A una mujer de Sichuan se le niega la libertad condicional por motivos médicos y pasa en el hospital los últimos meses de su sentencia de cuatro años de prisión
(Minghui.org) Una residente de la ciudad de Xichang, provincia de Sichuan, pasó los últimos meses de su sentencia de cuatro años de prisión en un hospital, ya que las autoridades nunca aprobaron su solicitud de libertad condicional médica a pesar de que le habían diagnosticado un derrame cerebral. Cuando la Sra. Luo Mingchun fue finalmente puesta en libertad el 12 de agosto de 2023, la mujer, antaño sana y enérgica, se había convertido en una persona frágil, de rostro pálido, andar inestable y mano izquierda demasiado débil para levantar o sujetar objetos.
En lugar de permitir que su hijo la recogiera del hospital, otras seis personas de diversos organismos, entre ellos el Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos de la ciudad de Xichang, el Departamento de Policía de la ciudad de Xichang y el gobierno local de la aldea de la Sra. Luo, intentaron llevarla directamente a una oficina gubernamental para prolongar su detención, pero cedieron ante su enérgica protesta.
La Sra. Luo fue detenida el 12 de agosto de 2019 por su fe en Falun Gong, una práctica mente-cuerpo que ha sido perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999. Ella atribuye a la práctica haberla sacado de la depresión y curado su pielonefritis (infección bacteriana que causa inflamación de los riñones), pero se convirtió en blanco de la persecución.
El Tribunal de la ciudad de Xichang la sentenció a cuatro años de prisión el 9 de diciembre de 2020, y el Tribunal Intermedio de la Prefectura Autónoma Liangshan Yi rechazó su apelación el 2 de marzo de 2021.
La Sra. Luo cumplió la mayor parte de su sentencia en el Centro de Detención de la ciudad de Xichang, antes de ser trasladada al Segundo Pabellón de la Prisión de Mujeres de la provincia de Sichuan, en la ciudad de Chengdu, el 10 de abril de 2023. En 2022 había desarrollado hipertensión, pero el centro de detención nunca informó a su familia de su estado de salud y siguió colaborando con la prisión para mantenerla recluida. Tras su traslado a prisión, su salud siguió empeorando y se le diagnosticó un infarto cerebral.
Se ha informado ampliamente de la detención, acusación, juicio y sentencia de la Sra. Luo. El resto del artículo se centra en su suplicio en la cárcel.
Malos tratos a su llegada a prisión
El 10 de abril de 2023, Yang Yong, director del Centro de Detención de la ciudad de Xichang, condujo a tres guardias (entre ellos Song Jianping y Jiang Amu) y llevó a la Sra. Luo a la Prisión de Mujeres de la provincia de Sichuan.
En el reconocimiento médico que se le practicó al ingresar en la prisión, se le detectó hipertensión arterial (presión arterial sistólica superior a 180 mmHg, cuando lo normal es de 120 o menos), diabetes e insuficiencia cardiaca. Los guardias ordenaron a los reclusos que la alimentaran a la fuerza con medicamentos para la hipertensión y la glucemia.
La Sra. Luo hizo la meditación de Falun Gong y los reclusos se lo impidieron tirando de sus piernas para que se moviera. La obligaban a sentarse en un pequeño taburete de 6 de la mañana a 5 de la tarde todos los días, excepto a la hora de comer. También le ponían vídeos que difamaban a Falun Gong y a su fundador.
Recreación de la tortura: sentada en un pequeño taburete.
Los guardias no permitían a la Sra. Luo utilizar ningún artículo de primera necesidad e incluso le ordenaron que devolviera el papel higiénico que había llevado a la prisión desde el centro de detención. Ella se negó y pronto se quedó sin papel higiénico. El mismo día de su ingreso en prisión tuvo diarrea y ensució su ropa interior. Las reclusas asignadas a vigilarla no le permitieron cambiarse durante varios días. También le dijeron que debía pedir permiso a las autoridades penitenciarias para comprar artículos de primera necesidad. Pero más tarde le dijeron que primero debía renunciar a Falun Gong.
El 12 de abril de 2023, el guardia Li Junfang, encargado de perseguir a los practicantes de Falun Gong en el Segundo Pabellón, se presentó en la celda de la Sra. Luo e intentó obligarla a escribir declaraciones para renunciar a Falun Gong amenazándola con darle descargas eléctricas y rociarla con gas pimienta. El guardia Li se jactó de haber conseguido incluso que el Sr. Chen Baoqiong, de 89 años, renunciara a Falun Gong y realizara trabajos forzados.
