(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 1998 porque sufría varios de problemas de salud. Después de empezar a practicar, experimenté un cambio fundamental física y mentalmente. En ese momento, me di cuenta de la profundidad de Falun Dafa. Esto reforzó mi creencia en Falun Dafa y en Shifu y mi determinación de adentrarme en la cultivación de Falun Dafa. He estudiado el Fa y lo he memorizado durante más de 20 años, y he hecho bien las tres cosas, tal como Shifu nos pidió.
Al estudiar el Fa, entiendo que nada de lo que encuentra un practicante de Falun Dafa es casual. La persecución a Falun Dafa por el Partido Comunista Chino (PCCh) es controlada y manipulada por los elementos malignos de las viejas fuerzas en otras dimensiones. También fue organizada por las viejas fuerzas hace muchas épocas. Es una prueba maligna que experimentan los practicantes de Falun Dafa.
Shifu no reconoce esta prueba maligna. Nuestros practicantes de Dafa tampoco deben reconocerla. Debemos cumplir estrictamente los requerimientos de Shifu y creer firmemente en Shifu y en el Fa. Sólo así podemos superar esta tribulación y negar completamente el arreglo de las viejas fuerzas.
A continuación, presento mis experiencias de cómo negué la persecución maligna en varias ocasiones.
Primera detención: Asunto resuelto
Un practicante vino a decirme una tarde del verano de 2005 que otro practicante había escuchado que el Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos local exigía que la empresa para la que trabajo me arrestara a través de la Oficina 610, el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Policía, la comisaría local y la empresa que me supervisa. Me detendrían y me llevarían a un centro de lavado de cerebro. Me pidió que me marchara inmediatamente para evitar la detención. Pero esa noche me asignaron al turno de noche. El mal lo había organizado cuidadosamente, y de la manera más eficaz había decidido arrestarme en mi lugar de trabajo.
El tiempo era limitado. Empaqué algo de ropa, metí algo de dinero en el bolsillo y me fui a trabajar. Muchos practicantes enviaron pensamientos rectos y me expresaron su entendimiento sobre la situación. Hice mi trabajo con normalidad. El supervisor venía de vez en cuando a comprobar mi trabajo. Cuando el supervisor y otros trabajadores se fueron a descansar, le conté a una compañera que sabía la verdad sobre el posible incidente y le pedí que terminara mi trabajo. Luego me fui con otro practicante.
Efectivamente, vinieron los vehículos de la policía y los funcionarios de varios departamentos, pero no me encontraron. Estaban furiosos y dijeron que si mi empresa no me encontraba en tres días, mi empresa y todos los empleados serían castigados. Me buscaron por las calles, en las estaciones de autobuses y entre mis amigos y familiares. Sin embargo, pude ir fácilmente a una gran ciudad gracias a la protección de nuestro compasivo Shifu y a los pensamientos rectos de los practicantes.
Algunos practicantes me sugirieron que me quedara en la otra ciudad y buscara un trabajo ocasional. Pero, pensé que esto significaría reconocer el arreglo de las viejas fuerzas y la persecución. Los practicantes de Dafa no deben reconocer esta persecución irrazonable. Debemos caminar en el sendero arreglado por Shifu, y seguir enviando pensamientos rectos. Los practicantes están haciendo lo mejor que pueden bajo las circunstancias y no deben ser perseguidos. Tenemos la bendición de cultivarnos en Dafa. Cuando me encuentro con tribulaciones, debo tener omisiones de las que el mal se aprovecha. Debo tomar tiempo para calmarme, estudiar el Fa con una mente enfocada y hacer bien las tres cosas. Sólo entonces podré superar las interferencias.
Con la ayuda de otros practicantes, alquilé un apartamento compartido. Estudié el Fa, hice los ejercicios y envié pensamientos rectos durante un tiempo. Mi campo dimensional se limpió. Mi estado de cultivación mejoró, sentí que tenía menos apegos humanos y ya no tenía tanto miedo.
