(Minghui.org) Cuando Shifu dio una serie de conferencias de nueve días en Chongqing en 1994, tuve la fortuna de asistir.
Aunque entonces sólo tenía 48 años, padecía todo tipo de problemas de salud, como artritis reumatoide, crecimientos anormales en la columna vertebral, cálculos biliares y renales y problemas de oído. También tenía problemas con el corazón y el cerebro, que me hacían desmayarme sin motivo aparente. Durante los dos primeros días de las conferencias de Shifu, me quedé dormido en cuanto empezó la clase. Pero después de las clases, podía recordar todo lo que Shifu había dicho.
Esto era tal como Shifu dijo en Zhuan Falun:
"Hay individuos que incluso se duermen y cuando termino mi lección se despiertan. ¿Por qué? Porque tienen enfermedades en sus cerebros y hay que hacer ajustes para ellos. Cuando su cerebro es ajustado y corregido, él no puede aguantarlo en absoluto, por lo tanto, hay que hacer que entre en un estado de anestesia para que no se dé cuenta. No obstante, algunos no tienen problemas con el oído, duermen plácidamente pero escuchan todo sin perderse una sola palabra; desde entonces se sienten mentalmente renovados y ni siquiera tienen sueño si pasan dos días sin dormir" (Segunda Lección, Zhuan Falun).
Poco después de que comencé a practicar Falun Dafa, recuperé mi salud completamente. Eso fue hace casi 29 años, y nunca he tenido una recaída. La gente que sabe que practico Dafa está impresionada con los beneficios de Dafa para la salud.
Después de la publicación de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista en 2004, se inició un nuevo movimiento para ayudar a la gente a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh). Para que no se conviertan en cómplices de los crímenes del PCCh, desde 2005 intento persuadir a mis amistades y compañeros de clase de que renuncien al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Primero les explico cómo el PCCh persigue a Falun Dafa, calumnia la práctica e incluso mata a los practicantes para sustraerles sus órganos. La mayoría de mis amistades han aceptado renunciar. Sin embargo, algunas personas cercanas dudaban, porque no entendían muy bien por qué debían hacerlo.
Un día me enteré de que una de esas amigas indecisas, mi compañera Lan, se había caído. Se rompió un brazo, se lesionó la espalda y estuvo siete días en cama. Fui a verla y le conté cómo mi madre había sido protegida tras renunciar al PCCh. Le dije que mi madre se había caído pero no se había hecho daño, aunque tenía más de 90 años. Como Lan era una amiga cercana, le dije claramente que si me hacía caso y renunciaba al PCCh, no tendría que seguir sufriendo así. Finalmente accedió y su marido también. Le dije que recitara las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", ya que esto también traería bendiciones.
La nieta de Lan tenía 10 años. Cuando se enteró de que su abuelo y su abuela habían renunciado al PCCh, me pidió que la ayudara a renunciar a los Jóvenes Pioneros. Lo hice y le di un amuleto. Cuando me iba, salió corriendo del dormitorio de su abuela gritando: "¡La abuela se acaba de levantar!". Volví y vi que Lan estaba fuera de la cama y de nuevo en pie.
Esa noche, Lan me llamó y me dijo: "Lo que dijiste era cierto. Estuve recitando las frases auspiciosas toda la tarde y me siento muy bien". Le dije: "Mejorarás si sigues recitando las frases".
A la noche siguiente, Lan me llamó y me dijo que ese día había caminado unas cuantas cuadras y quería darme las gracias. Le dije: "Deberías agradecérselo a Shifu, el fundador de Falun Dafa".
Más tarde, Lan compartió su historia con otra compañera de clase, Kang. Cuando me encontré con Kang y su marido unos días después, me dijeron que habían oído hablar de la asombrosa recuperación de Lan y me pidieron que les ayudara a renunciar al PCCh.