(Minghui.org) A principios de 2020, tenía dificultad para respirar y no podía acostarme. Tenía que permanecer sentada día y noche, mis piernas estaban muy hinchadas y mi estómago estaba abultado. Sabía que estaba experimentando "yeli (karma) de enfermedad".
Un día, dos practicantes vinieron a mi casa. Una me preguntó: "¿No tienes miedo?". Le dije: "¿Qué hay que temer?”. Me entrego a Shifu. Él tiene la última palabra".
Dos días después, me visitó otra practicante. Ella me miró y dijo: "Pareces una persona moribunda". No dije nada.
Después de que se fue, pensé: "Compañera practicante, no solo me desanimaste, sino que también pusiste sal en mis heridas; realmente no puedo aceptarlo".
Siguiendo los requisitos de Shifu
Sólo tenía un pensamiento en mi mente: "Mientras pueda respirar, seguiré los arreglos de Shifu, y lo que otros digan no cuenta".
Para fines de 2020, estaba confundida, hablando incoherentemente, y mi familia había preparado mi funeral.
Un día, mi cuñada trajo a su hijo y a su esposa recién casada a visitarme. Aunque estaba confundida, recordé que la esposa de mi sobrino aún no había renunciado al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles afiliadas.
Le pregunté: "¿Sabes que, si renuncias al PCCh, podrás tener un futuro seguro?". Ella dijo: "Tu sobrino ya me lo ha dicho".
Le dije: "Si estuviera sana, lo habría hecho por ti". Ella contestó: "Puedes usar el nombre ‘Blanca Nieve' para presentar mi renuncia". ¡Sé con certeza que todo esto fue arreglado por Shifu!
Tuve un sueño a principios de 2021. Muchas personas, incluidos hombres, mujeres y niños, estaban tomando un examen. Por su estado mental, pude ver que todos eran practicantes de Dafa que habían practicado diligentemente y estaban calificados.
Les tenía mucha envidia, mirando mi aspecto decaído. Yo no estaba calificada. No tenía otra petición más que pedir un kasaya y un cuenco para mendigar.
En ese momento, escuché al examinador gritar en voz alta: "¡Golpéanla tres veces fuerte!". Miré al examinador y me di cuenta de que estaba hablando de mí. Pude ver claramente que el tablero tenía un centímetro de grosor, de seis a siete pulgadas de ancho y unos dos metros de largo. Me golpearon fuerte.
Solo sentí que me volví completamente plana y mi cuerpo se convirtió en una tabla delgada. Cuando desperté, inconscientemente toqué mi abdomen con la mano, y todavía estaba abultado e hinchado. No entendía lo que significaba el sueño.
Al día siguiente, cuando me visitó otra practicante, le conté mi sueño. Ella me preguntó: "Te has estado cultivando durante tanto tiempo y solo quieres convertirte en monja. ¡Qué tristeza le has causado a Shifu! Tu lado iluminado es dorado y brillante. ¿De qué cuenta ser una monja? Shifu ha hecho mucho por nosotros, y lo que Shifu nos dio es lo mejor".
Solo entonces recordé que Shifu empujó a todos los practicantes de Dafa que comenzaron a cultivarse antes del 20 de julio de 1999 a sus posiciones más altas, esperando que mejoráramos nuestro xinxing.Una vez que alcanzáramos la perfección, regresaríamos a casa con Shifu.
Pero no me consideraba una cultivadora y no seguí este Fa durante mi tribulación. Decepcioné a Shifu y me daba vergüenza mirarlo. A partir de entonces, no me atreví a mirar el retrato de Shifu. Estaba avergonzada, y a menudo derramaba lágrimas de remordimiento.
Estaba decidida a comenzar la cultivación y estudiar el Fa desde el principio. Estudié uno por uno los artículos de Shifu según sus fechas de publicación.
La practicante se comunicó pacientemente conmigo y ambas compartimos nuestros entendimientos de las enseñanzas. A menudo, Shifu me daba pistas a través de las palabras de los miembros de la familia, lo que era la intención benevolente de Shifu.
No mucho después de eso, descubrí que tenía muchos agujeros pequeños, del tamaño de un agujero de alfiler, en ambas pantorrillas, por donde fluía un líquido amarillo. El olor era como del fertilizante químico urea.
Pero los pequeños agujeros no dolían, y el líquido que fluía salió tan rápido que no se pudo limpiar. Pensé: déjalo fluir. La practicante dijo que era algo bueno, y yo también lo pensé.
Una practicante dijo que era mi brecha. Miré hacia adentro y encontré muchos apegos, como el apego a la fama y la ganancia, los celos, la rivalidad, el resentimiento, la lujuria, la ostentación y el fanatismo.
Le rogué a Shifu que me fortaleciera para poder desmantelar y eliminar mis apegos uno tras otro.
A través de esta tribulación del "yeli (karma) de enfermedad", se demostró una vez más que Dafa es omnipotente. Realmente me iluminé en mi cultivación, y entendí los beneficios de "mirar hacia adentro" y cómo cambiar mis nociones humanas.
Cuando me encuentro con tribulaciones, sé que soy una cultivadora y sigo el Fa de Shifu. Hice esto, y el resultado es verdaderamente como dice Shifu:
“…¡tras el verde oscuro del sauce, se hallan resplandecientes flores y otra nueva aldea! (Novena Lección, Zhuan Falun).