Empecé a escribir cartas con mi propio nombre y las envié al Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos, a la Oficina 610, a la División de Seguridad Nacional, al Departamento de Policía y a los dirigentes de mi empresa, así como a cualquier otra organización del PCCh. Quería que fueran buenos y esperaba que tomaran la decisión correcta después de conocer la verdad, y que trataran amablemente a los practicantes de Dafa. Quería que tuvieran un buen futuro.
Shifu dijo:
“Dondequiera que haya un problema, allí es donde necesitan esclarecer la verdad y salvar a la gente” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. II).
Después de 15 días, sentí que mi campo dimensional estaba despejado y que mis pensamientos rectos eran fuertes. Me di cuenta que debía volver a casa y detener el mal enviando pensamientos rectos. Debía volver al trabajo y continuar con mi vida normal.
Fui a mi empresa al día siguiente de regresar a casa. Los jefes me dieron una calurosa bienvenida. No me dijeron nada, pero me pidieron que descansara dos días antes de empezar a trabajar. Mis compañeros se sorprendieron al verme, pero estaban preocupados por lo que me pudiera pasar. La aparentemente loca y malvada persecución se disolvió gracias a la compasiva protección de Shifu.
Segundo arresto: Resuelto fácilmente
Otro practicante y yo fuimos a algunas aldeas y condados en motocicleta para distribuir materiales de esclarecimiento de la verdad y DVD y ayudar a la gente a renunciar el PCCh y sus organizaciones juveniles, a unos 15 km (9 millas) de mi casa una tarde de la primavera de 2008. Cuando estábamos hablando con la gente, un vehículo de la policía se detuvo de repente cerca de nosotros. Al ver el vehículo, nos sorprendimos y sentimos un poco de miedo.
Unos cuantos policías salieron del auto, nos agarraron de los brazos y nos empujaron dentro del auto. Los miramos fijamente a los ojos y les preguntamos qué estaban haciendo. Nos dijeron que nos habían denunciado. Luego nos llevaron a la comisaría.
Durante el trayecto enviamos pensamientos rectos para disolver nuestro miedo, odio y competitividad, y aclaramos la verdad a los agentes. Sabía que lo que hacemos los practicantes de Dafa era recto y no merecemos ser perseguidos por el mal. No debemos permitir que gente inocente cometa crímenes contra Falun Dafa. Ellos no sabían la verdad sobre Dafa y fueron engañados por las mentiras del PCCh. Les aclaramos la verdad detalladamente. Los oficiales de más edad escuchaban y reflexionaban un poco, mientras que los más jóvenes no escuchaban. Nos retuvieron en una celda oscura y sucia.
Nos dimos cuenta que era el momento de enviar pensamientos rectos. Nos sentamos en el suelo de cemento con las piernas cruzadas y enviamos fuertes pensamientos rectos para disolver a los seres y factores malignos que manipulaban a los jóvenes oficiales. Sentimos que nuestros campos dimensionales estaban despejados y que nuestros pensamientos rectos eran muy fuertes. Mientras tanto, miramos en nuestro interior para ver qué tipo de apegos teníamos que fueron aprovechados por el mal. Sabíamos que si no sentíamos ningún miedo ni apego humano, el mal se extinguiría al instante.
La policía vino después de cenar. Un oficial mayor dijo que nos enviaría a casa para que nuestros familiares no nos buscaran por todas partes. Apenas podía creer lo que estaba escuchando y me preguntaba si no nos enviarían al centro de detención. Le dijimos que nos iríamos a casa conduciendo nuestras motos, le dimos las gracias y les dijimos que eran buenas personas. Uno nos despidió en la puerta de la comisaría y dijo: "Sabemos que Falun Dafa es bueno. No estamos dispuestos a perseguirlos. Saben que los denunciaron tres veces antes de que yo fuera a buscarlos. A la gente de aquí le gusta denunciar a la gente. Por favor, vayan a las otras zonas para salvar a la gente en el futuro". Nos sentimos muy felices por él. Los seres conscientes estaban despertando después de conocer la verdad y posicionarse bien. Se me llenaron los ojos de lágrimas de camino a casa. Agradecí sinceramente a Shifu y a Dafa.
