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Romper el miedo para aclarar los hechos cara a cara

Jun. 25, 2023 |   Por una practicante de Falun Dafa en China

(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1995. Antes de eso, como estaba perdida entre la gente común, inmersa en la gran cuba de tinta de la fama, el interés propio, el sentimentalismo, la lujuria y el deseo, creé yeli sin saberlo.

Cuando aún era joven, desarrollé todo tipo de enfermedades, como palpitaciones, fibrilación auricular e insomnio grave. Tenía que recurrir a los somníferos, pues de otro modo no podía dormir. Cuando tuve problemas con el hígado, me dieron una baja laboral de más de un año. Estaba perpleja y no sabía cuál era el propósito de la vida.

La suerte de obtener Dafa

Una vez, cuando fui al hospital a buscar mi medicación, una amiga me habló de un seminario de presentación de Falun Dafa. A lo largo de nueve tardes, se iban a escuchar las conferencias grabadas de Shifu. Mi amiga pensó que podría ayudarme con mis problemas de salud. Por aquel entonces, yo no tenía ni idea de lo que era Falun Dafa. Pero como tenía prisa por curar mis enfermedades, no dudé en ir. Después de la primera tarde de escuchar las conferencias, volví a casa en bicicleta. A lo largo del camino hay una cuesta empinada de casi un kilómetro y medio, y normalmente me bajaba de la bicicleta y la empujaba para subirla. Pero esa noche, cuando llegué a casa, me di cuenta de que había subido toda la cuesta en bicicleta. Cuando se lo conté a mi familia, les pareció realmente asombroso.

Me di cuenta de que esa práctica debía ser muy buena. De hecho, sentí como si hubiera encontrado un salvavidas. Cuando terminé de escuchar las nueve conferencias, me sentí ligera y libre de enfermedades. Todas las sensaciones incómodas que había tenido antes habían desaparecido. Por primera vez, me sentía relajada y a gusto. La alegría tan esperada llenó mi corazón. Como si viera el amanecer de la vida, sentí esperanza en el futuro. Comprendí realmente el sentido de la vida y por qué había que sufrir en ella. A partir de entonces, me embarqué en el viaje de cultivación de Falun Dafa. En el fondo, quería ser una buena persona siguiendo los principios de Falun Dafa de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y nunca abandonar la cultivación.

Contándole a la gente la belleza y el valor de Dafa

Cuando la gente se dio cuenta de las grandes transformaciones que se produjeron en mí después de que empecé a practicar, se formaron una muy buena impresión de Falun Dafa. Por ejemplo, mi temperamento cambió. Dafa también resolvió mis agravios con los demás; dejé de quejarme y abandoné el odio; era considerada con los demás sin importar lo que estuviera haciendo. Mi hijo también empezó a practicar Falun Dafa. Se recuperó de una difícil neumonía intersticial, ojos bizcos y otros problemas físicos. Mi hermano creía que Dafa era bueno, y también leía libros de Dafa y veía las conferencias grabadas de Shifu. Una vez, mientras conducía su motocicleta de tres ruedas, perdió el control y chocó contra un árbol. Sólo se rompió las gafas, pero no tuvo ningún problema en los ojos. Más tarde, cuando se encontró varias veces en peligro en el trabajo, volvió a salir sano y salvo. Realmente apreciaba la compasión de Shifu.

Soy maestra. Después de que empecé la práctica de cultivación de Falun Dafa, empecé a tratar a mis estudiantes como a mis propios hijos. Trabajé diligentemente, tomé a la ligera mi reputación y mi propio interés, y no competí con otros cuando se trataba de competir por un título superior. Tampoco me comportaba como una persona normal, que espera ser elogiada. Mis supervisores y los padres de mis alumnos me tenían en alta estima.

También empecé a presentar Falun Dafa a mis supervisores, y animé a mis colegas a ver los vídeos de las conferencias de Shifu. Todos sabían que Falun Dafa era bueno. Algunos empezaron a leer los libros de Dafa. Al mismo tiempo, crearon un grupo de estudio del Fa para que los alumnos estudiaran juntos el Fa y realizaran los ejercicios. Los alumnos viven en el campus de mi escuela, así que es muy común que tengan conflictos. Desde que empezaron a cultivarse, pudieron mirar hacia adentro y seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y raramente se encontraron con conflictos.

