abría una página, diferentes anuncios y ventanas emergentes se disputaban mi atención. Los mensajes contenían diversos grados de adoctrinamiento y propaganda del PCCh. Los contenidos eran asquerosos y detrás de ellos había elementos malignos que incitaban y reforzaban los apegos humanos. Antes sólo tenía una vaga idea de lo dañinas que eran estas cosas. Ahora, al volver de una pausa, está muy claro que el único propósito de estos contenidos inmundos es destruir la moral humana y llevar a la humanidad a la destrucción.
Cultivar la verdad
Yo solía ser una mentirosa compulsiva y habitualmente no decía ni incluía toda la verdad. Para salvar las apariencias, proteger mis intereses o por otras razones egoístas, narraba de manera que me beneficiara. Pero, como cultivadora de Falun Dafa, debo cultivar la «Verdad». Ya no miento, y cuando hablo, presto atención extra para no decir cosas falsas. Si no estoy segura de algo, uso palabras como «quizás» y «tal vez». Si no puedo decir «todo», digo «la mayoría» o «normalmente». Si me gustaría intentar algo, pero no estoy segura al 100% de poder conseguirlo, digo que «debería poder» o que «haré lo que pueda». Si no tengo la respuesta a algo, simplemente no digo nada. Si no puedo garantizar algo, no lo prometo, y si lo hago, me aseguro de cumplirlo.
Hubo veces en que las cosas simplemente escaparon a mi control o me olvidé de ellas, por lo que no pude cumplir mi palabra, pero es muy raro. En general, soy honesta y cumplo mis promesas. Intento decir las cosas como son y responder a las preguntas con sinceridad, con muy pocas excepciones. Creo que, como cultivadores, deberíamos poder compartir la mayoría de las cosas que hacemos de forma abierta y honesta. Si nos resulta difícil, es probable que no estemos haciendo lo correcto y que nuestros apegos estén en juego. Cada una de nuestras afirmaciones debe ser cierta, sólo así podremos cumplir los requisitos de Shifu para los practicantes.
Yo también dejé de hacer trampas en los exámenes. Solía hacer trampas de todas las formas imaginables -con hojas de trampas, hojeando libros debajo del escritorio o copiando las respuestas de otros estudiantes-, de lo contrario, nunca aprobaría ninguna de mis clases. Ahora sé que está mal hacer trampas. Incluso cuando el profesor sale de la clase durante un examen y todo el mundo a mi alrededor se está copiando las respuestas, yo escondo la cabeza e intento hacerlo por mi cuenta.
Seguir mejorando en todos los ámbitos
No me gustan los insectos y me daban miedo. Solía pensar que matar bichos pequeños, como moscas, cucarachas y polillas, no era gran cosa, y pensaba: «Seguro que no se considera “matar”, como dijo Shifu en el Fa». Pero ahora sé que no debemos matar sin importar el tamaño del ser. ¿Cómo podría un cultivador de Dafa tener miedo de los insectos pequeños? Si tuviéramos miedo de esas cosas, ¿cómo nos deshacemos del miedo a cosas más grandes y más espantosas? Si nos molestan los insectos, ¿cómo nos libramos del resentimiento profundo? ¿Cómo hacemos frente a deudas de ye más graves? Claro que los bichitos causan inconvenientes y molestias, pero eso es desde la perspectiva de una persona común egocéntrica. A los cultivadores se nos exige más. Todas las cosas tienen vida y debemos apreciarlas.
Cuando solía entrar en Minghui.org, no siempre saludaba a Shifu cuando aparecía su foto. Probablemente porque me sentía avergonzada y culpable, tenía miedo de mirar a Shifu y bajaba rápidamente. Pero Shifu y los innumerables seres superiores me observan y saben exactamente lo que pensaba: lo que hice fue una falta de respeto. Ahora, lo primero que hago al entrar en Minghui es mirar la foto de Shifu y saludarle en silencio. A veces también inclino la cabeza y junto las palmas de las manos. Cuando veo fotos de Falun, también las saludo. Seguiré trabajando en este sentido y espero hacerlo aún mejor.
Antes me limitaba a esperar a que se abriera Freegate (software anticensura) y me conectaba a Internet tras hacer clic en el icono. Nunca se me ocurrió dar las gracias a este software. En otras dimensiones, todas las cosas tienen vida, incluido Freegate, que nos permite saltarnos el gran cortafuegos de China, entrar en Minghui.org y conectar con practicantes de todo el mundo. Cada vez que utilizo Freegate y otros programas, les doy las gracias de todo corazón.
Mi estado de ánimo se elevó a medida que mejoraba continuamente mi carácter y me asimilaba al Fa. Crea una sensación de libertad asociada con el desapego de las cosas mundanas: es la verdadera alegría de la vida. Cualquier ser que ha obtenido el Fa es el más afortunado.
Cosas increíbles que me han sucedido
Desde muy joven he sabido y creído que Dafa es buena. Sólo con esta creencia, he sido bendecida con buena salud y no he necesitado tomar ningún medicamento desde que era niña. Cuando empecé a cultivarme en Dafa, algunas de mis dolencias menores desaparecieron.
