(Minghui.org) ¡Saludos Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!
El 1 de enero de 2020, día de Año Nuevo, fui a Estocolmo a un evento para promocionar Shen Yun, que se presentaría en esta ciudad del 3 al 6 de enero. Esa mañana me paré junto a mi auto y observé cómo el cielo ofrecía un maravilloso espectáculo de brillantes colores rosas y rojos. Un vecino salió y nos quedamos admirando el hermoso cielo.
Según un antiguo proverbio popular sueco del siglo XVI: "Cuando el cielo se tiña de rojo en la mañana del día de Año Nuevo, habrá un año de gran tristeza".
Hice promoción de Shen Yun en un centro comercial del centro de Estocolmo, e intentamos vender boletos para los últimos asientos disponibles antes del espectáculo del 3 de enero. Las actuaciones de Shen Yun en Estocolmo se desarrollaron bien. Después, continuó su gira por Europa. Unas semanas más tarde, tras la noticia de la propagación de un virus desconocido en Wuhan, China, se introdujeron restricciones en todo el mundo para detener la propagación. La gira de Shen Yun se vio obligada a cancelarse.
Cuando las noticias en televisión mostraron lo que estaba ocurriendo en Italia, fue como dijo el Maestro:
“¿En qué clase de estado se encuentra una persona cuando ve a gente muerta esparcida por todos lados en la calle? Todas las cosas en las que la gente no cree y que han sido consideradas como supersticiones históricamente, todas se revelarán” (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Atlanta 2003,” Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IV).
Las palabras del Maestro quedaron grabadas en mi mente desde la primera vez que las leí, así que, en teoría, estaba mentalmente preparado para estos terribles acontecimientos. Pero cuando las personas comenzaron a morir a causa del Covid, seguía sintiendo que era irreal. Cuando me enteré de que Shen Yun tenía que cancelar sus actuaciones en otros países europeos, mi primera reacción fue que esta situación no era correcta. Shen Yun está aquí para salvar a la gente, y las viejas fuerzas deben estar interfiriendo en ello.
El Maestro nos enseñó:
“Actualmente ha aparecido un tipo de situación, en todas partes hay algunos estudiantes que han pedido a todos enviar pensamientos rectos grupalmente para desintegrar el actual virus PCCh (neumonía Wuhan). No es así. Ustedes no han venido para cambiar la historia, sino para salvar a la gente justo en el momento más peligroso de la historia,...” (“Raciocinio”).
Cuando leí esta enseñanza, me di cuenta de que mi interpretación original era errónea.
Salvando a la gente durante la pandemia
A lo largo de los años, hemos realizado actos en el centro de Estocolmo varias veces a la semana para llamar la atención sobre la persecución de Falun Dafa por parte del Partido Comunista Chino (PCCh). También realizamos actividades diarias de aclaración de la verdad durante la temporada alta en lugares de atracción visitados por turistas chinos durante el verano. Ningún obstáculo meteorológico o de otro tipo nos detuvo.
Cuando comenzaba a llover, algunos practicantes nos preguntaban si queríamos parar. Yo bromeaba diciendo que ya estábamos mojados, así que continuemos. Preparamos cubiertas para la lluvia para nuestra mesa y los paneles de exhibición. Cuando el pronóstico del tiempo anunciaba lluvia, los practicantes traían paraguas e impermeables.
De hecho, rara vez llovía durante el evento, pero a veces llovía antes o después, y a veces caía un breve chubasco durante el acto, así que pudimos continuar con nuestras actividades de aclaración de la verdad.
Durante la pandemia de Covid, un practicante que trabajaba como guía de turistas dijo que, debido al estricto confinamiento de China, no habría turistas de ese país en los próximos años. Se sentía extraño que las actividades de aclaración de la verdad en los sitios turísticos donde pasamos incontables días de verano desaparecieran tan rápidamente.
Nuestras actividades de aclaración de la verdad en otros lugares también disminuyeron en gran medida, ya que el número de turistas de otros países era mucho menor debido también a que habían cerrado sus fronteras.
