(Minghui.org) Aunque mi familia no era acomodada, tenía todo lo que necesitaba. Como hija única, mis padres me criaron apoyándome y elogiándome, y rara vez me regañaban. A menudo, me felicitaban delante de los demás y nunca me comparaban con los hijos de otras personas.
Al crecer en un ambiente así, quería hacerlo bien para obtener más reconocimiento. No podía soportar las críticas de los demás, y estaba celosa de las personas que sentía que eran mejores que yo.
Después de comenzar a practicar Falun Dafa, entendí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y los efectos dañinos de la envidia. Era consciente de los problemas que podrían desencadenarse por la envidia, por lo tanto, traté de contenerla. Soy una persona introvertida y discreta, así que me llevo bien con los demás.
Al principio, mi entendimiento de los principios del Fa fue superficial. A menudo, resolvía problemas basándome en la comprensión de la tolerancia de la gente común, y era suficiente para mantener mi equilibrio interior. Esa balanza se inclinó después de casarme.
Mi esposo es una persona extremadamente concienzuda y meticulosa. Es terco y busca la perfección. Mi corazón fue constantemente desafiado a medida que nuestra relación amorosa se convertía en una vida matrimonial, luego en una empresa comercial.
Mi comprensión superficial de Dafa ya no era suficiente para mantenerme tranquila durante los conflictos, y la vieja forma de ser tolerante no funcionaba. Me sentía extremadamente incómoda y muchas veces tenía pensamientos como: "¿Qué derecho tienes a hablarme así?", "¡Eres solo unos años mayor que yo, y estás actuando como si fueras mejor que yo!", "¿Por qué debería escucharte?, ¿Cómo sabes que tienes razón?".
Estos pensamientos seguían apareciendo cuando teníamos desacuerdos en el trabajo. Apenas podía mantener el estándar mínimo de una cultivadora.
En casa, mi esposo me intimidaba y gritaba mientras yo me sentaba en silencio. Cuando mi esposo me pedía algo, respondía suavemente: "¡No, no lo haré!".
Tenía más de 30 años, pero me comportaba como una niña.
Mi esposo me dio el apodo de "¡No, no lo haré!" y se burlaba de mí. No me daba cuenta de que el nudo en mi corazón tenía que ver con la envidia, y trataba de calmarme con este pensamiento: "Soy una cultivadora y no me rebajaré al nivel de una persona común".
Más pruebas después de que mi esposo comenzó la práctica
El virus COVID barrió el mundo en 2020 y cambió la vida de las personas. Mi esposo decidió practicar Falun Dafa. Al principio estaba feliz por él, pero luego llegaron nuevos desafíos.
Mi esposo tenía su entendimiento acerca de la cultivación después de leer los libros de Falun Dafa. Además de corregirse a sí mismo de acuerdo con los principios del Fa, usó los estándares que aprendió para corregirme. Me decía que buscara hacia adentro cada vez que tuviera problemas. Por supuesto, sabía que tenía que mirar hacia adentro, pero no me gustaba que un nuevo practicante me dijera que lo hiciera.
Tiene una buena base, y Shifu Li (fundador de Dafa) a menudo le mostraba los principios del Fa, por lo que su nivel de xinxing aumentó rápidamente. Me di cuenta de que su entendimiento del Fa y los cambios físicos que sentía eran muy diferentes de los míos, cuando aprendí la práctica. Nunca experimenté lo que él experimentó, así que mientras me sentía feliz por él, también me sentía algo insegura.
Cuando surgían conflictos, pasé de ser paciente a ser despectiva, y luego mi tono se volvió resentido: "Ahora que eres un practicante, debes cambiar la forma en que te comunicas y miras hacia adentro".
Ambos queríamos que la otra persona cambiara y a menudo terminábamos con desacuerdos. Después de eso, teníamos una discusión y acordábamos hacerlo mejor la próxima vez. Continuamos así por un tiempo.
Hablé con mi madre, que también es practicante, y me dijo que tenía que ser estricta conmigo misma. No importa lo bien que uno se haya cultivado antes, un practicante veterano debe liderar al nuevo, y solo podría lograrse buscando constantemente hacia adentro y mejorándose a sí mismo.
