(Minghui.org) A finales de 2022, el régimen comunista chino levantó repentinamente la estricta política de “COVID cero”. La pandemia se extendió por toda China y, como resultado, muchas personas murieron.
Mi suegro, de unos 80 años, también estaba infectado. Tenía fiebre alta y tos fuerte. Estaba muy débil. Lo enviamos al hospital, donde una radiografía mostró una apariencia “blanca” en sus pulmones, lo que indicaba que se había producido daño. El médico sugirió llevarlo al hospital regional, dada la gravedad de su estado.
No fue fácil para mi esposo y para mí encontrar un hospital que lo admitiera. La mayoría de los hospitales funcionaban a su máxima capacidad e incluso los pasillos estaban llenos de pacientes. Después de esperar en el hospital todo el día, un médico finalmente vino a ver a mi suegro a última hora de la noche y dispuso que permaneciera en una sala temporal para enfermedades infecciosas. El médico le puso un medicamento inyectable y luego se fue.
Mi suegro se sentía miserable. No podía dormir por la noche y seguía gimiendo. Como me permitieron quedarme con él para cuidarlo, lo insté a recitar "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". A lo largo de los años, él me ha apoyado en mi práctica de Falun Dafa y sabe que Dafa es grandioso. Le recordé que recitara las frases auspiciosas todos los días y también las recité con él. Dos semanas después, pudo volver a comer y recuperó algo de energía.
Otro paciente que compartió habitación con nosotros era un hombre de unos 70 años. Tenía cuatro hijas y un hijo, todos los cuales también se infectaron poco después de visitarlo. Me preguntó cómo me mantenía saludable y vigorosa después de verme cuidando bien de mi suegro. Le dije que practico Falun Dafa y hablé de los beneficios de Dafa para la salud. También aclaré los hechos a sus hijos y los insté a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas. Todos fueron muy receptivos y aceptaron renunciar el partido.
Mi esposo tiene un hermano menor. Él y su esposa solían menospreciarme y se mostraban escépticos cada vez que intentaba aclararles los hechos sobre Dafa. Pero esta vez, después de ver la rápida recuperación de mi suegro recitando las frases de Dafa y cómo lo cuidé bien durante este momento difícil, cambiaron su actitud hacia mí y me pidieron información para leer. Mi esposo también cambió. Antes no hacía muchas tareas domésticas, pero ahora toma la iniciativa de cuidar a sus padres, lo que me da tiempo para salir a hablar con la gente sobre Falun Dafa y exponer la persecución.
Agradezco a Shifu por guiarme en la cultivación y transformarme en una mejor persona.