(Minghui.org) Cuando detuvieron a dos practicantes en un condado vecino y la policía presentó su caso a la procuraduría, varios practicantes decidimos ir a ayudarlos.
Fuimos a la procuraduría junto con familiares de los practicantes detenidos para presentar una queja contra el Jefe de la Oficina de Seguridad Nacional por la detención de los practicantes. Dio la casualidad de que el abogado de otro practicante estaba allí para revisar el documento de su caso.
El abogado nos ayudó a explicar a la procurador que la práctica de Falun Dafa está protegida por la ley. Al no poder refutar al abogado, la procuradora Ying, se enfadó e increpó al abogado en voz alta y amenazante.
Como no quería que la conversación subiera de tono, intervine y le dije a Ying con tono amistoso que tenía una pregunta para ella. Para protegerme, dije que era la hermana de uno de los practicantes detenidos.
Ying me miró y su tono se suavizó un poco. "De acuerdo, comprendo tu preocupación por los miembros de tu familia. Mientras pueda responder, intentaré aclarártelo", respondió.
Mirándola a los ojos, le dije sinceramente que nos parecía un error utilizar el artículo 300 de la Ley Penal para detener a mi hermana, la practicante detenida. En primer lugar, Falun Dafa no es una secta y no está en la lista de sectas del Buró General del Consejo de Estado y del Ministerio de Seguridad Pública. Por lo tanto, los funcionarios del sistema judicial no pueden limitarse a utilizar una notificación interna del Tribunal Supremo y la Procuraduría Suprema para procesar a los practicantes de Falun Dafa.
El abogado también añadió algunas palabras de vez en cuando para apoyarme. Le expliqué que mi hermana es una ciudadana corriente y que no podía "socavar la aplicación de la ley", tal y como se especifica en el artículo 300 de la Ley Penal.
"Además, hay nuevas iniciativas para que los funcionarios del sistema de justicia rindan cuentas de los casos que han llevado, incluidos los del pasado", le expliqué. "Tarde o temprano llegará el día en que se repare la inocencia de mi hermana. Al rechazar el caso de mi hermana, está salvaguardando la dignidad de la ley y dejando un expediente limpio para su futuro".
Comprendiendo la verdad
Mientras hablábamos me levanté y me acerqué a la mesa de Ying sin darme cuenta. Dos de los hijos de la practicante también se pararon a mi lado y le rogaron a Ying: "Por favor, deja ir a nuestra madre".
Yo también envié pensamientos rectos a Ying para que pudiera entender la verdad sobre Falun Dafa. Otros practicantes también enviaban pensamientos rectos fuera de la procuraduría. Poco a poco, noté que Ying cambiaba, de la impaciencia a la vacilación y al pensamiento profundo. Sabía que las palabras la habían conmovido.
"Mira, no hay base legal para procesar a mi hermana. Lo más sencillo es rechazar su caso", añadí.
Entonces le conté esta historia: Los soldados que fueron a juicio después de la Segunda Guerra Mundial dijeron que no habían hecho nada malo por seguir órdenes. Sin embargo el juez afirmó que el soldado podía haber levantado un poco el cañón del fusil para salvar una vida. Siempre puedes elegir.
"Vale, vale, lo entiendo. Usted está diciendo que Falun Dafa no es uno de las 14 sectas y que ella no violó la aplicación de ninguna ley", expresó Ying. "Yo no tomo la decisión, no obstante le transmitiré mi recomendación".
Cuando el Tribunal realizó una audiencia más tarde, la procuradora no era Ying, sino otra persona. Entró en la sala, no obstante no expresó nada. Comprendí que se había retirado del caso porque no quería procesar a la practicante en contra de su conciencia.
Conversación frente a la computadora
La siguiente vez que vi a Ying fue tras la detención de otra practicante, Mei. Trabajé con el mismo abogado en las labores de rescate. El marido de Mei era tímido y no se atrevía a ir a la procuraduría. Otros practicantes lo animaron a ir, sin embargo al llegar se quedó en el coche.
No sabíamos quién era el procurador encargado del caso de Mei y tampoco sabíamos a quién preguntar. En el departamento de archivos de casos, vimos a Ying. Reconoció al abogado y empezaron a hablar. Ying nos confirmó que había dejado la procuraduría. Cuando le preguntamos por el caso de Mei, nos contó que no se había entregado oficialmente.