Otros países se enfrentaron a estrictas restricciones de prevención de la pandemia y no permitían salir a sus residentes. En Suecia, al principio había menos restricciones, por lo que pudimos continuar con nuestras actividades.
El miedo a que el virus se propagara por toda la sociedad nos obligó a cambiar la forma en que operábamos. ¿Era correcto continuar con los eventos? ¿Asustamos a la gente cuando repartíamos volantes? ¿Cómo nos percibe la gente cuando somos los únicos que realizamos eventos públicos?
Comprendí que nuestra labor de aclaración de la verdad no podía detenerse. Hice un programa de actividades y todos se anotaron antes del evento. Nos colocábamos a dos metros de distancia entre uno y otro cuando hacíamos los ejercicios. Sólo unos pocos practicantes distribuían folletos, y se mantenían a distancia de la gente al repartirlos para no asustarlos, etc.
Un practicante chino señaló que, como no había actividades relacionadas con Dafa en otros países, parecía que sólo los practicantes en Suecia podían continuar. Los informes sobre nuestras actividades en Minghui.org se volvieron más importantes porque el sitio web carecía de este tipo de informes en el extranjero en las revistas de aclaración de la verdad para China.
Me di cuenta de que formábamos parte de un panorama más amplio y de que era importante que continuáramos saliendo y realizáramos eventos unas cuantas veces a la semana, tal como lo hacíamos antes de la pandemia.
Los peatones en el centro de la ciudad también disminuyeron considerablemente, pero aún había gente que no temía a la pandemia, así como jóvenes de otros países que habían huido del estricto confinamiento en sus países. Los medios de comunicación los apodaron "refugiados del coronavirus".
En cada evento conocimos a cientos de personas que tenían una actitud positiva hacia Dafa y nuestros eventos, y nos animaban a seguir adelante.
Suecia también empezó a limitar la cantidad de personas que asistían a eventos públicos, llegando a permitir sólo ocho personas.
Cuando realizamos una protesta pacífica el 25 de abril de 2021 junto a la embajada China en Gardet, Estocolmo, para conmemorar el 22º aniversario de la Apelación del 25 de abril, sólo había ocho practicantes, más uno que trabajaba como fotógrafo para los medios.
Aquel día hacía mucho viento y fue difícil colocar las pancartas. Cuando el fotógrafo intentó ayudar a sujetarla, un policía se adelantó y dijo enfadado: "¡Ahora ya son nueve! Tiene que haber solo ocho o cancelaré el permiso para esta manifestación".
Le dije: "¡Por supuesto, no hay problema!" y pedí al fotógrafo que se apartara. El enorme Gardet estaba prácticamente vacío. La situación era completamente surrealista.
El lugar donde estudiábamos el Fa en grupo también estaba cerrado a causa de la pandemia. Nos las arreglamos para encontrar un nuevo lugar, una biblioteca deteriorada, y finalmente el sótano de un de un condominio donde vivía el hijo de un practicante.
Aunque nos reuníamos para estudiar el Fa, también nos limitábamos a un máximo de ocho personas a la vez para evitar conflictos con la restricción. Nos vimos obligados a utilizar un horario y un sistema de rotación para que todos los practicantes pudiéramos asistir al estudio del Fa.
La vacuna contra el Covid
Cuando la vacuna contra el Covid estuvo disponible, no sentí que tuviera nada que ver conmigo, pero poco a poco, el debate social empezó a calentarse y se puso en marcha el pasaporte de vacunas. Al principio pensé que podía tratarse de una parte natural del proceso de la rectificación del Fa, y surgieron conflictos entre la gente. Más tarde, me enteré de que algunos practicantes de otros países se vacunaron para obtener el pasaporte de vacunas y poder salir a clarificar la verdad.
