Muere una profesora jubilada de 75 años en la Prisión de Mujeres de la provincia de Heilongjiang
(Minghui.org)
Nombre: Mou Yongxia
Nombre chino: 牟永霞
Género: Femenino
Edad: 75 años
Ciudad: Harbin
Provincia: Heilongjiang
Profesión: Profesor
Fecha de defunción: 13 de julio de 2023
Fecha de la última detención: Septiembre 2019
Lugar de la última detención: Prisión de Mujeres de Heilongjiang
La Sra. Mou Yongxia, maestra jubilada de la ciudad de Daqing, provincia de Heilongjiang, murió de tortura y malos tratos graves a las 14:42 horas del 13 de julio de 2023, mientras cumplía condena por su fe en Falun Gong en la Prisión de Mujeres de la provincia de Heilongjiang. Tenía 75 años.
Las autoridades penitenciarias incineraron el cadáver de Mou poco después de su muerte. No está claro si se obtuvo el consentimiento de su familia.
Mou Yongxia
Falun Gong, también conocida como Falun Dafa, es una disciplina espiritual de ejercicios y meditación perseguida por el Partido Comunista Chino desde 1999.
Graves malos tratos en prisión
La sentencia de prisión de la Sra. Mou se derivó de una detención anterior el 16 de marzo de 2018. Desarrolló síntomas de enfermedad mientras estaba en el Centro de Detención de la ciudad de Daqing y fue puesta en libertad bajo fianza el 10 de julio de 2018. Fue detenida de nuevo en Harbin (capital de la provincia de Heilongjiang) el 11 de septiembre de 2019. Compareció ante el Tribunal del Distrito de Ranghulu de la ciudad de Daqing en mayo de 2020 y fue condenada a seis años de prisión.
La Sra. Mou se encontraba en estado grave debido a las torturas sufridas en el Centro de Detención de la ciudad de Daqing en 2018.
En la Prisión de Mujeres de la provincia de Heilongjiang, los guardias a menudo daban instrucciones a las reclusas para que torturaran y humillaran a la Sra. Mou. Cada vez que eso ocurría, la Sra. Mou gritaba en protesta: "¡Falun Dafa es bueno!". Escribió numerosas cartas al director de la prisión y al jefe de sección. Debido a los continuos abusos, la salud de la Sra. Mou se deterioró y caminaba muy despacio.
En agosto de 2022, tras sufrir incontinencia fecal, la reclusa Zhao Chao la golpeó fuertemente y le echó agua fría del grifo en el baño. Después sufrió un trastorno mental. No obstante, Pang Shoumei, la jefa de las reclusas, la golpeó duramente e instruyó a otras reclusas para que hicieran lo mismo. Entre ellas, Wang Xin fue especialmente cruel al maltratar a la Sra. Mou.
Ilustración de tortura: paliza.
Dos días antes del Año Nuevo Chino de 2023 (22 de enero de 2023), la reclusa Yang Haiyan (que ya ha sido puesta en libertad) se impacientó porque la Sra. Mou caminaba demasiado despacio y la empujó bruscamente por detrás. La Sra. Mou cayó al suelo, resultando con contusiones en la cara. Esa noche empezó a orinar con frecuencia y tenía que levantarse más de diez veces cada noche. Las reclusas asignadas para vigilarla a menudo la maltrataban verbalmente y la golpeaban por ello.
Debido a los continuos malos tratos, la Sra. Mou se despertaba a menudo en mitad de la noche gritando. Era tan fuerte que las reclusas de otras celdas podían oírla. Estaba desorientada y ni siquiera podía reconocer a otros practicantes de Falun Gong que estaban en la misma celda que ella.
Para obligar a las practicantes a renunciar a su creencia en Falun Gong, los funcionarios ordenaban a menudo a las crueles reclusas que las torturaran. Shi Genghui, subdirector de la prisión, estaba a cargo de la "reforma ideológica" de los detenidos. Trabajó personalmente en la "transformación" de varias practicantes de Falun Gong.
Por ejemplo, cuando llegaba la hora de que todas se cepillaran los dientes, los guardias se lo negaban a todas las reclusas, con la excusa de que la practicante de Falun Gong de la celda no había renunciado a su fe. De este modo, los guardias fomentaban el odio hacia las practicantes. Una practicante, Wu Xi (probablemente profesora de inglés), fue golpeada todos los días durante más de dos meses. Las reclusas también le arañaron la cara, el cuello y las manos con las uñas.
Denegación de visitas familiares
Tras la detención de Mou, los funcionarios prohibieron a sus familiares que la visitaran. Hasta abril de 2023 sus dos hijos no se enteraron de que estaba recluida en la Prisión de Mujeres de la provincia de Heilongjiang. Tras muchas peticiones, en junio de 2023 se permitió por fin a su hijo menor visitarla en el hospital de la prisión. Demacrada y pálida, la Sra. Mou era incapaz de comer, hablar o moverse. Cuando su hijo le hablaba, la Sra. Mou sólo movía débilmente la cabeza.
Cuando la Sra. Mou estuvo en el hospital de la prisión, los funcionarios no permitieron que su familia se ocupara de ella y sólo les permitieron verla una vez al día. Una enfermera dijo que la Sra. Mou no creía estar enferma y rechazaba cualquier medicación. Mou tenía pulmón blanco y después tuberculosis. Se declaró en huelga de hambre para protestar por la persecución y a menudo gritaba: "Falun Dafa es bueno".
El hijo menor de la Sra. Mou exigió la libertad condicional médica para su madre, pero los funcionarios de prisiones no la aprobaron a pesar de las reiteradas peticiones de la familia. Tras la muerte de la Sra. Mou el 13 de julio, seis guardias se llevaron inmediatamente su cuerpo para incinerarlo.
Persecución previa
Antes de que la Sra. Mou comenzara a practicar Falun Gong, sufría enfermedades de la sangre y una grave debilidad muscular. No pudo caminar durante más de un año. Más tarde desarrolló nefritis, cardiopatías, úlcera gástrica y neurastenia extrema. Tras dar a luz a gemelos a una edad avanzada, su salud empeoró y a menudo entraba en coma. En varias ocasiones, su vida corrió peligro. Durante un episodio de delirio, se cayó de un edificio y quedó discapacitada.
La Sra. Mou comenzó en Falun Gong el 7 de octubre de 1998. Tras un mes de práctica, pudo cuidar de sí misma y todas sus enfermedades desaparecieron. Impresionados por este milagro, algunos de sus amigos, parientes y vecinos también empezaron a practicar Falun Gong.
Después de que el Partido Comunista Chino comenzara a reprimir Falun Gong en julio de 1999, la Sra. Mou fue enviada a un hospital psiquiátrico donde fue perseguida por sus creencias. Fue detenida la noche del 9 de julio de 2008 y condenada a cuatro años de prisión. A causa de la tortura y los malos tratos sufridos durante su detención, se debilitó enormemente. También sufrió mareos y entumecimiento de manos y pies.
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