(Minghui.org) Nací en una familia feliz. Mis padres tuvieron seis hijos, tres durante el Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial (1941-1945) y los otros tres después. Soy el quinto hijo y siempre me consideraron el "patito feo", porque mis hermanas y hermanos eran más atractivos.
Si hubieran habido más mujeres en parto en el hospital de mi pueblo cuando nací, la gente habría pensado que era la hija de otra persona. Era muy pequeña, pesaba poco y tenía arrugas por toda la cara, como una anciana. Si tenía hambre, estaba cansada o necesitaba que me cambiaran el pañal, nunca lloraba, lo que desconcertó a mi madre. Hasta los tres años empecé a parecerme al resto de mi familia. Siempre he tenido una buena relación con mis padres y nos entendemos.
Semillas sembradas a temprana edad para practicar Falun Dafa
A los ocho años, todos los hogares tenían radio. Fue un cambio drástico en una aldea remota como la nuestra. Desde conciertos hasta noticias y desde previsiones meteorológicas hasta cuentos de hadas, escuchábamos casi todo en la radio, con excepción de programas que promovían el ateísmo. Cuando se emitía un programa así, mi madre decía: "¡Apáguenlo! ¡Esas son mentiras! Qué desvergonzados!". Mi madre nos dio una base espiritual muy buena porque respetaba a los dioses y a lo divino.
En mi familia se conservaban muchas tradiciones. Yo respetaba a mis mayores, cuidaba a los más pequeños y era muy trabajadora. Durante mi infancia y adolescencia afronté muchas situaciones de vida o muerte. Más tarde, mi madre me contó que con frecuencia estuve al borde de la muerte, pero sobrevivía milagrosamente. Después de que empecé a practicar Falun Dafa y a leer las enseñanzas (el Fa), comprendí que estaba protegida por los Dioses desde que era joven.
Primer encuentro con Falun Dafa
En 2002, una chica que me arreglaba el computador portátil donde trabajaba me dio el libro Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa. Me intrigó el título porque nunca lo había escuchado antes. Cuando abrí el libro en la primera página y vi el símbolo 卍 (wan), me paralicé y pensé: "¡¿Qué me regaló esta señora?!". En ese entonces no conocía el verdadero significado del símbolo wan y solo sabía que la esvástica (negra) era un símbolo del fascismo. Cerré rápidamente el libro y lo puse en un estante. No sé por qué no se lo devolví a la señora. Lo puse en el estante y me olvidé de él.
[Nota del editor: El símbolo 卍 (wan) aparece ampliamente en las antiguas culturas orientales, occidentales, africanas y sudamericanas. Para los chinos y los habitantes del sudeste asiático, el símbolo wan se asocia frecuentemente con los budas, las escrituras y enseñanzas budistas. Shifu, fundador de Falun Dafa, dijo: “Les digo a todos que este signo es la señal del nivel de fo, solo se lo tiene cuando se llega al nivel de fo” (Quinta Lección, Zhuan Falun).
Tenía 50 años y mi salud empezó a deteriorarse. Tenía déficit de calcio y, en 2004, los médicos me dijeron que padecía un trastorno musculoesquelético. Eso significaba que en seis meses estaría sentada en una silla de ruedas.
Me dije que no sería una carga para nadie y que no terminaría en una silla de ruedas. Encontraría la forma de mejorar mi salud. Pensé en Zhuan Falun, el libro que había guardado en un estante dos años antes.
No conocía ningún método de cultivación antes de encontrar Dafa. Aunque mis padres eran religiosos, nunca nos impusieron sus creencias. Simplemente vivían de acuerdo con su conciencia y nos educaron en consecuencia. Cuando empecé a leer Zhuan Falun, entendí muchas cosas y encontré las respuestas a muchas preguntas que tenía desde niña: "¿Cuál es el sentido de la vida?". "¿Por qué sueño con ciertas cosas?". "¿Por qué sé de antemano lo que va a suceder?".
