(Minghui.org) Mis dos hermanas y yo practicamos Falun Dafa. Una de ellas es Aimei, de 68 años, exauditora financiera de una empresa estatal. Aquí me gustaría compartir algunos milagros que ha experimentado mientras practicaba Falun Dafa.
Glaucoma curado
A finales de 1996 Aimei me llamó para decirme que le habían diagnosticado glaucoma. En el trabajo, tenía que revisar muchos documentos y tablas de datos todos los días. Sin un descanso adecuado, la enfermedad empeoraba con el tiempo. Si no se trataba, el médico le advirtió de que podía provocar ceguera.
Aimei fue a muchos hospitales y también probó medicinas alternativas, pero nada funcionó. Debido a la presión ocular, no podía trabajar con normalidad por las tardes. Como yo era autodidacta en medicina china desde niño y tenía el título de un curso por correspondencia de la facultad provincial de medicina china, Aimei me preguntó si le podía dar algún consejo.
Durante la llamada, le dije que, ya que otras medicinas no la habían ayudado, debería considerar Falun Dafa, un sistema de ejercicios y meditación que había conocido recientemente. Basado en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, la práctica mejora la mente y el cuerpo. De hecho, varias de mis dolencias habían desaparecido después de comenzar a practicarlo.
Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa, es muy profundo. Escribí una carta a Aimei cuando le envié el libro. Le dije que explicaba todas mis preguntas sobre la vida y me enseñaba mucho más. Le recomendé que conservara el libro en un lugar limpio y que se sentara derecha cuando lo leyera. Además, sería mejor que lo leyera de principio a fin, ya que se trata de una enseñanza sistemática de un valioso sistema de superación personal.
A Aimei le gustó el libro y lo leyó todos los días. Asimilándose a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, trató de abandonar los malos pensamientos y los apegos. En el trabajo, trabajaba duro y cumplía sus responsabilidades con diligencia. Cuando le ofrecían sobornos o regalos, siempre los rechazaba. En casa, trataba bien a su familia y se esforzaba por mejorarse a sí misma sin dejar de ser una practicante.
En un mes, el glaucoma que había molestado a Aimei durante décadas se curó. En aquel momento, aún no había empezado a hacer los ejercicios. Su familia quedó muy impresionada.
Recuperación del coma
En junio de 1998, la hija de Aimei me llamó. "Tío, mi madre se está muriendo", me dijo llorando por teléfono. Unos 10 días antes, Aimei había tenido fiebre y se había quedado inconsciente durante la cena. Los médicos del hospital de la ciudad intentaron reanimarla, pero no lo consiguieron, y la llevaron al hospital provincial, aún en coma.
Como Aimei vivía en otra provincia, pedí un permiso en el trabajo y me dirigí allí esa tarde con mi esposa y otra hermana (ambas también practicantes de Falun Dafa). A la mañana siguiente fuimos con Lei, el esposo de Aimei, al hospital. El director del hospital dijo que el estado de Aimei era desesperado. "Haremos todo lo que podamos, pero sus posibilidades de sobrevivir son inferiores al 0,1%. Aunque lo supere, estará en estado vegetativo", explicó. Además, cuando los médicos del hospital de la ciudad intentaron reanimarla, la conectaron a un respirador. El orificio que le hicieron en el cuello habría dañado sus cuerdas vocales, dejándola ronca de por vida.
Vimos a Aimei en urgencias. Junto a ella había un respirador, un tanque de oxígeno, un monitor cardíaco, un gotero y una bolsa de orina. Nos acercamos a ella y la llamamos suavemente. A pesar de que susurrábamos, Aimei recobró el conocimiento. Sabíamos que el Maestro de Falun Dafa nos había ayudado.
Varios practicantes recitamos Lunyu de Zhuan Falun. Le habíamos traído un reproductor de audio para que Aimei pudiera escuchar las conferencias del Maestro. Era un verano caluroso y había estado en cama más de 10 días. Pero su piel estaba totalmente bien y no tenía escaras. Era un milagro.
Al ver que Aimei había abierto los ojos y podía oír, compartimos nuestras impresiones. El médico había dicho que sus probabilidades de sobrevivir eran inferiores al 0,1% y que, en el mejor de los casos, quedaría en estado vegetativo. Esperábamos que tuviera fe en el Maestro y en Dafa. Además, el Maestro ya la había ayudado a recuperar la conciencia. Aimei estuvo de acuerdo.
Convirtiéndose en una practicante diligente
Después de algún tiempo, Aimei pidió salir del hospital. En casa, continuó estudiando las enseñanzas de Falun Dafa y haciendo los ejercicios todos los días.
Mirando en su interior, descubrió apegos como la envidia, el resentimiento, la lujuria y otros. Además, como pasatiempo, ella y su esposo habían criado muchos animales domésticos y de granja, como gallinas, perros, conejos, palomas, peces, tortugas, etcétera. Basándose en su comprensión de las enseñanzas de Falun Dafa, Aimei le dijo a su esposo que los vendiera todos para que ella pudiera concentrarse en la práctica de cultivación. Su esposo aceptó.
A principios de octubre de 1998, Aimei me visitó para la boda de mi hija menor. Cuando se unió a nosotros para practicar en grupo por la mañana, nos impresionó su piel clara, su aspecto juvenil y su energía radiante. Nadie podía imaginar que sólo unos meses antes había estado al borde de la muerte. Mientras leíamos juntos Zhuan Falun, su voz era muy buena y no presentaba ninguna de las ronqueras que le había pronosticado el médico.
Aimei nos contó que, mientras estaba en coma, se vio cayendo por un acantilado, pero se agarró a una enredadera e hizo todo lo posible por subir. Un hombre alto, de mediana edad, la ayudaba empujando sus piernas y pies hacia arriba. "Después de subir a la cima, te vi a ti y a otros practicantes sentados en círculo leyendo Zhuan Falun. Entonces oí que alguien me llamaba por mi nombre y me desperté". Todos estábamos agradecidos al Maestro por haber salvado a Aimei.
Milagros de Falun Dafa
Mirando hacia atrás, hemos visto manifestarse en ella muchos milagros. ¿Cómo desapareció su glaucoma sin tratamiento un mes después de empezar a practicar Falun Dafa?
Lo que le ocurrió en el hospital fue aún más extraordinario. Después de estar postrada en cama durante más de 10 días, no tenía ninguna úlcera; aunque había estado en coma por más de 10 días, recobró la conciencia cuando la llamamos suavemente; el director del hospital estaba seguro de que el ventilador le dejaría la voz ronca, pero eso no sucedió; los médicos de los hospitales de la ciudad y de la provincia concluyeron que no tenía esperanza, sin embargo, se recuperó completamente practicando Falun Dafa.
Todo esto demuestra la grandeza de Falun Dafa. De hecho, muchos familiares, vecinos y compañeros de trabajo se han enterado de la recuperación de Aimei. Algunos de ellos también han empezado a practicar Falun Dafa.