(Minghui.org) Nuestros dos nietos vinieron a pasar una semana con nosotros en verano. La niña se llama Yoyo y el niño Jiji.
Jiji insistió en comer en el sofá. Como me preocupaba que manchara los muebles y el suelo de comida, le dije que tenía que comer en la mesa. Hizo un berrinche.
Como no pude convencer a Jiji, me fui a mi habitación a reflexionar sobre la situación. ¿Qué hice que no estuviera en armonía con el Fa? Me vino a la mente "aferrarse a una idea propia". Me dije: Elimina el apego a mi propia forma de pensar. Apenas terminé de enviar pensamientos rectos para eliminar el apego, Yoyo gritó: "Abuela, Jiji está sentado a la mesa esperando la comida".
Efectivamente, Jiji, que hacía unos minutos había metido la cabeza en el sofá, ahora estaba muy bien sentado esperando la comida.
En otra ocasión, antes de comer, le pedí a mis dos nietos que se lavaran las manos. Después de decírselo varias veces, Yoyo fue a lavarse las suyas, mientras Jiji seguía tomándose su tiempo para ponerse los zapatos. "¿Por qué no te lavas las manos?", le pregunté.
Jiji respondió: "Pídeme disculpas. Di que lo sientes". Lo dijo dos veces. Aunque no podía entender qué había hecho mal, recordé las palabras de Shifu:
“Decimos que si frente a un conflicto uno puede dar un paso atrás, se encontrará con un vasto mar y un cielo sin límites” (Novena lección, Zhuan Falun).
Le respondí: "Lo siento". Luego se fue directamente a comer. Sin embargo, no me sentía realmente arrepentida de lo que había dicho. Así que le pregunté: "¿Qué hice mal para tener que disculparme?".
"Me hiciste daño", respondió. "Me estaba poniendo los zapatos, ¿cómo voy a ir a lavarme las manos? Acabas de decir que por qué no me había lavado las manos".
¿Por qué malinterpreté al niño? Porque Jiji suele hacer travesuras, y a veces puede ser bastante destructor. Por ejemplo, acaba de romper mi costoso bolígrafo y de hacer que la puerta corredera se atascara porque puso bolitas dentro de la puerta. Todo esto me hizo vigilarlo de cerca con ansiedad. Tampoco es bueno escuchándome, así que mi impresión de él no es buena. Al repartir los refrigerios, tiendo a darle los más pequeños y menos cantidad. Cuando llamaba a mi hija, preguntaba sobre todo por Yoyo, y rara vez indagaba sobre Jiji. En el fondo, era el pensamiento de venganza lo que me hacía tratarlo injustamente. Qué vergüenza que intentara vengarme de un niño de seis años. ¿Puedo llamarme una buena persona? Así no debe ser la cultivación.
Lamento la forma en que he tratado a Jiji, ya que tiene muchas buenas características. Una vez, nos preparábamos para salir a distribuir folletos de Falun Dafa. Era una tarde calurosa, así que dudaba si ir o no, pero Jiji insistió en ir. Mientras estaba fuera, repartió todos los folletos. En otra ocasión, distribuyó folletos puerta por puerta desde el primer piso hasta el último, el octavo.
Tenía que pedir a mis nietos varias veces antes de cada comida que se lavaran las manos. Me di cuenta que era porque esperaba que no me hicieran caso. Como resultado, me ignoraban porque yo no era compasiva con ellos.
Probando un enfoque diferente, antes de pedirles que se lavaran las manos, me dije: son buenos hijos, son vidas que armonizan con Verdad, Benevolencia y Tolerancia. El resultado fue que solo tuve que pedírselo una vez. Se lavaron bien las manos con jabón. Esto no había ocurrido nunca.
El primer día que vinieron mis dos nietos, Yoyo quería comer helado antes del almuerzo. Inmediatamente le respondí: "No puedes comer alimentos fríos antes de comer, te enfermarás porque los alimentos fríos y calientes chocan". Pero ella insistió y lloró. Di un paso atrás y le dije: "Hagamos esto. Te comes el helado después de comer". Pero ella seguía llorando.
No sabía qué más hacer. Regresé a mi habitación e intenté calmarme. Puse radio Minghui y las primeras palabras que llegaron a mis oídos fueron: "Insistir en uno mismo". ¿Esto no es para que lo escuchara? Shifu dijo:
“...si no se educa a los niños pequeños tampoco está bien, debes educarlos” (Preguntas y respuestas en la Enseñanza del Fa en Zhengzhou, Zhuan Falun Fajie)
No está mal que los discipline. Es mi responsabilidad asegurar que coman bien bajo mi cuidado. Tengo que devolvérselos a su madre felices y sanos. Todos estos pensamientos se basaban en mis principios. Un practicante debe analizar las cosas con base en la cultivación. ¿Dónde me desalineé con el Fa?
Buscar dentro de mí misma es poderoso, pues me di cuenta que insistía en la mentalidad humana y no en los principios del Fa. Por ejemplo, la idea de "comer alimentos fríos antes de una comida resultará en una enfermedad" no le hará nada a alguien sin ye (karma). Enfermarse o no depende del ye de cada uno. Las personas que se pasan el día rebuscando en la basura no enfermarían si no tuvieran el yeli que causa la enfermedad. Sin embargo, alguien que es muy cuidadoso con su alimentación puede enfermar si tiene el yeli para eso.
Me desprendí de la forma humana de pensar sobre la comida y dejé que los niños comieran helado antes de las comidas. No les pasó nada. Después de comer, corrían y jugaban. Pero aún así regresaban mis nociones humanas, pensando: "No corran después de comer".
Preocuparme porque los niños se enfermaran y que mi hija se enojara conmigo son todos apegos al miedo. ¿Por qué viven los humanos una vida tan agotadora? Es porque se preocupan de esto y de aquello, de sí mismos y de sus familias. Nos perderíamos en dilemas humanos si dejáramos que esas preocupaciones nos agobiaran.
Los practicantes de Dafa están aquí para rectificar el Fa y salvar a los seres conscientes. No podemos ser controlados por la mentalidad y los pensamientos humanos.
¡Gracias, Shifu!