Después de leer los libros de Dafa, descubrí que, aunque me consideraba una practicante, todavía trataba pasar las pruebas de cultivación como tribulaciones ordinarias en la vida. No me daba cuenta de que la causa raíz era mi apego a la envidia.
Shifu dijo:
“Una persona malvada es dominada por el corazón de la envidia. A raíz de su egoísmo y despecho personal, se queja que no le tratan justamente” (Grado de conciencia, Escrituras esenciales para mayor avance).
Además, no entendía las enseñanzas de Shifu en Qué es Ren (tolerancia).
Shifu dijo:
“El Ren, es la clave para mejorar el xinxing de uno. El aguantar con odio, quejas o lágrimas es el Ren de una persona común que está apegada a sus recelos. Sólo el aguantar completamente sin ningún odio ni queja alguna es el Ren de un cultivador” (Qué es Ren, Escrituras esenciales para mayor avance).
Me di cuenta de que la verdadera tolerancia no está dirigida a resolver conflictos. Eso es hacer algo con intención. Sólo cuando el corazón no se mueve, uno ha alcanzado el estado de "tolerancia" que un practicante debería tener.
Después de que llegué al entendimiento anterior, vino una prueba. Cuando mi esposo me criticó y quise responder, rápidamente recordé que "una persona malvada se queja de injusticia". Tuve un pensamiento: "Soy una cultivadora. No soy una persona malvada. Quiero un corazón tranquilo y la tolerancia de una cultivadora". Aunque la sensación de injusticia estaba allí, la tuve bajo control y pasé la prueba.
Shifu vio que quería eliminar la envidia, por lo que misericordiosamente me reveló más principios del Fa. Cuando mi esposo practicó la meditación sentada a la mañana siguiente, no podía cruzar las piernas en la posición de loto completo, a pesar de que antes podía hacerlo. Así que probó la posición de medio loto y su pierna se quedó en alto. Tenía una mueca y parecía estar sufriendo. Traté de averiguar qué le estaba pasando y luego me di cuenta: "¡Él está soportando el dolor por ti!". ¡Me sorprendió!
Shifu dijo:
“En realidad te está ayudando a eliminar tu yeli, pero él no lo sabe. No es para nada que él pelea contigo solo en la superficie mientras que en su corazón aún se siente bien contigo, no es así, es realmente ira que surge desde su corazón, porque a quienquiera que le cae el yeli siente malestar; está garantizado que es así” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
¡Así es! ¡Mi esposo me ayudó a pasar la prueba y tuvo que soportar el yeli (karma)! Fue la primera vez que aprendí lo que los practicantes con los que tenía conflictos y los no practicantes tenían que cargar por mí. Shifu construyó una escalera para que cada practicante llegara al Cielo, y había alguien en cada escalón de la escalera para ayudarnos a pasar la prueba. Cada pequeña mejora se logró pisando el hombro de alguien y con la bendición de Shifu. Me sentí muy agradecida y entendí el principio del Fa de mirar las cosas en orden inverso. ¡Mi sentimiento de injusticia se desvaneció!
Después de esta experiencia, me pude contener. Traté de no conmoverme. Busqué hacia adentro cuando encontré problemas. Aunque no siempre me fue bien, gradualmente pude enfrentar las cosas con una mente clara y pensamientos rectos.
Compartimos con un practicante que era diligente y había practicado durante mucho tiempo. Mi esposo habló sobre lo que él se iluminó, y yo escuché en silencio. El practicante veterano comentó: "¿Cómo es que a tu esposo le está yendo mejor que a ti?". Me sorprendió y quise refutarlo, pero luego pensé que no estaba bien, así que solo sonreí y no dije nada.
Miré hacia adentro después de que el practicante se fue, y me pregunté por qué me conmoví. No estaba feliz de escuchar que mi esposo estaba mejor que yo, así que le tenía envidia a él. Me sentí abatida por no experimentar lo mismo que mi esposo y porque alguien lo señaló, lo que significó que mi apego a mi reputación quedó expuesto. Cuando el practicante hizo ese comentario, quise discutir. Esto demostró que tenía el apego a la competitividad.
