(Minghui.org) Una mujer de 61 años del condado de Jinxian, ciudad de Nanchang, provincia de Jiangxi, ha sido sometida a frecuentes detenciones y condenada a prisión durante un total de cinco años y tres meses desde que el Partido Comunista Chino ordenó la persecución a su fe, Falun Dafa, en julio de 1999.
En 2009, Wan Taoying estuvo detenida durante dieciocho meses en el Campo de Trabajo Forzado para Mujeres de la provincia de Jiangxi y estuvo a punto de perder la vista debido a las torturas que sufrió allí. En 2014, mientras cumplía otra condena de tres años en la Prisión de Mujeres de la provincia de Jiangxi, fue torturada por los guardias de la prisión quienes usaron pinzas para romperle los pulgares y su madre falleció sin verla por última vez. Pocos años después de su puesta en libertad, Wan fue nuevamente detenida y condenada a prisión nueve meses. Las autoridades siguieron acosándola e intimidándola tras su puesta en libertad en 2022.
La Sra. Wan Taoying
Las enfermedades crónicas desaparecen gracias a Falun Dafa
La Sra. Wan crió sola a sus dos hijos tras divorciarse. Ella solía dirigir una granja piscícola y una planta de extracción de piedra, pero a los 40 años empezó a sufrir fiebre y dolor de cabeza constantes, y se volvió sensible a la luz. A raíz de esto, dedicó mucho tiempo y dinero a buscar tratamientos, pero su estado empeoró y quedó postrada en cama. En 2007 planeó viajar al extranjero en busca de mejores tratamientos.
Antes de salir de China, conoció Falun Dafa. Leyó las enseñanzas del Fa e hizo los ejercicios y en menos de una semana se sintió mejor. Antes de empezar a practicar Falun Dafa, no podía estar sentada más de veinte minutos sin quedar exhausta, pero ahora ya podía estar sentada todo el día leyendo el Fa. Poco a poco, todas sus enfermedades desaparecieron. Su moral también mejoró al seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Dafa.
La tortura en un campo de trabajo forzado casi le destruye la vista
El 24 de marzo de 2009, la Sra. Wan entregó a un alumno de primaria un folleto con información sobre la persecución hacia Falun Dafa. Fue denunciada a la policía y posteriormente detenida y condenada a 18 meses de trabajo forzado.
En el Campo de Trabajo Forzado para Mujeres de la provincia de Jiangxi, Wan fue obligada a sentarse inmóvil en un pequeño taburete desde primera hora de la mañana hasta las 9 de la noche todos los días durante seis meses. Debido a la superficie áspera del taburete y a estar sentada tanto tiempo, al cabo de unos días le salieron llagas en las nalgas, las cuales luego produjeron una infección, haciendo también que la piel se le pegara a los pantalones cuando se sentaba y se le despegara cuando se levantaba. Todo esto a su vez producía sangre que le corría por las piernas y manchaba sus pantalones. A pesar de esto, los guardias intensificaron su sufrimiento aún más, al no permitirle ducharse en verano y en invierno, sólo podía ducharse con agua fría.
Representación de la tortura: sentada inmóvil en un pequeño taburete.
Cuarenta y siete reclusas fueron asignadas por turnos para vigilar a Wan durante su detención en el campo de trabajo. Como se negaba a renunciar a Falun Dafa, los guardias la ponían constantemente en régimen de aislamiento, donde comía, dormía y hacía sus necesidades en un espacio muy reducido. La comida que le daban eran sobras, que a veces estaban rancias. Siempre sentía un sabor extraño en el desayuno que le daban y sospechaba que había drogas desconocidas mezcladas en él.
Los guardias no la dejaban comprar sus artículos de primera necesidad, ni siquiera toallitas higiénicas. Todos los días tenía que realizar trabajos intensivos. Una vez se desmayó mientras trabajaba y, para obligarla a cumplir su jornada, un guardia la obligó a trabajar fuera de horario, desde las 9 de la noche hasta la medianoche de ese día, mientras otras reclusas volvían a sus celdas para descansar.
La tortura física, las condiciones de vida insalubres y la desnutrición provocaron que Wan se quedara casi ciega. No podía levantar los brazos, sus piernas eran demasiado débiles para sostenerla sin temblar y a menudo se desmayaba. También sufría graves alergias cutáneas e intensos pruritos.
Su madre fallece y se rompe los pulgares debido a las torturas sufridas durante su prisión
El 15 de abril de 2013, Wan fue detenida por agentes de policía de la División de Seguridad Nacional del Condado de Jinxian mientras visitaba a una amiga. Los agentes le retorcieron los brazos y la arrastraron escaleras abajo. Antes de esta detención, Wan había ayudado a tres practicantes a contratar abogados para que las defendieran en sus juicios.