Eliminando mi apego al miedo
Estaba feliz y emocionada después de empezar a practicar Falun Dafa. Quería contarle a mis amigos y familiares y a la gente del trabajo cuán maravilloso es Falun Dafa. Me di cuenta que necesitaba ser racional cuando mi hermana mayor me criticaba. Vi mi apego al fanatismo. Estaba leyendo otras conferencias de Shifu en ese momento y comprendí que necesitaba usar mi sabiduría para hablarle a la gente sobre Dafa.
Pero después de las críticas de mi hermana mayor, tenía miedo de hablarle a la gente sobre Falun Dafa. Casi parecía que me controlaban mis sentimientos y emociones. Necesitaba superar este miedo a comunicarme con la gente. Así que, en los lugares de práctica grupal, tomé la iniciativa de distribuir materiales de Falun Dafa y respondí las preguntas de la gente. Cuando me di cuenta que podía responder todo lo que la gente me preguntaba, incluso las cosas que me molestaban, pasé la responsabilidad de distribuir volantes.
Hablando a los chinos sobre Falun Dafa
Durante un intercambio de experiencias en Internet en 2007, un practicante de Siberia sugirió que debíamos aclarar la verdad en Chita, una gran ciudad de Rusia, ya que allí había muchos trabajadores de construcción de origen chino. Sugirió que les habláramos sobre Falun Dafa y la persecución y que algunos rusos también practicaban Falun Dafa. Decidí participar en esta actividad, ya que en junio y julio no trabajaba. Llamé a un practicante de Irkutsk y decidimos ir juntos a Chita.
Tomar un tren a Chita significaba que tendría que pasar cuatro días en la carretera, así que preferí comprar un boleto de avión. Después de comprar el boleto, la practicante de Irkutsk me dijo que ella no podía ir. Me preocupé y mi apego al miedo volvió a emerger. Me dije que no era capaz de ir sola y esperaba que alguien más pudiera ir conmigo.
Antes de empezar a practicar Falun Dafa, me enfermaba a menudo e incluso me daba neumonía cuando tenía las manos y los pies fríos. Después de empezar a practicar, rara vez me enfermé.
Entonces, justo cuando tomé la decisión de cancelar o posponer mi boleto de avión, en junio tuve síntomas de alergia al frío severo. Mis compañeros de trabajo estaban preocupados y me sugirieron que me quedara en casa y descansara. Me pregunté: "¿De dónde vienen estos síntomas? ¿Qué hice mal?". Me di cuenta que no era mi verdadera intención cambiar mi boleto de avión. Fue el apego al miedo y la falta de confianza en mí misma lo que me interfirió.
Inmediatamente me dije: "¡Voy a volar a Chita! Puedo hacerlo". Había adquirido experiencia en aclarar la verdad a los funcionarios del gobierno con nuestro coordinador local. Así que estaba decidida a tomar el vuelo sola para aclarar la verdad a los funcionarios del gobierno, a la policía y a los obreros de la construcción chinos. Los síntomas de mi enfermedad desaparecieron milagrosamente, y la practicante de Irkutsk me llamó al día siguiente para decirme que, después de todo, sí podía ir a Chita. Me iluminé a la importancia de tener pensamientos rectos.
Experimentando la protección de Shifu durante nuestro viaje
La practicante y yo nos encontramos en Chita. Nos alojamos junto a un hotel donde vivían muchos funcionarios chinos. Leímos el Fa y practicamos los ejercicios en las noches y hablábamos de nuestros planes. Planeamos primero aclarar la verdad a los funcionarios del gobierno, luego ir a una obra de construcción china cercana, y después tomar un taxi a otra obra de construcción china en los suburbios. Los practicantes de Falun Dafa de Siberia prepararon muchos periódicos de The Epoch Times para nosotras.