"No podemos revelar ninguna información. Además, todavía hay que presentar una carta para demostrar la relación con la persona", añadió.
"Mei es mi hermana y su marido está fuera. ¿Funcionará su documento personal?". le pregunté. "No es fácil para nosotros venir aquí".
"No, con el documento personal no basta", respondió.
En ese momento, Ying me miró y giró la cabeza. Luego me miró con seriedad. Me preocupaba que me hubiera reconocido. La última vez no llevé máscara y hablé con ella durante casi dos horas. Esta vez llevaba mascarilla debido a la pandemia, no obstante no podía taparme los ojos y mi voz era la misma. Me miró un rato, se levantó, susurró algo a otra persona y salió.
Yo estaba un poco nerviosa: Había seguido muchos casos de Falun Dafa, y ella podía saber que yo no era miembro de la familia. Así que podría haber salido para intentar que me detuvieran. ¿Debería irme para evitar que me detuvieran? Sin embargo entonces pensé: ¿de qué tengo miedo? He venido aquí por una buena causa y solo tengo que ser recta. Se calumnia a Dafa, se injuria a Shifu y se persigue a los discípulos de Dafa. ¿Por qué no puedo enderezar mi columna vertebral y buscar justicia? Pensando en esto, me calmé, llamé a Shifu en mi corazón y ajusté mi postura.
Al cabo de un rato, Ying regresó y se sentó en su escritorio. Abrió una interfaz en el ordenador, me miró directamente con una sonrisa y explicó: "Lo siento, no puedo decírtelo. No puedo incumplir las normas. Mire, tenemos políticas y reglamentos". También giró un poco la pantalla del ordenador. Al otro lado de la amplia mesa, vi el nombre de Mei en la pantalla del ordenador. Intenté verlo más de cerca, sin embargo no sabía dónde mirar y no lo veía con claridad.
Al verme un poco confusa, Ying giró un poco más el monitor hacia mí.
"Gracias", le respondí. Me di cuenta de que su expresión era sincera y le devolví la sonrisa.
"Vamos", afirmó el abogado justo en ese momento. Le pregunté al abogado adónde íbamos y me aseguró: "Vamos a ver al procurador que lleva el caso".
Cuando le pregunté cómo sabía de quién se trataba, me respondió: "Estaba en la pantalla del ordenador. Vi el nombre".
Me emocioné y le di las gracias a Ying por ayudarnos.
Un sueño
Rescatar a compañeros practicantes es también un proceso de cultivarnos a nosotros mismos. Una vez, tras la detención de un practicante, su familia presentó una denuncia penal contra todos los agentes implicados, desde la policía hasta el procurador. Cuando el Tribunal estaba realizando una segunda audiencia, uno de los miembros de la familia le declaró al procurador: "Hemos presentado una denuncia penal contra usted. Tiene que excusarse".
"¿Me han demandado? ¿Por qué?", preguntó el procurador.
"Por el delito de torcer la ley en beneficio propio", respondió el practicante. "Puede ir a leer la querella".
El procurador apoyó la cabeza en la mesa, desinflado.
El incidente conmocionó a la procuraduría. La policía local quiso tomar represalias contra la familia. También acosaron a algunos practicantes locales. Algunos me pidieron que mantuviera un perfil bajo. Sabía que estaba mal dejar de rescatar a los practicantes detenidos, no obstante también tenía miedo. Un día tuve un sueño.
En el sueño, veía a la policía en un coche que venía a detenerme. Salí corriendo por la puerta de atrás. Justo cuando el coche de policía estaba a punto de alcanzarme, una gran águila blanca me agarró por debajo de los brazos y me llevó volando hacia el cielo. Mirando al suelo, el coche de policía parecía una caja de fósforos. La policía no podía encontrarme. El águila me bajó, estaba a salvo.
Al despertar del sueño, seguía teniendo esa sensación ligera y maravillosa como si volara con el águila. Lloré, pues sabía que era Shifu quien me animaba y me decía que no tuviera miedo. Los gente malvada no son nada, son demasiado bajos para alcanzarnos.
Sé que tenemos que ayudar a Shifu a salvar a la gente, incluidos los funcionarios del sistema judicial. Ellos están en peligro ya que han perseguido a practicantes inocentes de Falun Dafa por seguir Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Estamos haciendo todo esto no solo para detener la persecución, sino también para ayudar a estas personas a tener un buen futuro.