No está claro si la Sra. Luo escribió las declaraciones como se le ordenó.
Visitas familiares negadas
Un funcionario de prisiones llamó a los padres de la Sra. Luo la tarde de su ingreso en prisión y les informó de los problemas médicos descubiertos durante el examen físico. Sus padres instaron a la prisión a rechazar su ingreso para evitar responsabilidades en caso de que le ocurriera algo. El guardia no accedió.
Pocos días después, la pareja de ancianos envió por correo una solicitud a la División de Asuntos Penitenciarios y al Segundo Pabellón para que su hija fuera puesta en libertad condicional por motivos médicos, pero la prisión nunca respondió.
A principios de mayo, los padres de la Sra. Luo enviaron de nuevo la solicitud de libertad condicional a los dos departamentos mencionados de la prisión, así como a la Oficina Provincial de Administración Penitenciaria de Sichuan y a otro organismo gubernamental pertinente.
La pareja no recibió respuesta, pero la Sra. Luo fue trasladada al Hospital Central de la Administración de Prisiones de la provincia de Sichuan (situado en el Condado de Jintang, ciudad de Chengdu y también conocido por los lugareños como Hospital de la Prisión de Jintang) el 5 de junio.
Los padres de la Sra. Luo viajaron desde la ciudad de Xichang a la Prisión de Mujeres de la provincia de Sichuan el 13 de junio, pero su solicitud para visitarla fue negada. Su abogado acudió a la prisión al día siguiente. Sólo entonces le comunicaron que estaba hospitalizada. A su abogado le permitieron verla en el Hospital Jintang.
Le diagnostican un derrame cerebral
El guardia Li Junfang y el jefe del Departamento de Educación de la prisión, Liao Qunfang, recogieron a la Sra. Luo del Hospital Jintang el 16 de junio, a pesar de la objeción de su médico y de que su presión arterial y su nivel de azúcar en sangre seguían siendo inestables. Los Guardias Li y Liao estaban ansiosos por llevarla de vuelta a la prisión porque el jefe iba a inspeccionar la prisión para ver lo bien que habían "transformado" a los practicantes de Falun Gong.
El 21 de junio, los guardias Li y Liao obligaron a la Sra. Luo a leer declaraciones propagandísticas que difamaban a Falun Gong y a su fundador como parte del proceso de inspección. La Sra. Luo lloró mientras leía la propaganda y estuvo a punto de desmayarse después, pues sabía que Falun Gong no tenía nada de malo.
Para "reforzar" el "resultado de la transformación", los guardias Li y Liao obligaron a la Sra. Luo a escribir notas de estudio que difamaban a Falun Gong y a su fundador. Bajo esta tremenda presión, no podía conciliar el sueño por las noches y se sentía como un zombi.
A partir del 25 de junio, la prisión ordenó a la Sra. Luo que realizara trabajo forzado, a pesar de su frágil salud. El 5 de julio empezó a sentirse mareada y su presión arterial sistólica rondaba los 190 mmHg. Los guardias la medicaron al día siguiente. Estaba tan débil que no tenía fuerzas ni para usar un cortaúñas. El 7 de julio no podía ni coger un bollo al vapor y empezó a babear.
El médico del hospital de la prisión la examinó el 8 de julio y dijo que el medicamento para la hipertensión (Reserpine) que le habían dado podía haberle causado deficiencia de potasio y sodio. Le recetó algunos fármacos para contrarrestar los efectos secundarios, pero no le aliviaron los síntomas a la Sra. Luo.
El 10 de julio, la Sra. Luo fue vista de nuevo en el hospital de la prisión y se le diagnosticó un infarto cerebral. La llevaron directamente al Hospital Jintang, donde los médicos confirmaron el diagnóstico de infarto cerebral y parálisis en un lado del cuerpo.
El 17 de julio, los guardias fueron al Hospital Jintang para ver si seguía firme en su fe. Ella dijo que nunca renunciaría a su creencia y les condenó por perseguir a personas inocentes como ella. La prisión prohibió al hospital mostrar a la Sra. Luo su propio historial médico. Incluso después de que la pusieran en libertad el 12 de agosto, nunca le mostraron su historial médico.
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