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​El camino de retorno de un joven practicante de Falun Dafa

Oct. 31, 2023 |   Por un practicante de Falun Dafa en la provincia de Hebei, China

(Minghui.org) Volví a la cultivación de Falun Dafa al inicio de la pandemia de COVID. Aunque esos dos años de estar en el camino de la cultivación fueron cortos, fueron bastante difíciles. Pasé de aferrarme a mis apegos, a ser capaz de entender la cultivación de una manera racional, así como entender la responsabilidad de un practicante de Dafa del período de la rectificación del Fa. Me entregué sinceramente a la cultivación sólida. Con cada mejora durante ese tiempo, podía sentir que Shifu me cuidaba, salvaguardándome e iluminándome en todo momento.

El comienzo de mi camino de cultivación

Nací en los años 90 y comencé la cultivación en Dafa en 2006. En aquel tiempo, estaba en el segundo año de la escuela secundaria. Soy diferente de otros practicantes jóvenes porque, aunque nací en una familia de practicantes, empecé la cultivación por mi propia iniciativa. En aquel tiempo, los practicantes de mi familia, preocupados por la persecución del régimen del Partido Comunista Chino (PCCh), me pidieron que no me cultivara, sino que me limitara a ser una buena persona que comprendiera que Falun Dafa es bueno. Pensaban que debía esperar hasta que el Fa rectificara el mundo humano, y entonces cultivarme. Sin embargo, cuando insistí en practicar Falun Dafa, tampoco me detuvieron.

Revisando artículos compartidos y leyendo el libro principal de Falun Dafa, Zhuan Falun, y los nuevos artículos de Shifu de la página web de Minghui, llegué a comprender que un practicante de Dafa del período de la rectificación del Fa necesitaba hacer bien las tres cosas. Así, al empezar a practicar, traté de aclarar los hechos a mis compañeros y ayudarles a renunciar a las organizaciones del PCCh. Enviaba pensamientos rectos todos los días de camino a la escuela y de regreso a casa. Cuando me encontraba con gente de camino a casa, también les aclaraba los hechos. Cuando terminaba mis estudios nocturnos y volvía a casa, estudiaba el Fa y hacía los ejercicios de Falun Dafa antes de acostarme.

Los practicantes locales me informaron que, en general, la dirección y los profesores de la escuela no aceptaban los materiales informativos sobre aclaración de la verdad de Dafa. Por eso, me recordaron que prestara atención a mi seguridad cuando hablara con la gente sobre Falun Dafa. De hecho, cuando aclaré los hechos a los alumnos cara a cara, aunque hubo gente que se mofó de mí y me insultó, o que se negó a creer lo que les decía, nunca hubo nadie que me denunciara a mi profesor. Algunos estaban dispuestos a aceptar la verdad y renunciar a su afiliación a los Jóvenes Pioneros y a la Liga Juvenil. Cada vez que ayudaba a alguien a renunciar, me alegraba mucho por él o ella.

El profesor de mi clase y otros profesores sabían que yo practicaba Falun Gong (también llamado Falun Dafa) y ayudaba a la gente a renunciar al PCCh. Pero no me detuvieron ni discutieron conmigo. Sabía que Shifu me estaba protegiendo y había dispuesto que tuviera un entorno estable para aclarar la verdad.

Cuando estaba en el último año de la escuela secundaria, aparecieron flores de udumbara en la pared de los tubos fluorescentes de nuestra clase. Toda la clase fue testigo de ello. Cuando fui a casa a cenar y mencioné este milagro a mis padres, mi padre me dijo: "Eso es gracias a ti".

Durante el primer ciclo de secundaria, estuve entre los tres primeros de mi curso durante todos los años en la escuela. Al final, me admitieron en uno de los mejores institutos.