No solo en el trabajo, sino también en la sociedad y entre los miembros de la familia, utilicé mi experiencia para comentarle a la gente lo precioso que es Dafa. Antes, no era buena para hablar con la gente. Desde que empecé a cultivarme, quería hablar con quienquiera que me encontrara, contándoles sobre el poder de la cultivación de Falun Dafa. Antes, trataba de mantenerme alejada de todo el mundo, pero ahora era siempre optimista y abierta. La cultivación en Dafa abrió un nuevo capítulo en mi vida. Quería gritarlo y decírselo a la gente: Por favor, ¡empieza a cultivarte! Es lo más valioso que puedes hacer. Este es el camino que quieres tomar: volver a tu ser original y verdadero, el lugar de donde viniste.

Mantener pensamientos y acciones rectas - Aclarar los hechos para ayudar a salvar a la gente

Debido a la dictadura del Partido Comunista Chino (PCCh), la gente tiene miedo. Aunque saben que Dafa es bueno, no se atreven a manifestar abiertamente su postura. Especialmente cuando el PCCh escenificó el engaño de la autoinmolación en la plaza de Tiananmen y lo mostró repetidamente en televisión. Esto desencadenó el odio contra Falun Dafa. La gente que no conocía la verdad sobre Falun Dafa fue envenenada por la propaganda del PCCh. Como resultado, atacaron e insultaron a Dafa. Este era el espectro maligno del comunismo tratando de destruir a la gente.

Como practicante de Falun Dafa, uno debe dar un paso adelante para aclarar los hechos a la gente, restaurando la reputación de Falun Dafa y de Shifu. Al principio, no sabía cómo navegar por el sitio web de Minghui, ni tenía ordenador. Todo lo que podía hacer era imprimir copias de los materiales informativos de Falun Dafa. Los repartía uno a uno o colgaba información sobre Dafa en lugares públicos.

Cuando trabajaba durante el día, repartía material informativo de camino a casa. No me asustaba subir las escaleras, por muy alto que fuera el edificio, ni me asustaba la oscuridad de la carretera por la noche. Si no tenía tiempo después del trabajo, salía tarde por la noche o temprano por la mañana para distribuir materiales informativos, colgar pancartas y hablar con mis colegas, compañeros de clase, amigos y parientes sobre Falun Dafa. Antes nunca asistía a fiestas, ahora lo hacía para encontrar la oportunidad de comentarle a la gente que Dafa es bueno y que el incidente de la autoinmolación en la plaza de Tiananmen fue un montaje del PCCh. Durante la hospitalización de mi madre, por muy ocupada que estuviera, siempre iba a visitarla al hospital cuando terminaba de repartir materiales de Dafa después del trabajo. Mi madre sabía que estaba haciendo algo recto y siempre me apoyó.

Recuerdo que una vez, trabajando con otros practicantes, tuvimos que colgar una gran pancarta en la que cada palabra medía un metro. Yo no sabía mucho de caligrafía ni había escrito nunca caracteres tan grandes, pero tomé un pincel grande y lo escribí. Todos mis compañeros dijeron que lo había hecho bien. Fue como dijo Shifu,

“...la cultivación depende de uno mismo, el gong depende del Shifu” (Lección Primera, Zhuan Falun)

Fue Shifu quien vio mi deseo de validar el Fa, así que me dio la capacidad. Espero sinceramente que la gente pueda comprender la verdad y recordar que Dafa es maravilloso.

Después de que el crimen del PCCh de sustraer órganos a practicantes vivos fue expuesto, como yo no tenía acceso a un gran número de materiales informativos, tomé varios marcadores y escribí sobre ello en las paredes de edificios de apartamentos. Era una forma de hacer ver a la gente la brutalidad del PCCh. Antes de salir, siempre enviaba pensamientos rectos para pedir que Shifu me fortaleciera. Siempre volvía a casa sana y salva. Dos veces me topé con gente que quería arrestarme, pero escapé porque mantuve pensamientos rectos.

Recuerdo una vez que me llevaron a un centro de detención, cuando me ingresaron por primera vez, estaba un poco asustada. Entonces oí a un agente de policía hablar de que alguien de la ciudad me protegía. Me tomó un poco desprevenida, ya que no tenía ningún contacto en la ciudad. Más tarde me di cuenta de que era Shifu que utilizaba a gente común para indicarme lo que estaba ocurriendo. Tenía a Shifu para protegerme, así que no debía tener miedo de nada. En los siguientes cinco días de huelga de hambre, mantuve la calma y finalmente salí del centro de detención manteniendo pensamientos rectos.

Gracias, Shifu por su benevolencia, gracias, Shifu por su compasión. Durante esos días oscuros, nunca dejé que nada interfiriera con mi fe en Dafa. Fue Shifu quien vio mi fe, y me ayudó a resolver muchas tribulaciones. Él ha soportado tremendamente por mí, lo que no puedo devolver, aparte de hacerlo cada vez mejor, y caminar más firmemente en la etapa final de mi viaje.

