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Toronto, Canadá: Jóvenes practicantes desean a Shifu un feliz Festival de Medio Otoño y están decididos a cultivarse firmemente a pesar de la persecución

Sept. 28, 2023 |   Por los corresponsales de Minghui en Toronto, Canadá

(Minghui.org) Celebrado por la mayoría de los países asiáticos, el Festival del Medio Otoño es un momento en el que las familias se reúnen y celebran con sus seres queridos. La fiesta es especialmente conmovedora para un grupo de jóvenes porque sus padres están encarcelados debido a la persecución a Falun Dafa por parte del Partido Comunista Chino (PCCh), lo que hace que las reuniones familiares sean imposibles para ellos.

Estos jóvenes practicantes de Falun Dafa crecieron en un entorno de cultivación y aprendieron a templar su carácter (xinxing) y a afrontar las grandes pruebas con serenidad. Al acercarse de nuevo el Festival de Medio Otoño, quisieron expresar su gratitud al Maestro Li Hongzhi, fundador de Falun Dafa, por su guía y enseñanzas, que les permiten elevarse en medio de las dificultades y convertirse en personas resilientes y rectas.

Jóvenes practicantes de Toronto desean a Shifu un feliz Festival de Medio Otoño.

"Una corriente clara en este mundo turbio"

Stacy da las gracias a Shifu y le desea un feliz Festival del Medio Otoño.

Stacy, nacida en 1994, era débil y con frecuencia tenía fiebre alta cuando era pequeña. A menudo tenía que medicarse y ponerse inyecciones. Sus padres tenían que trabajar en otra ciudad, así que vivía con una tía. Cuando Stacy tenía siete años, su tía cayó gravemente enferma, dejándola sola y desamparada. Por aquel entonces, una tía mayor acababa de empezar a practicar Falun Dafa. Era amable y se ofreció a cuidar de Stacy. Esta tía se convirtió en una madre para Stacy.

Todas las noches, Stacy dormía junto a su tía y la escuchaba leer Zhuan Falun (el libro principal de Falun Dafa). Stacy recordaba: "Cuando era joven, era irritable, revoltosa y egocéntrica. Pero después de escuchar Zhuan Falun, aprendí a ser amable y tolerante. Estaba dispuesta a compartir libros con otros niños y ayudaba a mi tía con las tareas domésticas. Dejé de ser débil y enfermiza y me volví fuerte y sana".

Cuando Stacy tenía trece años, una noche se acostó temprano porque tenía un examen final al día siguiente. En mitad de la noche, la despertó un revuelo. Abrió los ojos y vio a su tía esposada, retenida por dos policías. Stacy estaba aterrorizada y lloraba.

"Estaba resentida con la policía y pensaba que eran malas personas que habían hecho daño a mi tía. Pensaba que se enfrentarían a las consecuencias. Más tarde, a través de la cultivación, me di cuenta de que Shifu me enseñó a tener bondad y compasión. Aprendí a soltar el odio y a resistir esta persecución con una mentalidad pacífica". Stacy dijo que contó a sus compañeros la verdad sobre la persecución a Falun Dafa, con la esperanza de que pudieran distinguir el bien del mal. También distribuyó material para esclarecer la verdad, CD y pegatinas.

La compañera de habitación de Stacy en la universidad era indiferente y sarcástica, lo que dificultaba que otros se acercaran a ella. Sin embargo, Stacy se recordó a sí misma que era una practicante, por lo que debía ser amable con los demás. Fue sinceramente amable con su compañera de cuarto e hizo amistad con ella. Con el tiempo, la personalidad de su compañera se volvió tan alegre y servicial como la de Stacy.

Su compañera de cuarto le dijo a Stacy que se había vuelto agresiva porque la habían acosado en la escuela cuando era pequeña. Fue la amabilidad de Stacy, sin pedir nada a cambio, lo que la conmovió y cambió.

Stacy dijo: "Como practico Falun Dafa aprendí a tratar a los demás con amabilidad. Después de darme cuenta de que el poder de la amabilidad puede cambiar a la gente que me rodea, me volví más decidida a cultivarme".

Como joven discípula que lleva practicando más de 20 años, Stacy dijo: "La gracia de Shifu es inmensa e indescriptible. El mundo es confuso, y mucha gente está perdida y se deja llevar por la corriente. Sólo porque practico Falun Dafa he podido ir contracorriente y convertirme en una corriente clara en este mundo turbio".

"Shifu me ayudó a encontrar el camino a casa"

Hannah desea a Shifu un feliz Festival del Medio Otoño.

Hannah es estudiante universitaria. Cuando estaba en la guardería, vivió personalmente la persecución. "Saquearon nuestra casa", recuerda. "Sólo recuerdo el desorden en el suelo, el llanto de mi hermana pequeña, la impotencia de mi madre y el momento de ver cómo la malvada policía sacaba a mi padre de casa. Llevaba ropa fina y ni siquiera le dejaron ponerse los zapatos".