Tercera detención: Resolviendo la dificultad
Un practicante y yo fuimos a distribuir materiales de esclarecimiento de la verdad en la zona residencial más grande y de más alto nivel económico, con el mayor número de monitores y guardias de seguridad de nuestra ciudad. Cada uno llevaba una bolsa llena de materiales. Enviamos pensamientos rectos y pedimos a Shifu que nos fortaleciera. Un guardia de seguridad se retiró de la puerta temporalmente, y una residente pasó su tarjeta y la puerta se abrió. Entramos con nuestras motos y estacionamos en el garaje subterráneo. Subimos en ascensor a la última planta de un gran edificio. En cada planta había cuatro viviendas. Distribuimos los materiales nivel por nivel, del más alto al más bajo.
Cuando estábamos en el cuarto o quinto piso, vimos a una mujer de la limpieza. Escuchó nuestros pasos y llamó a seguridad. No nos fuimos hasta que terminamos todo el edificio. Escuchamos a los guardias de seguridad gritar fuera e intentar rodearnos. Cuando tomamos el ascensor para ir a la planta baja, vimos a un guardia parado allí. Nos preguntó en voz alta si estábamos repartiendo folletos. Le dije que sí y fui directamente a mi moto. Me agarró y no me soltó. Le envié pensamientos rectos y le aclaré la verdad. No me escuchó y afirmó que me retendría hasta que llegara el jefe de su equipo.
Al poco tiempo llegaron todos los guardias de seguridad y el jefe del equipo. El jefe del equipo tenía una copia del material de aclaración de la verdad en la mano. Gritó: "¿Esto es un anuncio? Es un folleto de propaganda de Falun Gong (también llamado Falun Dafa)".
Le dije: "Sí, el material de aclaración de la verdad de Falun Gong es una bendición para los que lo reciben durante la pandemia. ¿No es bueno desearles paz y seguridad? Están ocurriendo cambios celestiales tan grandes. La gente inteligente está buscando la verdad y renunciando al PCCh para mantenerse a salvo. ¿Cómo es que todavía no saben que Falun Gong es bueno y todavía nos persiguen? Ustedes nunca deberían devolver el favor con odio y hacer actos malvados a los amables practicantes de Falun Gong. Si no me creen, por favor lean estos materiales, y definitivamente se beneficiarán mucho".
Mi miedo y mis preocupaciones desaparecieron mientras hablaba. Estaba en paz. El jefe del equipo dijo: "No vuelvas por aquí. Si la División de Seguridad Nacional se entera, tendrás problemas". Conduje mi motocicleta fuera de la zona residencial.
Cuarta detención: Mantener menos miedo
Sentimos la urgencia de salvar a la gente dos años después de que empezara la pandemia. No queríamos dejar fuera a nadie, especialmente a la gente de los pueblos y condados. Cuatro de nosotros, divididos en dos grupos, fuimos a las aldeas y condados para distribuir materiales de esclarecimiento de la verdad. En dos horas recorrimos varios pueblos. Nos sentíamos bien y teníamos menos miedo. No nos dimos cuenta que nos estábamos volviendo complacientes, codiciosos y apegados a hacer cosas.
No nos relajamos ni siquiera en los calurosos días de verano. Salíamos a distribuir materiales cada diez días o dos semanas. Sin embargo, algunas personas y la policía nos habían señalado. Un día, cuando había repartido mi último folleto y estaba a punto de regresar a casa, mis pensamientos rectos flaquearon y dejé de estar en guardia, ignorando la seguridad. Tres hombres furiosos salieron de la nada, me increparon en voz alta y me agarraron. No me dejaban irme. Estaban controlados por las viejas fuerzas. Llevaban tiempo buscándonos. Sin embargo, les aclaré la verdad y les dije que se portaran bien, pero aún así no me dejaban marchar. Dijeron que me habían denunciado a la policía y que esperarían a que llegaran.