Tener fe en Shifu y en Dafa en el momento crítico

Más tarde me trasladé a una gran ciudad para trabajar. Con mi situación financiera mejorando, surgió mi apego al ocio. Aunque todavía estudiaba el Fa y hacía los ejercicios, descuidé la cultivación sólida. Por lo tanto, las viejas fuerzas se aprovecharon de mí. Unas cuantas veces fui sometida a la ilusión del yeli de enfermedad, pero hice un avance con la ayuda de Shifu.

Una vez, fui a la biblioteca para estudiar el Fa. Aunque fui allí para estudiar el Fa, también fui para sacar otros libros relacionados con turismo. Sentí que el ambiente allí era bastante bueno. Cuando las viejas fuerzas vieron eso, me desafiaron sobre mi actitud de estudiar el Fa creando una ilusión de yeli de enfermedad para mí. De repente se me aceleraron los latidos del corazón, me sentí mareada y me faltaba el aliento. Me aclaré inmediatamente: Esta es la persecución de las viejas fuerzas, ¡no debo reconocerla!

Mientras enviaba pensamientos rectos, rogué a Shifu que me salvara. Intenté no cerrar los ojos. Me senté en una silla y seguí enviando pensamientos rectos. Pensé: no te asustes, Shifu está aquí. Con la ayuda de Shifu, mis síntomas desaparecieron en una hora. Sabía que era Shifu quien había soportado por mí. Además de apreciar la gracia salvadora de Shifu, miré hacia mi interior. Sabía que tenía omisiones, porque no me cultivaba con diligencia. Aproveché el tiempo para estudiar el Fa y hacer los ejercicios. Mi estado de cultivación fue bueno por un tiempo.

Sin embargo, cuando terminé de reformar mi casa, mi apego al ocio volvió a resurgir. Así, fui perseguida por las viejas fuerzas por segunda vez. Por la mañana, cuando estaba cocinando en casa, de repente sentí un fuerte dolor en el pecho. Cada respiración era realmente dolorosa. También iba acompañada de un fuerte miedo a la muerte. Me senté rápidamente. En ese momento, tenía dificultad para respirar y no podía erguir la palma de la mano para enviar pensamientos rectos. Pero estaba firme en mi mente: Nunca reconocería la disposición de las viejas fuerzas; creo en Shifu, pertenezco a Dafa. Repetía una y otra vez estas palabras. Mientras tanto, creía firmemente que los pensamientos rectos de un practicante son poderosos. Después de una hora, sentí que un objeto salía de mis costillas izquierdas. Mi corazón se puso bien inmediatamente. Al instante, supe que era Shifu quien había visto mi pensamiento recto y había eliminado ese mal elemento. Inmediatamente me arrodillé delante del retrato de Shifu y, con lágrimas en los ojos, le agradecí una vez más su compasión. Al mismo tiempo, comprendí de verdad que la cultivación es algo muy serio. Tenía que decidirme a cultivarme con diligencia y sólidamente. Tenía que aprovechar el tiempo para hacer bien las tres cosas, a fin de corresponder la compasión de Shifu.

Romper el miedo, aclarar los hechos cara a cara

La publicación de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista desencadenó la gran marea de gente que renunciaba al PCCh. Hablé con mis parientes, amigos, colegas y estudiantes para ayudarlos a renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles afiliadas. La mayoría decidió renunciar.

Más tarde salí de la ciudad para trabajar. En aquella época, no había practicantes con los que ponerse en contacto, ni podía acceder a los materiales de Minghui. Estaba muy preocupada. Así que me compré un ordenador. Probablemente porque Shifu vio mi deseo de navegar por el sitio web de Minghui, por casualidad, obtuve el programa Freegate para romper el bloqueo de Internet. Me alegré mucho de poder utilizarlo para navegar por el sitio web de Minghui. Luego leí los nuevos artículos de Shifu, y también encontré artículos sobre los practicantes que salen a aclarar los hechos a la gente cara a cara, para ayudar a la gente a renunciar al malvado Partido.

Decidí también salir a hablar con la gente cara a cara sobre renunciar al Partido. Pero cuando llegué a una zona concurrida y vi a la gente paseando, no supe con quién hablar ni qué decir. Tardé un rato en tener el valor suficiente para hablar con un joven. Pero huyó de mí al poco de empezar a hablar. Me sentí muy frustrada. Al volver a casa, me sentí tan triste que lloré. No podía entender adónde se habían ido mis pensamientos rectos.