Noté que mi esposo poseía muchas virtudes que yo no tenía, así que ¿por qué no podía reconocer y aceptar el hecho? La palabra "humildad" me vino a la mente, y me di cuenta de que me había puesto en un pedestal. No era humilde, por lo que no podía reconocer los méritos de otra persona.
Shifu dijo:
“Tú tienes que salvarme, todos dicen que tú tienes que salvarme, tú tienes que salvarme, pero la forma en que se manifiesta no es como la lógica y las razones del mundo humano, que cuando pides algo tienes que ser muy cordial, muy humilde: tú me salvas, entonces primero tengo que agradecerte, yo te daré algo provechoso; pero no es así. Según como lo ven ellos, “si puedes salvarme tendrás que llegar a mi nivel. Tienes que tener esta poderosa virtud, recién así puedes salvarme” (Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa).
Mi actitud no era diferente de las características de las viejas fuerzas, es decir, me consideraba elevada y trataba a las personas que eran mejores que yo con una mentalidad despectiva. Una vez que encontré al "gran demonio" escondido detrás de mis apegos, envié pensamientos rectos para negar los arreglos de las viejas fuerzas.
Traté de ver los aspectos buenos de los demás. Traté de no ocultar mis defectos, y escuché las sugerencias de los practicantes con el corazón abierto. Aunque me sentí avergonzada por eso, mi estado mental era bastante diferente al anterior.
Cuando mi esposo leyó a su familia la nueva conferencia de Shifu "Por qué existen los seres humanos", causó un alboroto. No pude evitarlo y dije emocionalmente: "¿Cómo pudieron reaccionar así?".
Él respondió: "Están teniendo un efecto en ti, así que sería mejor que no digas nada". Le dije que no estaba conmovida, sino preocupada. Dijo con seriedad: "Te conmueve la gente común y ni siquiera lo admites. ¿Por qué leí la conferencia? ¿No le estamos ayudando a Shifu a despertar a la gente? ¿Crees en Shifu y Dafa al cien por ciento? Estaba un poco conmovida antes, ¡pero pronto me di cuenta de que estaba atravesando una prueba!".
Quería decirle: "Eres solo un practicante nuevo, así que ¿cómo puedes sermonearme?". Pero esta vez me calmé y lo escuché. Eliminé lo que me estaba bloqueando y dije: "¡Tienes razón!". Lo dije en voz alta en lugar de mantener el pensamiento en mi cabeza, como solía hacerlo. No sentí ni un poco de celos y pensé: "¡Tienes un buen entendimiento y lo estás haciendo bien! ¡Estoy realmente feliz por ti!".
Cuando surgió ese pensamiento, sentí claramente una flor floreciendo lentamente en mi corazón, y sonreí. Mi expresión seria se convirtió en una sonrisa que salió de mi corazón. ¡Estaba llena de alegría!
Hay una antigua expresión china: su traducción literal es: "Una flor florece en el corazón y la cara estalla de alegría". ¡La flor del corazón floreció no porque fuera feliz, sino porque estaba feliz por otra persona! Agradecí sinceramente a Shifu por dejarme experimentar la maravillosa sensación de no tener envidia.
Mi esposo ya no se burla de mí con "¡No, no lo haré!" cada vez que me pide que haga algo. Independientemente de su actitud, respondo con una sonrisa. Una vez dijo algo, y, antes de que pudiera terminar de hablar, sonrió y dijo: "¡Te has cultivado bien recientemente!".
Gracias, Shifu por su cuidado y guía, por eliminar el apego a la envidia y por enseñarme a mejorar poco a poco. Aunque hubo altibajos en el proceso, aprendí a cultivarme. Continuaré mejorando para recompensar la compasión de Shifu.
(Artículo seleccionado para celebrar el 24º Día Mundial de Falun Dafa en el sitio web de Minghui)