(Minghui.org) Es natural que la gente quiera una buena vida, pero algunos buscan el beneficio personal a costa de los demás. Este es especialmente el caso durante la persecución que el Partido Comunista Chino está llevando a cabo contra Falun Dafa, un sistema de ejercicios y meditación pacífica basado en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Sin embargo, estos represores, al perseguir a los practicantes de Falun Dafa, se arriesgan a perder su buena fortuna o incluso la vida.
Wang Jizhong, exdirector de la Oficina 610 del Condado de Laoting, en la provincia de Hebei, perseguía a menudo a practicantes inocentes de Falun Dafa en beneficio propio. Cuando los practicantes le pedían que dejara de participar en la persecución, Wang los rechazaba diciendo: "No creo en las represalias. Miren qué vida tan feliz tengo". Su suegro le apoyó y amenazó con "detener a todos los practicantes de Falun Dafa sin que quedara nadie". Poco después, Wang murió en un accidente de coche, el hermano de su mujer falleció de una enfermedad hepática y su suegro murió de una hemorragia cerebral.
Causa y efecto
La Prisión de Mujeres de la provincia de Anhui es un lugar notorio donde los practicantes de Falun Dafa son detenidos y torturados por su fe en Verdad-Benevolencia-Tolerancia. La Sra. Zhu Weiying, exdirectora general del restaurante Meishan, sufrió diversas formas de tortura, como descargas eléctricas y suministro de drogas, que le provocaron ceguera y finalmente la muerte. La Sra. Wang Lu, jefa de enfermeras del Tercer Hospital de Bengbu, fue salvajemente golpeada en el Cuarto Pabellón y quedó sorda a consecuencia de ello. Sin embargo, Zhang Hui, jefe político del Cuarto Distrito, recibió numerosos premios, incluido un premio nacional del Ministerio de Justicia en 2019. Dos años después, Zhang murió de cáncer a los 49 años, en enero de 2022.
Gong Dao'an fue secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) del Departamento de Policía de Xianning, así como del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos (PLAC) de la provincia de Hubei entre 2007 y 2010. Durante su mandato, cinco practicantes de Falun Dafa murieron a consecuencia de la persecución y muchos más fueron condenados. Después de que Gong fuera ascendido a secretario del Partido en Shanghái en 2017, 560 practicantes de Shanghái fueron acosados, y nueve de ellos fueron enviados a centros de lavado de cerebro. Gong fue investigado por corrupción en agosto de 2020 y recibió cadena perpetua en septiembre de 2022.
Ni siquiera los altos cargos del PCCh se libran. Zhou Yongkang fue secretario del Partido en la provincia de Sichuan (2000-2002), ministro de Seguridad Pública (2002-2007) y secretario del Partido del PLAC Central (2007-2012). Durante su mandato les ocurrieron innumerables tragedias a practicantes de Falun Dafa, incluida la atrocidad de la sustracción forzada de órganos. En 2013, Zhou fue investigado por corrupción y posteriormente condenado a cadena perpetua.
Li Daming, director del Departamento de Policía de Babaishang, en la provincia de Heilongjiang, amenazó en una ocasión a los practicantes: "Si se atreven a decir que seguirán practicando Falun Dafa, los meteré en la cárcel". Además de arrestar y detener a practicantes, Li los sujetaba en sillas metálicas, les echaba agua helada cuando hacía un frío intenso, los obligaba a llevar máscaras untadas con mostaza o aceite de pimiento picante, los asfixiaba con bolsas de plástico y los privaba de sueño. El coche de Li chocó con un coche fúnebre en septiembre de 2008 y murió en el acto.
Incluso los familiares pueden verse afectados por las malas acciones de los agresores. Shi Jicang, director del Centro de Detención del condado de Xushui, en la provincia de Hebei, daba a menudo instrucciones a sus subordinados para que detuvieran a practicantes y amenazaran a sus familiares. Su nieto murió de linfoma en 2001, él mismo falleció de una hemorragia cerebral en 2003, su esposa murió de cáncer de pulmón en 2004 y su hijo perdió la vida por uremia en 2005.
El destino se invierte y se corrigen los errores
A pesar de los 23 años de dura persecución, los practicantes de Falun Dafa nunca han cejado en su empeño de explicar a la gente qué es Falun Dafa e instar a los represores a que dejen de participar en la represión. Algunos represores escucharon y recibieron bendiciones.
Un residente de la ciudad de Shenyang, provincia de Liaoning, contrajo COVID en 2020. Aunque los síntomas eran graves, siguió recitando las frases "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y pronto se recuperó.
Wang Xuenong, agricultor del campo, ayudó a los practicantes a proteger muchos libros de Dafa tras el inicio de la persecución en julio de 1999. Algunos de sus familiares estaban preocupados, pero a él no le preocupaba ser el blanco de las autoridades. Su familia ha gozado de buena salud y prosperidad. Su hijo, de apenas 30 años, ganaba casi un millón de yuanes (151.000 dólares) al año.
Yang, subjefe de escuadrón de un campo de trabajo, se enteró de los hechos sobre Falun Dafa por los practicantes detenidos en 2001. A continuación, se esforzó al máximo para proteger a los practicantes detenidos en el centro. Al final, fue ascendido y abandonó el centro.
Estas bendiciones también pueden extenderse a los miembros de la familia. Una agente de policía de Shanghái tenía un hijo pequeño que enfermó gravemente. Ella y su marido buscaron tratamiento médico por todas partes, pero nada podía ayudar a su hijo. Más tarde, alguien le recordó sus malas acciones anteriores contra los practicantes de Falun Dafa. Visitó a los practicantes uno por uno para arrepentirse de sus malas acciones y ofrecerles una compensación. Antes de terminar de visitarlos a todos, su hijo se recuperó.
En una ocasión, otro policía detuvo a un practicante de Falun Dafa. El practicante le explicó que practicar Falun Dafa era un derecho básico garantizado por la Constitución y que perseguir a los practicantes no haría ningún bien a nadie.
Poco después, el agente sufrió un dolor en la pierna que no pudo curarse ni siquiera después de visitar a muchos médicos. Al final, acudió a una adivina en busca de ayuda. "Debes de haber ofendido a la divinidad", le dijo la adivina.
El policía se dio cuenta de que no debería haber detenido a aquel practicante de Falun Dafa que simplemente seguía los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para convertirse en una persona mejor. Utilizó sus contactos y consiguió que lo liberaran.
Poco después, el oficial dejó de sentir dolor en la pierna.