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Ser arrestado es una oportunidad de cultivación

Ene. 22, 2024 |   Por un practicante de Falun Dafa en China

(Minghui.org) Tengo más de 70 años. Después de empezar a practicar Falun Dafa en 1998, me recuperé de varias enfermedades. A lo largo de los años, sin importar el clima que hubiera, salía todos los días para aclarar la verdad sobre Dafa. Hablar con todo tipo de personas me dio muchas oportunidades para cultivarme. Muchas personas me dieron las gracias, pero otras me regañaron o amenazaron con denunciarme.

El PCCh no paga tu salario

Cuando estaba aclarando la verdad a la gente un policía me dijo: "Ni se te ocurra irte". Pensé para mis adentros: "No importa lo que digas porque Shifu tiene la última palabra. Debo irme en 20 minutos". Cuando me llevaron a la estación de policía, me limité a decirles la verdad sobre Dafa.

Tomaron notas mientras hablaba. Les dije: "Falun Dafa es recto. Ustedes cometen un crimen al perseguir a los practicantes". El jefe de policía dijo: "Nosotros seguimos órdenes. El Partido Comunista Chino (PCCh) nos paga". Le expliqué: "No, el PCCh no paga sus salarios. El PCCh no trabaja ni opera las fábricas. Son los trabajadores y los agricultores los que pagan los impuestos que los mantienen". El director me dijo: "Puedes irte". Salí de la estación de policía en 20 minutos exactos. ¡Gracias Shifu por protegerme!

Padre e hija liberados

Mi hija también practica Falun Dafa. Un día ella y yo salimos y hablamos con la gente sobre Dafa y la persecución. Cuando aclaré la verdad a un policía vestido de civil, cinco policías vinieron por detrás y me sujetaron. Intentaron hacerme subir a un coche de policía. Pero estos hombres fuertes y jóvenes no pudieron moverme. Cuando mi hija se dio a la fuga, los policías le registraron el bolso y encontraron mucho material para esclarecer la verdad. Después de que la arrastraran al coche, decidí ir con ellos. La estación de policía era la misma a la que me llevaron la última vez que me detuvieron. Un policía me reconoció y me dijo: "Te dije que no volvieras por aquí. Ni pienses en irte esta vez".

Esperé hasta última hora de la tarde. Entonces pensé: "No, tengo que aclarar la verdad sobre Dafa". Les dije a los dos policías de guardia: "Dejen que me vaya. No debo quedarme aquí". Me dijeron que encontrarían un buen lugar para mí, lo que significaba que me detendrían en otro sitio. Les dije: "Lo que ustedes digan no cuenta. ¿Sabían que Bo Xilai y Zhou Yongkang fueron detenidos porque perseguían a Falun Dafa? ¿Sabían que un jefe de la policía local, fulano de tal, persiguió activamente a los practicantes de Dafa, se estrelló contra un gran árbol y murió el día de la boda de su hija?". Me dijeron: "Cuéntanos más, para que podamos grabarte y tomarte vídeo". Les dije: "Grábenlo, grábenlo bien y que lo vea todo el mundo". Se fueron y volvieron pronto. Uno dijo: "Puede irse anciano". Pregunté: "¿Dónde está mi hija?". Uno dijo: "Su hija puede irse con usted".

La policía conoce la verdad

Cuando estaba hablando a la gente sobre Dafa llegó un coche de policía después de que alguien me denunciara. La policía intentó arrastrarme hasta el coche. Cuando no pudieron moverme, pidieron refuerzos y llegó otro coche de policía. Se bajó un supervisor y me preguntó qué había pasado. Le dije: "Muchos vinieron por mí. Vámonos". Seguí aclarando la verdad después de llegar a estación de policía. El jefe de policía dijo: "Muy bien, deja de hablar. Ahora lo entiendo. Vete". Me fui a casa.

Aclarar la verdad a la policía

En una ocasión, me negué a subir al coche de policía. Sin embargo, tras un largo enfrentamiento con la policía, les dije que iría con ellos para que pudieran cumplir sus órdenes. Cuando llegué a la estación de policía, que tiene mala reputación por detener a practicantes de Falun Dafa, seguí aclarando la verdad a la policía. No querían escucharme. Finalmente, dos policías comprendieron y aceptaron renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles. Al cabo de un rato, encontraron el número de teléfono de mi hija y le pidieron que fuera a la estación de policía. El jefe de policía le preguntó mi edad y mi hija contestó: "Esta en sus setenta años". Se sorprendió y dijo: "Tiene muy buena salud para tener más de 70 años. Yo acabo de cumplir 50 y tengo todo el cuerpo plagado de enfermedades". Mi hija respondió: "Entonces debería practicar Falun Dafa con mi padre". El jefe de policía se rió. Volví a casa sano y salvo.

Hacer entender a la policía que está cometiendo un delito

Aclaro la verdad sobre Dafa dondequiera que voy. Cuando visité a mi hijo en otra ciudad, un tipo malvado local avisó a la policía. Me llevaron a la estación de policía, donde seguí explicando la verdad. El policía asintió sin decir nada. Finalmente, mi hijo y su supervisor vinieron a llevarme a casa.

A partir de estos cinco incidentes, especialmente el último, por fin me di cuenta de que no debía dejar que el mal siguiera persiguiéndome. A partir de ahora, no los voy a escuchar ni a seguir. No he infringido ninguna ley. Son ellos los que están cometiendo un delito. Desde entonces, no he tenido miedo de nada, y no he vuelto a experimentar esa persecución.

No perder ni un solo día

Hace unos días, me encontré ocho callos en el talón y en la planta del pie. Caminar era muy doloroso. Sin embargo, seguí saliendo para aclarar la verdad a la gente sin faltar ni un solo día. Un día traté de aclarar la verdad a un anciano, pero él se negó a escuchar. Me puse un poco ansioso y le dije: "Hermano, estás confundido". Empezó a regañarme utilizando muy malas palabras. Miré hacia mi interior y le contesté rápidamente: "Perdón, cometí un error". En el camino de vuelta, comprobé que ya no me dolía el pie, aunque antes me dolía tanto que no me atrevía a tocar el suelo con él. Al día siguiente, los callos se pusieron negros y luego se curaron todos.