(Minghui.org) Practico Falun Dafa desde hace 30 años. No hay palabras que puedan expresar plenamente mi gratitud a nuestro estimado Shifu. Me gustaría gritar desde el fondo de mi corazón: "¡Shifu, ha estado trabajando duro!".
Asistiendo a la conferencia de Shifu en la ciudad de Qiqihar en 1993
Empecé a tener problemas de salud a los 50 años, como la mayoría de la gente. Intenté con varios tipos de qigong pero ninguno curó mis enfermedades ni mejoró mi salud.
Tuve la suerte de asistir a las conferencias de Shifu en Qiqihar en 1993. La noche anterior a la primera conferencia, me senté en silencio durante 15 minutos antes de acostarme como de costumbre. De repente, vi muchas cosas parecidas a ventiladores eléctricos girando en mi habitación. No sabía qué eran, pero me sentí muy bien.
Más tarde me enteré que Shifu había enviado Falun (cuerpos del Fa) para ajustar los cuerpos de los practicantes antes de que empezaran las conferencias. Me sentí muy agradecida de que esto también me hubiera ocurrido a mí.
Llegaba temprano a la sala de conferencias y me sentaba en primera fila todos los días. Cuando los estudiantes aprendían los ejercicios de los ayudantes de Shifu, Él nos observaba desde el podio. Él bajó del podio y corrigió mis movimientos del Tercer Ejercicio.
Al final de la serie de conferencias de nueve días, escribí un artículo para compartir experiencias y se lo entregué a Shifu personalmente. Me sentí muy feliz; el recuerdo todavía me alegra el corazón.
Las conferencias terminaron nueve días después, pasadas las ocho de la noche, y Shifu tuvo que tomar el tren nocturno a Beijing para dar una conferencia en la Universidad de Seguridad Pública de Beijing.
Seguimos a Shifu hasta el exterior. Llovía, pero lo rodeamos con la esperanza de obtener un autógrafo. Shifu estaba debajo de un toldo y firmaba autógrafos en la penumbra. Le pedí a un practicante alto que le acercara mi libro de Falun Gong para que lo firmara. Shifu lo firmó y lo fechó.
Un asistente nos dijo hacia las nueve de la noche: "Por favor, denle paso a Shifu. Tiene que tomar el tren". Nos apartamos y lo vimos partir en silencio. Han pasado tantos años, pero todavía se me caen las lágrimas cuando recuerdo aquella escena.
Después de las conferencias, se establecieron lugares de práctica en diferentes distritos de Qiqihar. Hacíamos juntos los ejercicios por las mañanas y estudiábamos juntos las enseñanzas del Fa en las tardes. Todos eran diligentes y nadie quería quedarse atrás. El ambiente de cultivación siempre me inspiró.
Asistí a otra serie de conferencias de Shifu en Harbin que comenzó el 4 de agosto de 1994. El gimnasio, con capacidad para 4.000 personas, estaba lleno de practicantes, pero era muy silencioso.
Durante el descanso, uno de los asistentes de Shifu se acercó y habló con la persona que estaba sentada a mi lado, que era el director de una fábrica. El asistente dijo: "Shifu me pidió que viniera y le preguntara si esto era lo que estaba pensando durante la conferencia: 'Hay tanta gente aquí pero nadie hace ruido; es simplemente increíble'". Sorprendido, el director de la fábrica respondió: "¡Sí! ¡Era exactamente lo que estaba pensando! Es increíble!".
Comienzo de la persecución
Después de que comenzó la persecución de Falun Dafa el 20 de julio de 1999, otros practicantes y yo fuimos a la municipalidad el 22 de julio para expresar nuestra preocupación. Sin ninguna explicación, la policía nos metió en un autobús y nos llevó a una escuela de las afueras de la ciudad.
No nos liberaron hasta que obtuvieron los datos personales de todos. Cuando llegué a casa, me arrodillé ante el retrato de Shifu y lloré desconsoladamente. "Shifu, tengo que quitar tu retrato por ahora. Prometo que protegeré tu retrato, los libros de Dafa y todos los materiales de Dafa".
Mi familia se desplazó a través de dos provincias, y, por practicar Falun Dafa, saquearon mi casa una vez en los últimos 24 años, pero todos mis libros de Dafa, la foto de Shifu, y la pancarta de "Verdad, Benevolencia y Tolerancia" que se usó en una conferencia del Fa todavía están intactos. Bajo la protección de Shifu, ningún material de Dafa se ha perdido o dañado.
Después de perder nuestro ambiente de estudio grupal, sentí fuertemente que debía estudiar mucho el Fa para poder seguir el camino que Shifu había dispuesto para mí. Estudié repetidamente Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, y otras conferencias de Shifu.