El vehículo de la policía me llevó directamente a la comisaría de la ciudad. No sabía qué hacer cuando vi a tantos agentes en un edificio bien vigilado y con banderas rojas del PCCh por todas partes. Pero pensándolo bien, soy un practicante de Falun Dafa imparable. He venido aquí para salvar a los seres conscientes. Como me lo pidió Shifu, estaba haciendo las cosas más rectas del universo. ¿Por qué debería tener miedo?
En cuanto salí del vehículo, le aclaré la verdad a la policía. Seguí enviando pensamientos rectos para disolver a los seres malignos y los elementos que los controlaban. Los practicantes que estaban fuera se enteraron y también enviaron pensamientos rectos para mí. Sentí que me envolvía una fuerte energía sin miedo.
La policía me encerró en una celda. Envié pensamientos rectos y miré en mi interior para ver qué clase de apegos tenía, de los que el mal se había aprovechado. Tenía los apegos de la complacencia, la avaricia, el sentimentalismo hacia la familia, la lujuria y el deseo, y me gustaba hacer cosas. Debía deshacerme de ellos cuanto antes.
Me llevaron al hospital para hacerme un examen físico después de las diez de la noche. Durante todo el camino envié pensamientos rectos y aclaré la verdad a los funcionarios del hospital y a las personas que estaban allí. Asintieron con una sonrisa. Pronto el médico me tomó la tensión, que era muy alta. Me sorprendí, pero me di cuenta que era una lectura falsa que me ayudaría a irme a casa.
Al día siguiente, la policía me pidió que firmara la notificación de detención, que decía que estaría detenido 10 días. Les dije seriamente: "No he cometido ningún delito por ser una buena persona que cumple los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Hago que la gente sepa la verdad y se mantenga a salvo. Ustedes me detuvieron ilegalmente. Conocen la ley pero la infringen. Están cometiendo delitos. Por favor, pídanle al líder de la División de Seguridad Nacional que venga aquí. Tengo la tensión muy alta y aún así me persiguen. Él debe asumir toda la responsabilidad si hay consecuencias".
Luego intentaron presionarme para que me vacunara. Me negué porque tenía la tensión alta. Se lo expliqué al médico, que dijo que la vacunación era voluntaria y que él no se haría responsable.
Los policías no tuvieron más remedio que llamar a sus jefes, incluido el jefe de la División de Seguridad Nacional. El oficial al mando dijo: "No lo detendremos. Llamaré a su hijo para que lo recoja". De vuelta a la comisaría, un agente me dijo: "Tenga cuidado al avanzar. No vuelva a caer en nuestras manos. No nos hable mucho cuando se encuentre con nosotros en la calle. Recoja todas sus cosas cuando vuelva a casa. Como de costumbre, puede que vayamos a su casa a echar un vistazo dentro de una semana. No nos dejes ver sus cosas". Salí de la comisaría con rectitud y dignidad.
Mis reflexiones: Mantener pensamientos divinos y no humanos
Durante los últimos veintitrés años he negado cuatro veces la persecución del mal, así como el interminable acoso de mi empresa, del Comité Comunitario y de la policía. Me iluminé a que los practicantes de Dafa, ante todo, deben creer firmemente en Shifu y el Fa y tener fuertes pensamientos rectos. Los pensamientos rectos vienen del Fa. Debemos estudiar más el Fa. Estudiar bien el Fa es lo más importante.
Somos discípulos de Dafa en el período de rectificación del Fa y venimos a salvar a los seres conscientes. Los factores malignos de las viejas fuerzas controlan a las personas que todavía no conocen la verdad y se involucran en la persecución. Es crucial aclarar la verdad. La cultivación es un proceso durante el cual un ser humano puede cultivarse hasta convertirse en un ser divino. Debemos considerarnos cultivadores todo el tiempo y utilizar pensamientos divinos en lugar de pensamientos humanos, y dejar que nuestro lado cultivado desempeñe el papel principal. Entonces, el mal perecerá.