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​Mientras el fuego estallaba, un fuerte viento cambió repentinamente de dirección

Mar. 28, 2023 |   Por una practicante de Falun Dafa en la provincia de Liaoning

(Minghui.org) En un autobús con más de 20 pasajeros, la gente hablaba de noticias de diferentes lugares. Una de ellas era sobre una mujer de la aldea de Shihuiyao apellidada Li.

"¿Saben qué? Falun Dafa le ha ayudado mucho", dijo un pasajero. "Antes siempre tenía la cabeza metida en el cuello y los hombros redondeados".

"¿Cómo que tenía los hombros redondeados?", preguntó alguien.

"Era jorobada", respondió otra persona, imitando la enfermedad.

Una tras otra, estas personas hablaban de Li. Su madre murió cuando ella era niña, y la pobre tenía bronquitis, enfermedades del corazón, una dolencia estomacal y asma. Además, era jorobada y se casó con alguien ocho años mayor que ella, que también tenía muchos achaques.

Después de casarse, su vida fue aún peor. A veces, su suegra le pegaba porque el cerdo se escapaba del corral. Una vez, su suegra no encontró una toalla y la culpó a ella. Después de que una tía le dijera que la había tomado, Li repitió que era inocente, sólo para que el hermano pequeño de su marido le diera una bofetada. Sin motivo alguno, la suegra de Li le quitó la colcha. Cuando Li quiso recuperarla, su suegra la agarró del pelo y tiró tan fuerte que se le cayó parte de él. Dada su situación, Li decidió acabar con su vida bebiendo insecticida, pero se detuvo en el último momento, pensando en lo mucho que sufrirían sus dos hijas sin ella.

"Pero ahora todo ha cambiado", explicó una persona. "Li ya no es jorobada y tiene muy buen aspecto".

"No sólo eso, ahora vive en Beijing con su segunda hija, que tiene un buen trabajo y gana mucho dinero. Nadie habría imaginado que la pobre Li tendría un día una vida tan feliz". Decían.

La persona de la que hablaban estos pasajeros era yo, una mujer del campo que había recuperado la vida gracias a Falun Dafa. De hecho, todas mis dolencias antes mencionadas desaparecieron a los dos meses de empezar a practicar Dafa. Al seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser mejor persona, todo a mi alrededor cambió. Mi historia es uno de los temas favoritos de los aldeanos, que la cuentan en casa, en el campo y en el autobús.

Como decenas de millones de otros practicantes de Falun Dafa, he sido testigo de muchos otros milagros. He aquí algunos ejemplos:

Solo mi casa no se inundó

Un día de 2011, hubo una fuerte tormenta. Solo teníamos un retrete exterior (muchas casas en el campo tienen retretes fuera, en el patio), y mi hija necesitaba ir. Estaba indecisa porque llovía a cántaros, pero decidió ir de todos modos.

Justo cuando salía por la puerta, gritó: "¡Mamá, viene el agua! Se va a inundar la casa". Ella y yo llenamos rápidamente dos grandes sacos de arena y los apilamos en la puerta trasera.

Más tarde nos enteramos de que todas las casas del pueblo se habían inundado con las fuertes y repentinas lluvias. Mi casa fue la única excepción. En mi corazón, agradecí al señor Li Hongzhi, fundador de Falun Dafa, por protegernos.

El viento cambió de dirección repentinamente

En 2012, oí que un vecino me llamaba: "¡Date prisa! ¡La pila de leña está ardiendo!". Salí, vi las feroces llamas y pedí ayuda a mis otros vecinos.

Al ver la furia del fuego, apreté las palmas de las manos frente a mi pecho y dije: "Maestro, necesito ayuda. Hace viento del norte y toda la leña del montón va a arder rápidamente. ¿Puedes ayudarme a cambiarlo a viento sur?". Con ese pensamiento, el viento cambió repentinamente de dirección y varias amas de casa apagamos el fuego en poco tiempo.

"Li, ¿qué está pasando?", me preguntó confundida una vecina. "¿Cómo es que el viento cambió de dirección al instante?".

"Le pedí ayuda al Maestro de Falun Dafa", respondí. "Estoy muy agradecida".

Mi yerno

En la primavera de 2012, el esposo de mi hija mayor fue a abonar los campos. Cuando llegó, se olvidó de poner el freno. De alguna manera, el burro se asustó y empezó a correr, arrastrando la carreta tras de sí. Tanto el burro como la carreta cayeron en una zanja profunda.

Al no ver a nadie, mi yerno se puso fuera de sí. Sin embargo, gritó lo más fuerte que pudo pidiendo ayuda.

De repente, cinco jóvenes fuertes bajaron corriendo la colina. Trabajando juntos, sacaron el burro y la carreta en poco tiempo.

"Mamá, no entiendo cómo ha podido ocurrir", me dijo mi yerno más tarde. "Llegaron en el momento justo, como ángeles. Les pregunté quiénes eran y me dijeron que estaban en la zona para comprobar la electricidad. Pero, ¿cómo es que no los había visto nunca? Sé que esto es un beneficio de tu práctica de Falun Dafa. Es igual a lo que dijiste: '... cuando una persona practica, toda la familia se beneficia' (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia).

Desde el fondo de mi corazón, estaba agradecida con el Maestro Li y Falun Dafa.