Hannah no vio a su padre durante dos años. Su madre visitó repetidamente a las autoridades, intentando que liberaran a su padre del campo de trabajo forzado, mientras Hannah y su hermana quedaban al cuidado de su tía y su abuela.

Tras la liberación de su padre, las autoridades locales no dejaron de vigilar a la familia de Hannah. "La gente nos vigilaba. Había cámaras en el ascensor, y el guardia de seguridad de la entrada de la urbanización nos interrogaba cada vez que salíamos o volvíamos a casa; nos recordaban constantemente que la persecución continuaba", cuenta Hannah.

Debido a la dureza del entorno en China, los padres de Hannah decidieron llevarse a sus dos hijas a Canadá cuando Hannah estaba a punto de entrar en el primer ciclo de secundaria. Sin embargo, el PCCh se negó a expedir un pasaporte para el padre de Hannah. Hannah no ha visto a su padre desde hace casi ocho años.

Hannah siempre ha creído que Dafa es recto, no sólo por las enseñanzas y los ejemplos de sus padres, sino también porque ha experimentado personalmente las maravillas y la belleza de Dafa. Cuando estaba en octavo curso, participó en el Concurso Gauss de Matemáticas celebrado en la Universidad de Waterloo. "Acababa de asistir a las celebraciones del Día Mundial de Falun Dafa en Ottawa y regresé a Toronto esa noche. Todavía tenía sueño antes del examen. Las últimas preguntas del examen supusieron un reto para mí".

Ella siempre recitaba "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno", y pedía ayuda a Shifu cuando se enfrentaba a un problema que no podía resolver. Hannah hizo lo mismo esta vez. Con la bendición de Shifu, pudo responder a las preguntas. Inesperadamente, ganó el primer premio.

"Gracias, Shifu, por ayudarme a encontrar el camino a casa en este vasto mundo", expresó Hannah.

"La cultivación me torna radiante y alegre"

Gilbert desea a Shifu un feliz Festival del Medio Otoño.

Nacido en 1996, Gilbert sólo tenía un año cuando él y su madre escucharon la grabación de las conferencias del Fa de Shifu. Empezó a aprender a leer cuando tenía tres años, pero le resultaba difícil y no podía reconocer los caracteres. Sin embargo, cuando su madre le enseñó a leer Zhuan Falun, mostró una inteligencia extraordinaria. A una edad temprana, fue capaz de leer todo el libro.

La persecución de Falun Gong comenzó en 1999. Gilbert sólo tenía cuatro años cuando él y su madre viajaron a Beijing en 2000 para apelar al gobierno. Fueron detenidos y separados. La policía lo devolvió a su padre, pero su madre fue detenida en Beijing.

Posteriormente, la madre de Gilbert fue detenida en repetidas ocasiones. La policía y la gente del comité vecinal llamaban a su puerta y los acosaban. Su padre tuvo que pedir a un familiar que cuidara de Gilbert. Siempre estaba preocupado por su madre.

Gilbert recuerda: "Cuando tenía ocho años, mi madre hizo una huelga de hambre para protestar por la detención ilegal. La soltaron cuando su vida corría peligro. Me deprimí. Aunque la persecución era dura y estaba aterrorizado, comprendí el sentido de la vida. Nunca pensé en dejar de practicar Falun Dafa y siempre he creído en Shifu y en Dafa".

Cuando Gilbert tenía doce años, empezó a asumir responsabilidades más allá de su edad y comenzó a proporcionar apoyo técnico (informático) a los practicantes de Dafa. Les enseñó a descargar e imprimir materiales de aclaración de la verdad. Dijo que había que tener mucha paciencia para enseñar a los practicantes mayores a utilizar los ordenadores y a mantener las impresoras. "Shifu nos enseñó a mirar hacia dentro", dijo Gilbert. "Así que ya no miraba hacia fuera y no me quejaba de los olvidos de los practicantes o de lo lentos que eran. En lugar de eso, descubrí que yo era impaciente. Decidí que el proceso de enseñanza era una prueba de mi carácter y enseñé pacientemente a los practicantes más veteranos".

A los diecinueve años, Gilbert vino a Canadá para asistir a la universidad. El año pasado, Gilbert empezó a trabajar en una empresa de medios de comunicación dirigida por practicantes. "Conocí a otros jóvenes practicantes. Todos son inocentes, vivaces y alegres. Me di cuenta de que ese es el estado de ánimo que debería tener. La gente que me conocía antes no se lo podía creer cuando me volvía a ver. Antes estaba triste, pero ahora siempre sonrío.

"¡Deseo respetuosamente a Shifu un feliz Festival de Medio Otoño! Estaré a la altura de la benevolencia de Shifu y practicaré con diligencia".