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Con firmes pensamientos rectos mí cuerpo volvió a la normalidad

Ago. 19, 2023 |   Por un practicante de Falun Dafa en China

(Minghui.org) La noche del 27 de diciembre de 2022, de repente empecé a tener hipo, causado por espasmos del diafragma. Al principio no le presté atención, pensando que pronto desaparecería. Sin embargo, el hipo empeoró al cabo de varias horas. Luego vomité y sentía dificultades para respirar. Mi esposa, que también es practicante de Falun Dafa, me dijo que recitara "Falun Dafa es bueno", "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" y que enviara pensamientos rectos para eliminar las interferencias malignas, pero para entonces, ni siquiera podía sentarme.

Al día siguiente, al amanecer, volví a tener un hipo terrible. No podía comer ni beber nada. Así estuve unos diez días, durante los cuales perdí más de 5 kilos.

Al verme acurrucado en la cama, mi mujer llamó a nuestro hijo, que también es médico, y le contó mi situación. Vino y me tomó la temperatura, que era de más de 40°C (unos 105°F). Inmediatamente negué que fuera real y me dije: "Esto es falso, no siento nada en absoluto". Dos minutos después, mi hijo me tomó la temperatura y había bajado a 38°C (100,4 °F). Había vuelto a la normalidad cuando me la tomó por tercera vez. Sabía que el Shifu Li me estaba animando a pasar la prueba, al tiempo que purificaba mi cuerpo.

Aunque mi temperatura había vuelto a la normalidad, el hipo continuaba. Me sentaba y me tumbaba, sin parar de dar vueltas en la cama. Me dolía mucho.

Mi mujer puso junto a mi cama una medicina que nos había traído nuestra nuera. Sabía lo que ella quería que hiciera. Me costaba decidir si tomármela o no. Mi hijo me dijo: "Tú decides si quieres tomarte la medicina o no". Fue entonces cuando me vinieron a la mente las palabras del Shifu:

“Para empezar, si tu mente no es firme, eso significa que no estás dando con el estándar, y prolongar el proceso no llevará a ningún cambio. Y si alguien lo soporta con el propósito de guardar las apariencias, esto es agregar apegos encima de apegos. En tales casos hay sólo dos opciones: vas al hospital y entonces renuncias a intentar superar la prueba, o eliminas todo completamente, te comportas como un honrado y noble Dafa dizi que no tiene resentimientos ni apegos, y dejas que Shifu arregle si te quedas o te vas. Cuando eres capaz de hacer eso, eres un dios” (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).

Estaba decidido. Le dije a mi mujer: "Creo en Shifu y dejo todo en manos del Shifu. Por favor, llévate la medicina. No me la tomaré".

Durante ese tiempo, no podía comer nada y sólo bebía zumo de melocotón en lata. Pero, aun así, poco después de ingerirlo vomitaba y luego escupía unas mucosidades verdes y amarillas. Tenía la cara pálida y los labios grises. Aunque mis parientes vinieron a visitarme y dijeron que estaban muy preocupados por mí, yo no tenía miedo. Creía firmemente que el Shifu velaba por mí y no le temía nada.

El decimoquinto día por la mañana, de repente sentí hambre y quise comer algo sólido. Poco a poco fui mejorando, el hipo cesó y mi energía volvió gradualmente a la normalidad.

A partir del día en que comencé a comer, cada noche, cuando estaba a punto de acostarme, veía caracteres dorados que tenían escrito: "Falun Dafa es bueno", "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" flotando en el aire sobre mi cabeza. Mi espíritu se animaba y me dormía rápidamente. Esto duró una semana.

Al cabo de una semana, me había recuperado por completo, y poco después recuperé mi peso. Cuando mis parientes y otros practicantes vinieron a verme, se asombraron de mi aspecto, diciendo que mi cara brillaba y parecía transparente. Me recuperé gracias a Dafa y a la gran compasión y misericordia del Shifu. El Shifu Li eliminó mi karma, y mi cuerpo y mi xinxing mejoraron.

Me arrodillé ante el retrato del Shifu y apreté las palmas de las manos frente a mi pecho mientras las lágrimas corrían por mi rostro. Dije en voz alta: "Gracias, Shifu, por eliminarme ese yeli (karma) tan enorme. Shifu ha soportado tanto por mí. Gracias, Shifu, por otorgarme una segunda vida. Gracias, Shifu, por salvarme. Me cultivaré firmemente Falun Dafa y volveré a mi verdadero hogar con Usted".

Ahora, mi esposa y yo estudiamos el Fa y hacemos los ejercicios juntos todos los días. Sigo pensando y haciendo las cosas que salvan a los seres conscientes y validan a Dafa. Solo espero que más personas puedan salvarse.