No saber cultivarse: atrapado en la tina de tintura de la sociedad común

Recordando mi cultivación durante la escuela secundaria, lo que más lamentaba era que no entendía cómo cultivarme o seguir los requisitos de Dafa para cultivar mi xinxing. Aunque en la superficie, hacía las tres cosas -estudiar el Fa, aclarar la verdad y enviar pensamientos rectos-, las hacía principalmente por impulso. No confiaba en la racionalidad de un practicante. Así, gradualmente me alejé de las exigencias de la cultivación de Dafa y me contaminé en la tina de tintura de la sociedad humana común. Mis malos hábitos aumentaron en vez de disminuir.

Me volví irascible, peleaba con mis padres y me entretenía con juegos de ordenador en línea. También me gustaba dormir hasta tarde, a menudo llegaba tarde a clase, me costaba entregar los deberes a tiempo y otras cosas. Aunque entendía el problema que tenía, no hacía lo que debía y no podía eliminar esos apegos de raíz.

Seguí así durante siete u ocho años, y nunca intenté cambiar. De vez en cuando, cuando tomaba conciencia de mis deficiencias, también me daba cuenta de que me estaba quedando atrás, y en voz baja le decía a Shifu en el fondo que ya lo haría bien más adelante. Sabía que solo estudiando el Fa podría cambiarme a mí mismo. También enviaba pensamientos rectos en momentos determinados, pero no podía aclarar los hechos a la gente.

Aunque seguía estudiando el Fa inconscientemente, sólo pensaba en cómo ponerme al día con el estudio para volver a sobresalir en clase. Esto se reducía al mismo deseo que perseguir la buena salud, que era un apego. Así, cada vez que me decidía a cultivarme bien, mi estado mejoraba inicialmente. Sin embargo, bastaban unas pocas semanas para que dejara de ser diligente. Al sentirme deprimido, empecé a caer en todo tipo de adicciones y no podía salir de ellas.

La pandemia estalló en 2020. Por aquel entonces, acababa de dimitir de una empresa y me disponía a buscar trabajo cerca de mi ciudad natal. Pero debido a la situación de COVID, no podía salir de casa. Durante esa época, tuve mucho tiempo para estudiar el Fa y hacer los ejercicios. Me di cuenta de que Shifu me había dado la oportunidad de cambiar mi estado de cultivación.

Sin embargo, esta vez era bastante diferente que antes. Para mi sorpresa, cuando estudié el Fa otra vez, no pude ver ningún principio del Fa. La interferencia del yeli de pensamiento era intensa. A menudo, tan pronto como terminaba de leer un párrafo, olvidaba todo lo que se mencionaba en el párrafo anterior. Después de terminar de leer un capítulo, no podía creer que no tenía nada en mi mente, lo que nunca había sucedido antes. Pensé tristemente: "¿He perdido ya mi oportunidad de cultivación?". Me preocupaba que Shifu también se diera por vencido conmigo, el cultivador que no trabajaba diligentemente.

En ese momento, mi estado empeoró tanto que era bastante alarmante. No me duché en todo un mes, y mi habitación estaba desordenada y sucia. Estaba muy deprimido, me sentía pesado hasta el punto de quedarme sin aliento todos los días, con un rostro tan sombrío que era incapaz de sonreír.

Al recordar mi estado de entonces, me sentía muy avergonzado, pero me costaba hablar de ello. Aunque había obtenido el Fa, no me iba bien en la cultivación, ni siquiera era comparable a una buena persona entre la gente común.

Pensaba que no era un nuevo practicante, pero aun así lo hice mal. Muchos nuevos practicantes pueden salvar a los seres conscientes, ¿por qué yo no? Aunque no lo hiciera bien, no debería interferir en la salvación de los seres conscientes. No importa lo mal que lo hiciera, en lugar de preocuparme por no alcanzar la Perfección, al menos podía ayudar a algunas personas a ir al nuevo cosmos, y no ser destruido durante el desmantelamiento del viejo cosmos. En el nuevo jingwen de Shifu, Él insistía una y otra vez en salvar a la gente. ¿Por qué no podía hacerlo yo?