Mi opinión era firme. Recordé que el Maestro dijo:
“Tenemos un estudiante que cuando quiso que le aplicaran inyecciones en el hospital, hizo que varias agujas se doblaran, al final, incluso la medicina salió expulsada completamente de la ampolla, sin que la aguja pudiera perforar la piel. Le quedó claro: 'Ah, soy una persona que refina gong, no me aplico más inyecciones'. Solo entonces recordó no aplicarse inyecciones” (Sexta lección, Zhuan Falun).
Más tarde el Maestro nos enseñó,
“Y tú, eres un cultivador de Dafa, asistiendo a Shifu, salvando a la gente, y durante la salvación a la gente, has ayudado a mucha gente a eliminar bacterias y virus que son miles de veces más fuertes que la plaga, no obstante no puedes posicionarte rectamente en la epidemia. Algunas personas tienen miedo a contaminarse, algunos están determinados a no vacunarse; en este momento, ¿aún eres digno del título de Dafa dizi?” (“Despierten”).
Me di cuenta de que mi compresión sobre este asunto era demasiado absoluta, que salvar a las personas es incondicional y que debe existir una compasión que trascienda los conflictos de la sociedad.
Mejorandome a mí mismo
En un intercambio después de un estudio en grupo, un practicante criticó una decisión que tomé como coordinador. Este practicante expresó las cosas con un tono de voz tranquilo. Cuando terminó de hablar, otro practicante también aprovechó la oportunidad para criticar lo que yo había hecho, así como para señalar mis defectos de carácter y varias carencias. Yo estaba muy tranquilo, y comprendí que el Maestro había dispuesto esto para poner a prueba mi xinxing.
Entonces, otro practicante empezó a criticarme, pero éste se indignó. Miraba a la mesa mientras enumeraba lo que yo había hecho y le había dicho. Noté que empezaba a sentirme un poco incómodo, pero al mismo tiempo me di cuenta de que era una gran oportunidad para mí. El practicante que no quería establecer contacto visual conmigo, se levantó y se fue cuando terminó de criticarme.
No sentí ningún deseo de defenderme. No tenía ningún resentimiento hacia esos practicantes y mi opinión sobre ellos no ha cambiado.
Mirando después a los practicantes que me criticaron, sentí como si no hubiera pasado nada. Después, uno de los practicantes dijo: "Después de tanto regaño, probemos las galletas de mi hija". Todos rieron. Pensé que el Maestro nos animaba con su cálido humor. Más tarde, el practicante que me criticó más duramente también se disculpó sinceramente conmigo.
Dejando ir el apego a las cuestiones sociales
Los conflictos sociales se han vuelto intensos y los debates políticos son constantes. Estos me han afectado sin saberlo, y de alguna manera deseaba que aquellos con valores más tradicionales fueran tratados de manera justa por la sociedad.
El Maestro nos enseñó:
"Actualmente hay todavía algunas personas que están muy apegadas a la política de la sociedad y a los problemas que discute la gente común. No se olviden qué estamos haciendo. Ustedes no tienen la obligación de cambiar la sociedad. La sociedad actual ha llegado al final y todas las manifestaciones no buenas son inevitables. Todo lo que hacemos es salvar a la gente. Dejen que el viejo universo se vaya; salvar vidas hacia el nuevo universo es vuestra responsabilidad. Salven a la gente hacia la Fa-rectificación en el mundo humano; revivir la cultura tradicional es lo que se necesita en el periodo que el Fa rectifica el mundo humano en el próximo periodo histórico” (“Despierten”).
Después de leer la enseñanza del Maestro "Despierten", comprendo que lo que está ocurriendo es un reflejo de la espiral descendente de la sociedad humana, y que nadie puede detener estos acontecimientos. Después de leer las palabras del Maestro, me siento mucho más tranquilo y menos preocupado por las contradicciones y fenómenos sociales.
Esta es mi comprensión a mi nivel, por favor corríjanme si estoy equivocado.
Gracias, venerado Maestro. ¡Gracias compañeros practicantes!
(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias Nórdica de 2022)
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