El primer día aclaramos la verdad con éxito a los funcionarios del gobierno y les dejamos muchas copias de los materiales de aclaración de la verdad y también nuestra información de contacto.
Preguntamos al personal de recepción de nuestro hotel cómo llegar a las obras de construcción de la ciudad. Cuando llegamos, vimos que la mayoría de las obras tenían vallas. Aunque no pudimos entrar, pusimos los periódicos en los orificios e invitamos a los obreros a tomarlos. Colocamos los periódicos a lo largo de la valla y, cuando volvimos, ya no quedaban.
Chita es sombría en invierno y extremadamente calurosa en verano. Ese verano no fue la excepción. Con frecuencia sentíamos que Shifu nos ayudaba mientras estábamos allí. Había una parada de autobús cerca, y cada vez que estábamos cansadas y queríamos descansar, llovía durante 20 o 30 minutos y el calor desaparecía. Nos dirigimos a la obra. De algún modo, los obreros chinos sabían que éramos practicantes de Falun Dafa. Gritaban: "¡Falun Dafa! Falun Dafa!" y corrieron hacia nosotros. Los periódicos que trajimos se distribuyeron muy rápidamente.
Otro suceso me dejó una profunda impresión. Los obreros chinos de la construcción trabajan todo el día, desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche. Llegamos a la obra alrededor de las 9 de la noche y vimos que había tres lugares. El primero era un gran foso donde los obreros estaban construyendo los cimientos. En el segundo lugar, los obreros construían los cimientos del primer piso, y en el tercero estaban levantando muros. Antes de que pudiéramos acercarnos a ellos, se desató una tormenta de arena y no podíamos ver nada. Enviamos pensamientos rectos. Mientras recitábamos las palabras para enviar pensamientos rectos, la tormenta de arena cesó de repente. Los trabajadores chinos corrieron hacia nosotras y nos tendieron la mano, pidiéndonos un ejemplar del periódico. Antes de marcharnos, miré hacia atrás y vi una escena inolvidable. Los trabajadores estaban sentados en montículos de tierra, taburetes de madera o en el suelo leyendo los periódicos. Desafortunadamente, no teníamos un teléfono móvil que pudiera tomar fotos.
El último día repartimos periódicos a los funcionarios chinos que se alojaban en el hotel de al lado. La practicante de Irkutsk fue mientras yo me quedaba en nuestro hotel y enviaba pensamientos rectos. Volvió 30 minutos después y dijo que había distribuido los periódicos.
Elevándome mientras ayudo a presentar la Exposición El Arte de Zhen Shan Ren
Decidí aprender más sobre las obras de arte de la Exposición Internacional El Arte de Zhen Shan Ren (Verdad, Benevolencia y Tolerancia) para poder presentarlas y explicarlas durante la exposición. Pude ayudar a llevar la belleza de Falun Dafa a la gente y exponer los crímenes de la persecución por parte del PCCh, ayudando a organizar la exposición de arte. En el proceso, también pude eliminar muchos de mis apegos, como la ostentación, la competitividad, la falta de confianza y la envidia.
Una madre, un padre y su hijo de 7 u 8 años vinieron a la exposición de arte. Mientras les estaba explicando el emblema de Falun, el niño exclamó de repente: "Sí, ya lo sé. ¡Esto es un símbolo de longevidad!".
Al escuchar lo que dijo el niño, recordé algo que Shifu dijo:
“Entonces, después de que se te plante el Falun, no parará las veinticuatro horas del día, siempre girará así, siempre estará transformándote” (Enseñando el Fa en la ceremonia de publicación de Zhuan Falun en Beijing, Zhuan Falun Fajie).
Conclusión
Me iluminé a que Shifu nos ha dado a todos y a cada uno de los cultivadores una oportunidad para la vida eterna.
Comprendo que los practicantes estamos aquí para cultivarnos y ayudar a salvar a la gente. ¡Gracias Shifu por su ilimitada compasión y protección!