(Minghui.org) Mi esposo empezó a sufrir de fatiga crónica en la primavera de 2017. Estaba tan débil que tuve que recogerlo en el trabajo y llevarlo a casa. Después de someterse a varias revisiones en el hospital y consultas con expertos, le diagnosticaron un cáncer de próstata que ya había hecho metástasis en los huesos.
Me sentí como si el cielo se me cayera encima. Apenas podía controlarme. Mi hijo estaba a punto de casarse. Yo tenía que pagar la pensión. También teníamos que pagar el alquiler. Como no tenía ahorros, me agobiaba pensar en cómo podría pagar las facturas médicas de mi esposo.
Cuando le conté a mi esposo que le habían diagnosticado cáncer, se mantuvo muy tranquilo: "Aunque sea cáncer, no significa que vaya a morir inmediatamente. Todavía puedo ayudarte con nuestros asuntos familiares durante unos cuantos años más. Nuestro hijo se casará el año que viene y tú te jubilarás pronto. ¿De qué te preocupas? La vida es como un viaje y tenemos que bajarnos del tren en una estación determinada. Después de morir, estaremos en dos dimensiones diferentes, eso es todo. Sigamos el curso natural, y tú haz lo que tengas que hacer".
Me sorprendió mucho la reacción de mi esposo, como si fuera él y no yo el cultivador espiritual. Aunque conocía el significado de la vida y la muerte gracias a la práctica de Falun Dafa, aún me sentía atascada y no podía manejar mis emociones.
Algunos compañeros practicantes me animaron a rechazar todos los pensamientos negativos y me dijeron que mirara en mi interior y rectificara mis deficiencias. Cuando me calmé, descubrí que tenía muchas quejas hacia mi esposo. Despreciaba su aspecto desaliñado, su pereza y su escasa higiene personal. Ahora había encontrado una tribulación tan grande en su vida. Desperté y me di cuenta que no me preocupaba de verdad por él ni le ayudaba como debería haberlo hecho una esposa.
Cuando me encarcelaron en 2003, mi esposo recorrió largas distancias con nuestro hijo de nueve años, y no escatimó esfuerzos para venir a la prisión a verme. Me dijo: "Te esperaré en casa. No te dejaré ni me divorciaré de ti". Un guardia instigó cerca: "Tu esposa se ha portado muy mal aquí. No obedece las normas, ¿y aun así vienes a verla?". Mi esposo respondió: "Mi esposa es buena en todos los aspectos. Nuestra familia la quiere mucho. ¿Por qué la mantienen aquí solo porque practica Falun Dafa?".
Pensando en esto, de repente me di cuenta de lo grande que es mi esposo. Cuando yo estaba en dificultades, él decidió estar a mi lado y apoyarme en las buenas y en las malas. Ahora que se encuentra en esta situación de vida o muerte, debo hacer todo lo posible por ayudarlo.
Estuve al lado de mi esposo durante su enfermedad y lo cuidé mucho. Mientras tanto, intensifiqué el estudio del Fa y el envío de pensamientos rectos. Creía que si mejoraba en mi cultivación, también le ayudaría a recuperarse.
Las cosas cambiaron al poco tiempo. La condición de mi esposo siguió mejorando y finalmente su cáncer desapareció. Han pasado cinco años y mi esposo está sano y libre de cáncer. Sé que Shifu prolongó su vida y lo salvó a él y a nuestra familia. No hay palabras para expresar mi gratitud y respeto por Shifu.