(Minghui.org) Al estar inmersa en la gracia benevolente y salvadora de Shifu, durante los últimos diez años de práctica de Falun Dafa, tengo mucho que decir. Me gustaría compartir mi experiencia de desempeñar un papel de apoyo mientras trabajo con otra practicante para contar a la gente los hechos sobre Falun Dafa y la persecución.
Trabajo con la Sra. Bao, que es una practicante veterana. Habla bien con la gente, y normalmente le basta con un par de frases para crear un ambiente agradable. La gente la escucha y renuncia al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles. Así que, naturalmente, me vi obligada a desempeñar un papel secundario.
Pensaba que mi papel consistiría en transmitir pensamientos rectos, observar el ambiente y anotar los nombres de las personas que querían renunciar al Partido. Pero pronto me di cuenta de que no era tan sencillo.
La Sra. Bao tenía que hablar de cosas distintas a cada persona. En cuanto a mí, tenía que adaptarme y responder adecuadamente a las distintas situaciones. No podía limitarme a enviar pensamientos rectos y permanecer en silencio, ni debía hablar fuera de turno. Tenía que hablar en el momento adecuado. En cuanto a lo que debía decir y cómo decirlo, necesitaba dominar bien el tema.
Una vez, cuando nos reunimos con una mujer de mediana edad, la Sra. Bao comentó que los funcionarios del PCCh son tan corruptos que no les importan los ciudadanos de a pie. La mujer lo reconoció. Sin embargo, en cuanto la Sra. Bao mencionó la posibilidad de renunciar al PCCh, la mujer guardó silencio. Probablemente estaba engañada por la propaganda del PCCh y tenía algunos malentendidos sobre Dafa. Así que me uní a su conversación para hablar de la escenificación de la farsa de la autoinmolación en la plaza de Tiananmen.
La Sra. Bao sacó a colación otras cosas, como que Dafa se había extendido por todo el mundo y que se había descubierto la mística "piedra del carácter oculto" en la provincia de Guizhou, China. Al final, esta mujer renunció al Partido y a sus afiliados.
Shifu me da la sabiduría para decir lo correcto
En nuestro trabajo juntas, era habitual que yo dejara espacio a la Sra. Bao para no molestar a los que escuchaban. Cuando la gente venía en parejas o en grupo, me esforzaba por hablar con otra persona para que ella pudiera centrarse en hablar sólo con esa persona. Sin embargo, no soy elocuente y a veces me costaba encontrar un tema del que hablar. Por mucho que lo intentara, era un gran reto.
Pero cuando realmente me dejaba llevar y mantenía una mentalidad pura, Shifu me daba sabiduría al poner en mi mente las palabras correctas para decir. A veces, cuando me encontraba en una situación incómoda, una inspiración repentina me ayudaba a salir del atolladero y todo iba sobre ruedas.
Hablamos con un anciano que estaba sentado junto a un parterre. Después de hablar un rato con él, la Sra. Bao seguía sin encontrar lo que quería decirle. Yo le enviaba pensamientos rectos y me di cuenta de que le costaba encontrar por dónde empezar.
Le dije al hombre con una sonrisa: "¡Hola! ¿Has trabajado alguna vez para el ejército? Todavía tienes la postura erguida de un soldado".
Me contestó: "¡Así es! Fui comandante. Antes de jubilarme, fui vicepresidente en una fábrica". La Sra. Bao empezó entonces a hablar de la corrupción en el ejército y le ayudó a renunciar al Partido.
Los practicantes suelen toparse con todo tipo de personas cuando salen a esclarecer la verdad. Trabajar bien con otros practicantes es necesario para salvaguardar el Fa. No debemos entrar en discusiones con la gente, sino hacer todo lo posible para ayudarles a entender que Falun Dafa es bueno y el PCCh es malo, para que puedan posicionarse para el futuro. En cuanto a qué decir y qué hacer, parece difícil, pero en realidad no lo es. Con el poder de Shifu, podemos mejorar la situación.
La Sra. Bao tiene 70 años. Tiene muy presentes las palabras de Shifu y no teme ni al sol abrasador ni al duro invierno. Sale todos los días para ayudar a salvar a la gente. Es una anciana respetable. Sin embargo, hay algunos jóvenes que le dan la espalda.
Una vez vimos a una joven de piel morena repartiendo folletos. La Sra. Bao le dijo amablemente: "¡Hola! Pareces de la India".
Antes de que la Sra. Bao pudiera continuar, la joven le dijo severamente: "¿Cómo voy a parecer india? Soy china". Su reacción avergonzó a la Sra. Bao.