Sabía que debía romper con las nociones egoístas que se habían formado en mí después del nacimiento y dar un paso adelante para intentar salvar a los seres conscientes. Por lo cual, recité el Fa todos los días, pidiendo que Shifu me fortaleciera. Cuando sentía miedo y no me atrevía a hablar con la gente por el camino, Shifu me animaba para darme confianza. Empecé con estudiantes universitarios o jóvenes trabajadores. Hablé de la cultura tradicional china y de cómo el PCCh destruyó nuestra civilización china, con todo tipo de movimientos políticos para perseguir a su propio pueblo. Todos estaban encantados de escucharme, pues nunca antes habían oído nada desde esta perspectiva. Entonces aceptaron de buen grado renunciar a las organizaciones del PCCh. Aprecié de verdad la fortaleza que me dio Shifu. Durante ese periodo de tiempo, me sentí tan feliz por aquellos jóvenes que habían sido salvados después de conocer la verdad.

Recuerdo una vez, que estaba en una plaza donde casi no había gente. Vi a un joven hablando con alguien por teléfono. Parecía agitado. Me quedé cerca un rato y esperé a que colgara, entonces le pedí que me ayudara a tomar una foto. Me tomo unas cuantas fotos con gran seriedad. Después, me senté a su lado en un banco para charlar con él. Me enteré de que había sido despedido injustamente. Le expresé mi preocupación y lo guié paulatinamente, utilizando la sabiduría cultivada en Dafa para que pudiera iluminarse. Poco a poco se fue calmando. Luego charlamos un rato como amigos.

Le hablé del régimen totalitario del PCCh, de la verdad sobre Dafa y de la malvada persecución del PCCh. Reconoció todo lo que le dije. Pero cuando le pedí que renunciara al PCCh, dudó. No me preocupé. Mientras enviaba pensamientos rectos, abordé el tema desde un ángulo diferente. Al final, mientras tomábamos juntos el metro para volver a casa, en el momento en que estábamos a punto de entrar en el metro, le dije: "Estamos tan predestinados que hemos charlado durante bastante tiempo. Aunque no atesores la oportunidad, tienes que atesorar tu vida, ¡y no enterrarte con el PCCh!". Inesperadamente, dijo alegremente: "Entonces aceptaré renunciar".

Instantáneamente, me conmoví. Fue Shifu quien lo salvó. Esa vida fue muy honrada. También intercambiamos números de teléfono. Poco después, recibí un mensaje suyo diciendo que había encontrado un nuevo trabajo mejor pagado. Recibió buena suerte por su sabia decisión de renunciar al PCCh.

El camino de la cultivación nunca es fácil. Mi miedo se fue desprendiendo capa por capa. Durante un período de tiempo, ayudé a bastante gente a renunciar al Partido, pero durante otro período de tiempo, sólo ayudé a unas pocas personas a renunciar al Partido. En esa situación, me preocupaba y me sentía deprimida. A veces, cuando salía durante un par de horas, pero no podía ayudar a nadie a renunciar al Partido, pensé en volver a casa y dejar de apegarme al número de personas a las que había ayudado a renunciar. Curiosamente, de camino a casa, de repente ayudé a varias personas a renunciar al Partido con bastante facilidad. Después de que este tipo de cosas sucedieran unas cuantas veces, llegué a comprender que era Shifu ayudándome a quitar el apego. Después de sentarme, empecé a examinarme cuidadosamente: ¿Por qué me preocupaba? ¿Por qué me preocuparía tanto el número de personas a las que he ayudado? Cuando indagué más, me di cuenta de que estaba apegada a alcanzar la Perfección, lo cual era egoísta, y un fuerte apego a mi propio ego. Después de darme cuenta de eso, envié pensamientos rectos de manera intensiva para limpiar este apego.

Ahora, cuando ayudo a la gente a renunciar al PCCh, envío pensamientos rectos en casa de antemano, durante una hora. En mi camino, también recito el Fa de Shifu. Entonces dejé de estar apegada a cuanta gente ayudo. Cada vez que ayudo a una persona, aprecio la ayuda de Shifu. No sé cuánto ha sufrido Shifu por sus discípulos y por los seres conscientes. Me sentí muy honrada de poder ser salvada por un Shifu tan maravilloso y compasivo. Debería atesorar aún más mi oportunidad de cultivación, aprovechar el tiempo para cultivarme bien y salvar a más seres conscientes.

Recordando mi camino de cultivación durante los últimos 28 años, tengo muchas historias que contar. Cuando vi el nuevo artículo de Shifu "Despierten", sentí aún más la urgencia de no perder el tiempo. Seguiré cultivándome con más diligencia, haré las tres cosas que se supone que debe hacer un practicante y mantendré mi voto.