Cada vez que nos mudábamos a un nuevo lugar, le pedía a Shifu que me guiara para encontrar a los practicantes locales, y en cada ocasión lograba conectarme con ellos en un corto período. Organizaba estudios en grupo en mi casa allá donde nos habíamos mudado. Mi familia, especialmente mi esposo, me apoyó mucho. Mi esposo siempre saludaba a los practicantes y era muy hospitalario.
Cuando se publicaron los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista Chino a finales de 2004, comenzó el movimiento para renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas. Pude comprender la importancia de aclarar la verdad de que Falun Dafa es bueno y desenmascarar la persecución del PCCh: ese fue nuestro voto prehistórico. Shifu nos ha dado la oportunidad de cumplir nuestros votos.
Le hablé a la gente sobre Falun Dafa, empezando por mis familiares, amigos y compañeros de clase. Estaban por todo el país. Incluso encontré a algunos con los que había perdido contacto hacía muchos años. Hice llamadas telefónicas y viajé en tren y autobús. Después de esclarecer la verdad a todos ellos, empecé a aclarar la verdad a desconocidos cara a cara.
Al principio, me parecía difícil y no sabía cómo empezar. Intercambié entendimientos con compañeros practicantes y me di cuenta que debía salir de mi zona de confort y recorrer mi propio camino para validar el Fa.
Cuando me cruzaba con una multitud, podía sentir su sufrimiento. Cuando comprendían la verdad y renunciaban al PCCh y sus organizaciones juveniles, se sentían verdaderamente felices. Me trataban como a un miembro de la familia, y de sus corazones brotaban palabras de gratitud: "¡Gracias!". "¡Tenga cuidado!". "¡Cuídese!". "Hasta luego".
Durante estos años, varios miles de personas han entendido lo que les he dicho y han accedido a renunciar a las organizaciones del PCCh, que son muchos menos que los practicantes que salen todos los días.
Conocí a un diseñador de aviones de alto nivel en un autobús. Entendió lo que le dije y me dijo: "Admiro mucho a los practicantes de Falun Dafa. Ustedes son extraordinarios. Se atreven a levantarse y desenmascarar al régimen represivo y autoritario a pesar de la brutalidad de la persecución".
En otra ocasión, conocí a un anciano de aspecto agradable en un supermercado. "¿Cuántos años tiene?", le pregunté. "¡Qué buen aspecto tiene!". Cuando me dijo que tenía 82, le dije: "¿Le importaría sentarse conmigo? Se ha cuidado mucho. Debe de ser alguien importante". Me contestó: "Soy profesor universitario".
Le aclaré la verdad y le conté que había renunciado a las organizaciones del PCCh. Me dijo: "Estuve en Estados Unidos. Allí la gente tiene libertad de creencia. Nadie se mete con lo que creen los demás". Luego bromeó: "¿Sabe por qué me uní al Partido? Es porque enseñé marxismo-leninismo durante 13 años. Me 'mezclé' con el Partido".
Le dije: "Si habla de marxismo-leninismo en Occidente, a la gente le parecerá ridículo". Estuvo de acuerdo: "La filosofía de lucha del marxismo-leninismo es dañina". Entonces, renunció al Partido, aceptó los materiales de aclaración de la verdad, me dio las gracias y se marchó alegremente.
Con frecuencia me encontraba con ancianos bien educados, muchos de ellos intelectuales de alto nivel. Normalmente aceptaban la verdad con facilidad. En particular, el Partido está cada vez peor, y quienes entienden la verdad están dispuestos a abandonarlo lo antes posible.
A medida que avanza la Fa-rectificación de Shifu, los demonios podridos y los elementos malignos que dañan a los seres conscientes están siendo eliminados continuamente, y cada vez más personas están despertando gradualmente a la verdad. En mi entendimiento, mientras nuestro corazón esté puesto en salvar a la gente, Shifu arreglará todo para nosotros.
Si hacemos esto durante todo el año, se convertirá en un hábito. Apenas salimos por la puerta, nuestro primer pensamiento debe ser: "Shifu, por favor, refuerza mis pensamientos rectos para eliminar los elementos malignos y los demonios podridos, para que más seres conscientes puedan ser salvados". Shifu tiene la palabra sobre todo. Yo solo recorro el sendero que Shifu ha dispuesto".
Shifu me ha protegido y me ha dado mucho, y me he beneficiado enormemente de Dafa. Tengo ochenta años, pero monto en bicicleta como si tuviera cincuenta. Gracias, Shifu.