Rápidamente intervine: "Ella sólo quería elogiarte, ya que las mujeres indias son hermosas. En la India es donde se originó el budismo, ya que la gente cree en lo divino. Por lo general, son muy amables y están protegidos por los dioses. Sólo quería elogiarte a ti, una chica guapa y simpática, eso es todo".
La Sra. Bao le dijo entonces que Falun Dafa es un Fa de la escuela Buda y le pidió que recitara "¡Falun Dafa es bueno!" y "¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!" para tener un buen futuro. Esta chica también renunció al PCCh.
Asumir el papel principal cuando sea necesario
Este papel de apoyo no sólo requiere que uno domine distintas habilidades, sino también que asuma el papel principal cuando sea necesario.
Una vez nos encontramos con una familia de tres miembros: Abuela, madre y nieto. Cuando la Sra. Bao empezó a hablar con la abuela, la madre escuchó. Sin embargo, el nieto empezó a apartar a la madre para cruzar la calle. Pensé para mis adentros: Esto no puede ser. Si cruza la calle, perderá la oportunidad de escuchar la verdad. No podemos permitir que pierda la oportunidad de salvarse.
Caminé hasta alcanzarla mientras esperaba para cruzar la calle y empecé a hablar. Aceptó renunciar al PCCh. La abuela, con la que hablaba la Sra. Bao, también renunció al Partido.
Nos hemos encontrado con la siguiente situación varias veces. La Sra. Bao hablaba con alguien, mientras la persona escuchaba. Sin embargo, cuando se trataba de renunciar al PCCh, sólo sonreía sin expresar su postura. Aunque ella intentó persuadirle, él permaneció neutral. Lo interesante fue que luego me miró mientras yo enviaba pensamientos rectos a un lado. Pensé que no debía interrumpir su conversación, así que le sonreí y asentí. Entonces aceptó renunciar al Partido. Ha sido muy interesante.
Ha habido tantas situaciones diferentes, pero el propósito de salvar a la gente nunca cambiará. Mientras la gente pueda ser salvada, los practicantes pueden trabajar juntos o individualmente. Sin los meticulosos arreglos y la benevolente protección de Shifu, sería muy difícil para nosotros hacerlo bien.
Nuestra forma de esclarecer la verdad debe ser flexible. Todo depende de la situación. Las personas con las que nos cruzamos son de todo tipo. Cuando trabajamos bien unos con otros, las cosas salen bien; de lo contrario, nuestros esfuerzos no conseguirán un buen efecto. Pero siempre tomamos la iniciativa de mirar hacia dentro para rectificarnos, a fin de cumplir nuestros votos.
Gracias, Shifu, por haberme conseguido una practicante tan estupenda para trabajar. Su sentido de la responsabilidad y su misión de cuidar de todos los seres conscientes me motivan. También me ayuda a ver las brechas que hay entre nosotras para que pueda rectificarme.
Este año, sabíamos que los estudiantes de los condados de los alrededores hacían los exámenes de acceso a la universidad en nuestra ciudad, así que decidimos caminar a ambos lados de la carretera, frente a la entrada de la escuela. Conseguimos ayudar a más de diez estudiantes a renunciar al PCCh.
Nos enteramos de que vendrían más estudiantes el último día de exámenes por la tarde. La Sra. Bao sugirió que volviéramos a salir esa tarde para ayudar a salvarlos. Pero con el calor sofocante que hacía, y debido a eso, se habían minado mis fuerzas, me resistía a ir.
Sin embargo, la Sra. Bao me dijo con firmeza: "No te preocupes. Puedo ir sola. Salvaré a tanta gente como pueda". Tiene 70 años. Con este calor extremo, sólo pensaba en los seres conscientes y en su responsabilidad como practicante. Estaba muy conmovida y no tenía excusa para no dar un paso adelante. Recordé que, después de que los alumnos terminaran el examen y se marcharan, aún no queríamos irnos y esperamos un poco más para ver si salía algún alumno más de la escuela. Sólo cuando ya no quedaba nadie, nos fuimos por fin.
Durante el proceso de desempeñar un papel secundario, a veces mi egoísmo se apoderaba de mí y pensaba: Ya que la Sra. Bao habló con esta gente y les ayudó a renunciar al Partido, ¿qué poderosa virtud tendría yo? Pensaba que la Sra. Bao era muy capaz de salvar a los seres conscientes y que lo habría hecho igual de bien sin mí. Entonces, ¿qué papel desempeñé yo? Sólo la acompañaba a pasear por las calles. Pero cada vez que pensaba esto, aparecían en mi mente las palabras de Shifu: “…Obtener reconocimiento y virtud no es la preocupación…” (Con un pensamiento”, Hong Yin (II)).
Comprendí la insinuación de Shifu: no debo preocuparme por las pérdidas y ganancias personales. Mientras la gente pueda salvarse, ¡ese es mi mayor deseo!