Era propensa a tener la garganta seca y a que me sangraran las encías por las mañanas, que también desaparecieron por completo. Cuando la gente a mi alrededor se resfría, tose o estornuda, yo me encuentro perfectamente. Parece que soy inmune a todas las enfermedades que me rodean. Antes me mareaba mucho y vomitaba incluso durante un viaje corto. Ahora soporto los viajes largos. Me he mareado un poco, pero no tanto como antes. Mi familia se sorprendió mucho de que pudiera aguantar un viaje entero sin vomitar.
Para volver a la escuela y poder graduarme, necesitaba ponerme al día con algunos exámenes estandarizados. Antes de dejarlo, apenas aprendía nada. En los dos años que estuve fuera, olvidé casi todo lo que sabía. Tuve un mes para prepararme para los exámenes y no me sentí preparada cuando llegó el día.
No tenía ni idea de cómo responder a la mitad de las preguntas de los exámenes. Al final, pensé que lo había hecho bien en dos asignaturas, pero suspendí todo lo demás. Mientras me preparaba mentalmente para volver a hacerlos en el futuro, llegaron los resultados: los había aprobado todos. Qué sorpresa. No me lo podía creer: «Tiene que ser un error». Fue completamente inesperado, pero entonces me di cuenta: «Sólo Dafa tiene un poder tan increíble».
No tenía ni idea de cómo responder a la mitad de las preguntas de los exámenes. Al final, pensé que me había ido bien en dos asignaturas, pero suspendí todo lo demás. Mientras me preparaba mentalmente para volver a hacerlos en el futuro, llegaron los resultados: los había aprobado todos. Qué sorpresa. No me lo podía creer: «Tiene que ser un error». Fue completamente inesperado, pero entonces me di cuenta: «Sólo Dafa tiene un poder tan increíble».
Retribución de ye instantánea
Volcada contra Dafa por las mentiras del PCCh, mi madre se peleó a menudo con mi padre durante toda mi infancia. Ella debe haber sido controlada por espíritus malignos, ya que actuaba irracionalmente y a menudo maldecía e insultaba a Shifu y a Dafa. Con un tono cruel y áspero, repetía esas palabras una y otra vez.
Parece que el mal que había detrás de mi madre se ha aplacado porque yo he cambiado en los últimos dos años. Hacía mucho tiempo que no decía nada irrespetuoso. Eso fue hasta hace poco, cuando algo la provocó y dijo algo irrespetuoso. Pero su voz era baja y temblorosa, no tan fuerte como antes. Luché contra el impulso de replicar y me abstuve de discutir. En silencio, envié pensamientos rectos para eliminar todos los elementos malignos que había detrás de ella.
Detrás de ella había un cargador de móvil enchufado a la toma de corriente. Justo cuando se dio la vuelta para marcharse, los cables del cargador se enredaron en sus pies. Tropezó y casi se cae. Puede parecer una pequeña coincidencia, pero yo sabía que no era tan sencillo. Sentí lástima por mi madre: ser irrespetuosa con Dafa seguramente traería consecuencias. Hay innumerables seres superiores a sólo cinco centímetros por encima de nuestras cabezas, observando de cerca cada movimiento, cada palabra y cada pensamiento nuestro. Unas pocas palabras irrespetuosas hacia Dafa podrían producir mucho ye. Creo que no fue mamá quien dijo esas palabras, sino el mal que había detrás de ella.
En el camino correcto
Me encontraba en un lugar oscuro y solitario, encaminada directamente hacia la destrucción, cuando Shifu me salvó. Me iluminó con los profundos principios del Fa y me guió con compasión. La cultivación en Dafa iluminó mi vida. Soy la practicante más afortunada de Dafa.
Todavía tengo muchas nociones humanas como la envidia, la lujuria, no tomar bien las críticas y el apego a la fama y el interés propio que necesito trabajar. Aún tengo mucho yeli de pensamiento que debo eliminar. Esta vez no defraudaré a Shifu. Ahora me estoy tomando un tiempo para centrarme en mí misma, pero cuando llegue el momento, aclararé la verdad sobre Dafa en persona y diré a la gente lo maravillosa que es Dafa.
Estoy eternamente agradecida a Shifu, que compasivamente vela por mí, me guía y me salva. Gracias, Shifu. Hay tantas cosas que quiero decir, pero todo se resume en estas palabras sagradas: «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno». Falun Dafa es un Fa recto con poderosa virtud. El objetivo final del PCCh es destruir a la humanidad. Ilusorio, el PCCh lanzó una persecución implacable, pensando que impediría que la gente obtuviera y fuera salvada por Dafa. Cientos de miles de familias felices fueron separadas. Innumerables practicantes honestos y bondadosos fueron acusados injustamente y encarcelados. Algunos incluso perdieron la vida por defender su fe.
Si alguna vez oyes hablar de Dafa, tómate un minuto para aprender más sobre ello. Todas tus preguntas y dudas quedarán resueltas. Si aún no conoces la verdad sobre Dafa, busca a los practicantes de Dafa a tu alrededor. Mientras dejes de lado los prejuicios y escuches los relatos de los practicantes con un corazón tranquilo y abierto, todas las mentiras desaparecerán. El Cielo eliminará pronto al PCCh. Sólo renunciando a él y a sus organizaciones juveniles podrás estar a salvo del desastre. Deseo de verdad que toda la gente buena se salve.