(Minghui.org) China, tradicionalmente conocida como la Tierra de lo Divino, tiene una larga historia de prácticas espirituales. Sin embargo, bajo el régimen totalitario y ateo del Partido Comunista Chino (PCCh), muchos chinos desconocen hoy su herencia y sus raíces culturales.
El aumento de la popularidad de distintos tipos de qigong en las últimas décadas, especialmente Falun Dafa, recuperó la tradición y restableció la conexión con lo divino. Presentado por Li Hongzhi en 1992, esta práctica mejora la salud e inspira a sus practicantes con los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Más de 100 millones de practicantes de todas las profesiones y condiciones sociales han encontrado la paz mental y han mejorado sus estándares morales en su vida diaria.
En estos tres artículos, compartimos las historias de un científico doctorado, un empresario exitoso y un ingeniero de prestigio. Esperamos que le sirvan de inspiración para responder a las preguntas más importantes de la vida: ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí?
(Continuación de la Parte 1)
Iluminándome en un momento crítico
Liu Qing dirigía una tienda de ropa de exterior en Beijing antes de emigrar a Estados Unidos. Antes, cuando escuchaba hablar de dioses, budas o historias milagrosas sobre la cultivación, las rechazaba. Pero cuando su vida pendía de un hilo, abandonó el ateísmo y ganó una nueva vida practicando Falun Dafa. He aquí su historia.
Perdida en el mundo secular
Tanto su esposo Li Min como su suegra comenzaron a practicar la cultivación de Falun Dafa en 1996. Cuando era joven, su suegra sufría de hipertensión, hernia discal lumbar y enfermedades cardíacas. Su familia gastó mucho dinero en medicina tradicional china, medicina occidental, acupuntura y masajes para curarla, pero fue en vano. Tuvo mucha suerte de conocer Falun Dafa a principios de 1996, y a los seis meses de practicarlo recuperó la salud y se libró de todas sus dolencias.
Li Min quedó asombrado por la milagrosa recuperación de su madre y comenzó a practicar Falun Dafa también. Su hepatitis B incurable también desapareció. Durante más de 20 años, Li Min y su madre nunca necesitaron tomar ningún medicamento.
Li Min hablaba a menudo con Liu Qing sobre la cultivación y le contaba algunas historias asombrosas, pero ella se limitaba a reírse de ellas. "El ateísmo estaba muy arraigado en mi mente. Simplemente no creía nada de lo que me contaba", recuerda Liu.
Defendiendo a Falun Dafa
En enero de 2001, Li fue detenida ilegalmente por hacer los ejercicios de Falun Dafa en un parque cercano.
"¿Qué hay de malo en practicar Falun Dafa?". Desafió Liu al agente de policía. Por decir eso, también fue llevada a un centro de detención, aunque no era practicante.
En aquella época, el PCCh intensificó la persecución escenificando la autoinmolación en la plaza de Tiananmen. Al ver la abnegación de su esposo y su suegra, que vivían según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, Liu no se dejó engañar por la propaganda difamatoria sobre Falun Dafa y decidió hablar.
Tras ser puesta en libertad, empezó a hacer los ejercicios con su esposo y a leer el libro Zhuan Falun. "Sin embargo, como el ateísmo estaba tan profundamente inculcado en mí, seguía dudando de la existencia de lo divino", dijo Liu Qing. "El ateísmo me impidió cultivar verdaderamente Falun Dafa".
Mi vida pendía de un hilo
A partir de 2009, Liu Qing no podía ir a trabajar cada vez que menstruaba. Se quedaba postrada en cama durante una semana entera y perdía más de dos kilos (más de cuatro libras) cada vez. Estaba muy pálida por la pérdida de tanta sangre. Su estado empeoraba con el paso del tiempo.
En septiembre de ese año, había perdido el color de las puntas de los dedos de las manos y los pies y de las ojeras. Estaba tan mareada y débil que lo único que podía hacer era quedarse en la cama.
Todas las tardes, a las cuatro o las cinco, empezaba a toser violentamente y sentía un fuerte dolor en el pecho. La tos duraba hasta casi medianoche. También empezaron a hinchársele los pies, y la hinchazón pronto se extendió a las pantorrillas y luego a los muslos. La hinchazón era especialmente grave cuando se despertó a la mañana siguiente.
Un milagro ocurre
"Un día, mientras estaba en la cama, me sentí muy débil y me costaba incluso abrir los ojos o pronunciar una palabra", recuerda Liu. Sentía como si toda la sangre hubiera salido de mis miembros y se hubiera secado".
"Mi esposo sugirió que fuéramos al hospital a que nos hicieran una transfusión. Yo estaba acostada con los ojos cerrados, demasiado débil para hablar. En ese momento, sentí que mi cuerpo flotaba lentamente y pensé que me estaba muriendo. Entonces oí que el Shifu Li Hongzhi me decía: "Libérate de todo apego y sé un cultivador recto. Shifu cuidará de ti'".
Al oír estas palabras, Liu empezó a sentirse un poco más enérgica y pudo abrir los ojos y hablar. "Le dije a mi esposo que comenzaría a cultivar verdaderamente Falun Dafa, y comencé a hacer los ejercicios de nuevo con él al día siguiente", dijo Liu.
Al principio, sentía mucho frío y sus movimientos eran lentos. No podía estar de pie mucho tiempo porque su sangre era muy débil. Sin embargo, pronto sintió calor al seguir haciendo los ejercicios. Al día siguiente, ya no tosía por la tarde. Al tercer día, ya tenía fuerzas para levantarse y terminar todos los ejercicios.
Lo más asombroso es que las puntas de los dedos de las manos y de los pies se volvieron rosas debido a la buena circulación de la sangre, y también dejó de marearse. Todo su cuerpo se sentía cómodo y cálido, una sensación que no había tenido en mucho tiempo. También desapareció la hinchazón de las piernas.
"Esos tres días viví la experiencia más milagrosa de mi vida. Todos los síntomas graves desaparecieron. Shifu Li me salvó la vida", exclamó Liu.
El verdadero yo
Liu Qing leyendo Zhuan Falun.
A partir de su propia experiencia cercana a la muerte, Liu comprendió de una forma totalmente nueva el significado de la vida. Falun Dafa aclaró la confusión de su mente y dejó completamente de lado el ateísmo del PCCh en el que antes creía firmemente.
"Espero sinceramente que la gente que aún mantiene ideas ateas como yo pueda despertar a la verdad. Lo divino existe de verdad. Es cierto que el bien será recompensado y el mal será castigado", dijo Liu. "También espero que, si tienen la oportunidad, lean el libro Zhuan Falun. Y, por favor, recuerden: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'".
(Continuará)