Con eso, decidí no preocuparme por cómo me cultivaba, sino más bien por lo que debía asumir en términos de proyectos de aclaración de la verdad.

Teniendo en cuenta que mi aspecto se había visto manchado por varios malos hábitos en el pasado, para no dejar una mala impresión en la gente común, decidí no aclarar los hechos cara a cara por el momento, sino transmitir materiales informativos indirectamente. Tras meditarlo, decidí participar en el envío de correos electrónicos para aclarar la verdad. Este proyecto tiene altos requisitos de seguridad para el propio sistema informático, desde aislar toda la máquina y garantizar las medidas de seguridad, hasta buscar y registrar buzones válidos en el extranjero, cómo recoger y distribuir los buzones y cómo verificar que los correos enviados eran válidos. Todo el proceso requería ciertos conocimientos informáticos y capacidad de aprendizaje, por lo que resultaba adecuado para que participaran en él jóvenes practicantes.

Siguiendo los tutoriales del foro de tecnología, compré una unidad de estado sólido e instalé el sistema WTG yo mismo. A continuación, descargué el tutorial de aislamiento completo de la máquina y el software necesario. Por último, empecé a estudiar cómo establecer el aislamiento completo de la máquina.

Aquel día ocurrió un milagro. De repente sentí que mi cuerpo estaba muy incómodo, así que decidí darme un baño caliente. El primer día que empecé a investigar cómo aislar completamente la máquina, me di cuenta de que había un montón de basura en el suelo, así que acabé limpiando mi habitación. También cambié la sábana y la funda del edredón. Al día siguiente, no me sentía bien teniendo mi cuerpo expuesto en casa, así que decidí ponerme más ropa. Así fui haciendo algunos cambios cada día.

Al cabo de una semana, el entorno que me rodeaba se había vuelto limpio y ordenado de repente. Estaba animado y los malos hábitos que me habían acompañado durante varios años desaparecieron, uno a uno, sin que yo hiciera nada intencionadamente. De hecho, todo el proceso fue tan rápido que no tuve tiempo de pensar en ello. Esto no me había ocurrido nunca. Comprendí que mi pensamiento de "salvar a los seres conscientes" en el fondo era correcto, por lo que Shifu me ayudó a eliminar mi yeli.

Mejorando el xinxing

Cuando estaba en la universidad recibí algunos correos electrónicos de aclaración de la verdad, pero sólo los encontré en el correo basura. El cuerpo del texto de los mismos contenía palabras clave, como los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, "Noticias de última hora", "Comprender la verdad", entremezcladas con enlaces sobre la verdad y galimatías antifiltrado.

Después de pensarlo, sentí que aunque estos correos electrónicos podían mostrar intuitivamente información clave relevante que lograba el efecto de difundir la verdad, en realidad parecían correo basura. La forma en que aparecían en la bandeja de entrada tenía muy mala apariencia, y enviarlos en grandes cantidades podía resultar ofensivo para la gente.

Para mejorar el porcentaje de éxito, utilicé una forma manual de entregarlos, en lugar de enviarlos en lotes. Cuando envié algunos correos de prueba, me di cuenta de que sólo llegaban a la bandeja de entrada de la gente las dos primeras veces. Después, la mayoría eran tratados como correo basura y acababan en la carpeta de correo no deseado. Por el contrario, aunque sólo podía enviar unos pocos manualmente, garantizaba que todos los correos llegaran a la bandeja de entrada de la persona. Me pareció que, en comparación con perseguir la cantidad, importaba más la eficacia. Por eso, desde entonces los envío manualmente.

A medida que fui adquiriendo destreza en el envío de correos electrónicos de aclaración de la verdad, también aumentó la cantidad. Pasé de los 20 correos iniciales a 40 y ahora a más de 100 diarios. En comparación con el número de mensajes enviados, me preocupaba más de que cada uno de ellos llegara correctamente a la bandeja de entrada de los usuarios.

