(Minghui.org) Mantener pensamientos rectos y creer en Shifu puede resolver cualquier situación.
Últimamente me quedo mucho en casa. Normalmente estoy ocupada en el trabajo, y rara vez he tenido tiempo para salir a hablar con la gente sobre Falun Dafa. Por lo tanto, pensé que debía aprovechar la oportunidad para ir a las comunidades cercanas a distribuir materiales informativos sobre Dafa.
Antes de la pandemia, también salía a distribuir materiales durante mi tiempo libre. Pero cada vez que salía, sólo llevaba un número limitado de materiales, pues me preocupaba mi seguridad.
Durante la pandemia, salvar vidas se hizo más urgente. Además, la pandemia podría empeorar de nuevo y enfrentarnos a otro cierre. Por lo tanto, pensé que debía distribuir tantos materiales como fuera posible al salir. Con este pensamiento, sentí presión en mi mente.
Sentía que cada vez que salía me sometía a una prueba de vida o muerte. Me preocupaba que pudieran denunciarme en cualquier momento y que no pudiera volver.
Intenté calmar mi mente y empecé a leer el Fa. Después de leer, me dije que debía creer en Shifu y en el Fa, que debía establecer altos estándares para mi cultivación, y que debía creer en el poder de los pensamientos rectos.
Participando en los ejercicios en grupo de la mañana
Sabía que debía cultivarme diligentemente todos los días, pero durante mucho tiempo había tenido dificultades para ser constante.
Además de estudiar bien el Fa, también tenía que levantarme a tiempo para unirme a los ejercicios en grupo de la mañana a las 3:20 a. m., así como para enviar pensamientos rectos como grupo.
Hace unos años, dejé de dormir en la cama para que me resultara más fácil levantarme a hacer los ejercicios de la mañana. En lugar de tumbarme en la cama para dormir, me sentaba en un cojín junto a la cama y me apoyaba en ella. Era muy incómodo dormir sentada, pero efectivamente facilitaba el levantarse para los ejercicios matutinos.
Comprendí que para salvar más seres conscientes tenía que seguir normas más estrictas y cultivarme con más diligencia. En el proceso de encontrar mis apegos y tratar de deshacerme de ellos, empecé a ir a los edificios vecinos para distribuir materiales de Falun Dafa.
Enviar pensamientos rectos antes de salir a distribuir materiales
Un día envié pensamientos rectos durante diez minutos antes de salir, y me centré en eliminar las manos negras, los fantasmas podridos y los espíritus malignos comunistas del edificio al que iba a ir. También envié pensamientos rectos para que la puerta electrónica de mi comunidad se abriera para que yo pudiera salir, y para que la gente del edificio al que iba, no anduviera por ahí.
Todavía estaba nerviosa al salir de casa. Seguí enviando pensamientos rectos por el camino, y cuando llegué a la salida de mi comunidad, la verja estaba cerrada. Un vehículo detrás de mí no paraba de tocar el claxon, llamando al guardia, pero nadie respondía.
Esperé, pues creía firmemente que la puerta se abriría. En diez segundos aparecieron tres personas que querían salir.
Tras ellos, salí de la comunidad. En el proceso de distribuir los materiales, no tuve ningún encuentro con la gente y entregué sin problemas todo lo que llevaba conmigo.
Cada vez que llegaba a un nuevo piso, pensaba: "Creyendo en Shifu y en el Fa, no me cruzaré con nadie".
Una vez, cuando estaba leyendo el Fa, comprendí que cada practicante de Dafa tiene dragones celestiales que le protegen. Al enviar pensamientos rectos antes de ir al edificio, también pedí a los dragones que limpiaran primero la escena sobre el edificio al que iba.
Cuando llegué al edificio, delante de mí entraban un hombre y tres niños. Les seguí rápidamente y entré. En el proceso de distribuir los materiales, cambié de planta cuando oí a alguien en la planta a la que iba a entrar.
En una ocasión, mientras distribuía el material en una planta, una pareja de ancianos salió del ascensor. Su repentina aparición me sobresaltó. Miré a mi alrededor, me tranquilicé y bajé a la siguiente planta.
Pensé mientras caminaba: "Que no tengan malos pensamientos". Permanecí indiferente y terminé de distribuir los materiales.
Seguidamente, miré hacia dentro para saber por qué me encontraba con gente en el edificio. Llegué a comprender que era mi búsqueda, porque pensaba: "Si me encuentro con personas, que no tengan malos pensamientos".
Al enviar pensamientos rectos antes de salir del edificio, me concentraba en un solo pensamiento: "No encontrarme con nadie". Como resultado, no me encontré con nadie y no experimenté ninguna interferencia.
En las semanas siguientes, cada vez que salía a distribuir materiales, sentía que estaba practicando mi creencia en Shifu y en Dafa. Este proceso fortaleció mi creencia en Dafa.
Hace poco leí un artículo en Minghui sobre un practicante que fue perseguido y su casa saqueada. Otros practicantes enviaron pensamientos rectos para ayudarle. Pidieron a Shifu que lo fortaleciera y utilizaron poderes sobrenaturales para eliminar todas las fotos de los practicantes de Dafa del ordenador, y todos los números de teléfono de los practicantes de Dafa del teléfono móvil de este practicante.
Después se comprobó que el ordenador y el teléfono móvil del practicante habían sido borrados al comprobarlos. Me quedé asombrada: "¡Vaya, puede ser así!".
Shifu dijo:
“Ustedes necesitan saber que cuando los dioses crean a humanos, no pueden incluir en ellos el pensamiento y manera de pensar de los dioses, ya que eso los haría dioses completos, no seres humanos” (Viaje por Norteamérica para exponer el Fa).
Llegué a comprender que nuestros pensamientos marcan la diferencia entre ser un ser humano y un dios. Si uno piensa de un modo que está por encima del pensamiento de la gente común, y aborda las situaciones basándose en los principios de Dafa en lugar de las nociones humanas, ¿no es ese el estado de un ser divino?
Si queremos alcanzar la Perfección, todos nuestros pensamientos deben estar basados en el Fa.
Continuaré cultivándome diligentemente y seguiré las enseñanzas de Shifu:
“…atraviesen bien el último camino usando el pensamiento recto de los dioses” (Desintegrar completamente todas las deidades entrometidas en los Tres Reinos que participan e interfieren con la rectificación del Fa, Escrituras esenciales para mayor avance (III))