Wan pasó más de un año en el Centro de Detención del condado de Jinxian. La tortura y el trato inhumano le provocaron un edema sistémico y una grave hemorragia estomacal. Fue llevada de urgencia a un médico del centro de detención el 23 de abril de 2014. El médico la insultó y, cuando se desmayó, la acusó de fingir su estado.
El 23 de mayo de 2014, Xu Qing, juez presidente del Tribunal del Condado de Jinxian, entregó a Wan el acta de acusación en el centro de detención. El juez programó una audiencia sobre el caso de Wan para el 1 de julio, pero ella se negó a asistir porque el Tribunal no informó de ello a su abogado.
Cuando el abogado de Wan la visitó en el centro de detención el 8 de julio, le dijo que ya había ido a visitarla el 30 de junio, pero el guardia le negó la entrada. Al ver que las autoridades habían intentado por todos los medios impedir que su abogado la representara, Wan se vio obligada a despedirlo.
Dos días después, el 10 de julio, el Tribunal programó otra audiencia para la Sra. Wan. Ella siguió negándose a asistir, ya que el Tribunal no le informó de la audiencia con tres días de antelación, como exige la ley, y aún no había encontrado un nuevo abogado que la representara.
Al mediodía del 15 de julio, Wan fue engañada para que acudiera a una sala del centro de detención, sólo para descubrir que el Tribunal estaba celebrando allí una audiencia sobre su caso. El juez la condenó a tres años diez días después. En la condena se afirmaba que su "delito" había sido entregar una memoria USB a un practicante en abril de 2010. Sin embargo la acusación era falsa, ya que en ese momento Wan estaba en prisión en el Campo de Trabajo Forzado para Mujeres de la provincia de Jiangxi.
Wan recurrió ante el Tribunal Intermedio de la ciudad de Nanchang y protestó porque el Tribunal Inferior le había denegado la representación legal. El Tribunal Intermedio confirmó la condena original el 30 de septiembre de 2014.
Los ancianos padres de Wan la visitaron en el centro de detención el 8 de octubre, horas antes de su traslado a la Prisión de Mujeres de la provincia de Jiangxi. Tres días después su madre falleció angustiada por la ausencia de su hija.
El día que Wan llegó a la prisión, la obligaron a permanecer inmóvil hasta medianoche. En noviembre, la prisión intensificó la persecución de los practicantes de Falun Dafa y la obligaron a ver vídeos de lavado de cerebro en los que se calumniaba a Falun Dafa. Una vez cantó una canción de Falun Dafa y la colgaron de las muñecas durante 12 horas.
Ilustración de la tortura: “colgado por las muñecas”.
Los guardias pusieron a Wan en régimen de aislamiento y utilizaron el “Banco del Tigre” para torturarla. Debajo del banco había pinzas de resorte y los guardias las utilizaron para romperle los pulgares. Ella podía oír el chasquido de sus huesos, pero aun así, se negó a renunciar a su fe a pesar del atroz dolor. Al ver que se negaba a renuncia a su fe, los guardias la llevaron de nuevo a su celda y la volvieron a someter a la tortura de colgarla de sus muñecas.
En diciembre de 2015, un “colaborador” de la prisión ató las manos de Wan y desde entonces no pudo comer ni ir al baño. Por la noche la ponían en régimen de aislamiento y dormía en el suelo de cemento helado con las manos atadas.
Hemorragia estomacal tras ser torturada durante la segunda condena
Wan se trasladó a la ciudad de Fuzhou, provincia de Fujian, para quedarse con su hijo y ayudar a cuidar de su nieto. Durante el acosamiento de la campaña de "reducción a cero" de finales de 2021, se vio obligada a regresar al condado de Jinxian, ya que las autoridades locales intentaron forzarla a renunciar a su fe.
Wan se encontraba casualmente en casa de la practicante Sra. Zou Liumei el 15 de noviembre de 2021 cuando la policía vino a acosar a Zou.
El 26 de noviembre de 2021, Wan llevó a la Estación de Policía de Minhe material de aclaración de la verdad acerca de la persecución a Falun Dafa, instando a los agentes a no participar en la persecución. La policía la detuvo, saqueó su casa y confiscó todos sus libros de Falun Dafa y materiales pertinentes. Fue detenida en el Centro de Detención de la ciudad de Nanchang durante quince días por "perturbar la estabilidad social".