A la hora de enviar correos de aclaración de la verdad, el primer problema de xinxing que me encontré fue la desconfianza. Como no podía ver el impacto real después de enviar un correo electrónico, me preocupaba que no lograra el efecto de salvar a la gente y que, por tanto, fuera una pérdida de tiempo. A este respecto, sentí profundamente la benévola iluminación de Shifu.

Cuando empecé a enviarlos, lo hice durante varios días seguidos y no recibí ninguna respuesta. Un día, como los miembros de mi familia sabían lo que estaba haciendo, me preguntaron: "¿Crees que esos correos que has enviado pueden lograr algún efecto?". Respondí: "Seguro que pueden". Entonces volvieron a preguntar: "¿Recibiste alguna respuesta?". Me quedé bloqueado. No obstante, entendí de los principios del Fa que "La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu" (Primera Lección, Zhuan Falun).

Mientras uno siga el estándar de un practicante, y ponga su corazón en aclarar los hechos a la gente, eso debería ser suficiente. No tuve que ver el efecto con mis propios ojos. Era Shifu quien desempeñaba el papel principal. Pero aun así, no estaba seguro.

Tal vez porque Shifu quería animar a su discípulo, un día que envié correos electrónicos para aclarar la verdad, me sorprendió encontrar una respuesta en mi bandeja de entrada. Sólo decía: ¡Gracias! Pero aun así, me alegré mucho y no tardé en enseñárselo a mi familia. Mientras tanto, tenía claro que estaba en el camino correcto, haciendo cosas para aclarar los hechos. Sin duda, Shifu estaba cuidando de mí.

Posteriormente, empecé a recibir respuestas y comentarios de vez en cuando. Al principio, la mayoría de ellos me insultaban. Decidí ignorar este tipo de respuestas. Pensé: "Me has insultado, pero no me inmutaré. No discutiré con ustedes y seguiré haciendo lo que se supone que debo hacer". Pero al cabo de un rato, sentí que algo no iba bien. Estaba salvando a seres conscientes. Cuando me insultaban, ¿no significaba que tenía que aclararles los hechos?

Cuando más tarde me encontré con este tipo de respuesta, empecé a contestarles con seriedad. Primero les agradecí su respuesta y luego les recordé que leyeran el contenido del archivo adjunto del correo electrónico. Después de haber respondido a algunos correos, me di cuenta de que en esos correos groseros, excepto algunos que estaban profundamente engañados por mentiras malignas y no podían aceptar la verdad, la mayoría de ellos pensaban que mi correo contenía un virus. Más tarde, después de explicarles detalladamente lo que contenía el archivo adjunto, todos lo entendieron y se dispusieron a examinarlo.

Durante el proceso de envío de correos electrónicos que aclaraban la verdad, también experimenté la eliminación del yeli. A veces parecía que me daba pereza hasta el punto de que ni siquiera quería encender el ordenador para enviar correos electrónicos. Era como si fuera demasiado trabajo. Sentía el cuerpo como retenido por algo, muy pesado y cansado. Sin embargo, cuando me decidía a encender el ordenador y empezaba a enviar correos, de repente sentía que mi cuerpo se volvía ligero y me sentía animado. Cuando terminaba de enviarlos, me sentía contento. Al día siguiente, volvía a sentir la misma pereza. Este estado duró un tiempo.

Durante el proceso de envío de correos electrónicos de aclaración de la verdad, a veces me encontraba con interferencias, como conexiones a Internet que se cortaban constantemente. Pero mientras enviaba pensamientos rectos, este problema desaparecía.

Cuando enviaba correos electrónicos, intentaba mantener una mentalidad seria, en lugar de limitarme a las formalidades. Comprendí que sólo manteniendo el estado mental de un practicante podría hacerlo bien a la hora de aclarar la verdad. La aclaración de la verdad no es un asunto superficial, y sólo con el poder del Fa uno puede salvarse de verdad.

Regresar no fue un viaje sencillo

El regreso a la cultivación no fue un camino de rosas. Tropecé y tuve que volver a ponerme en pie varias veces. Durante este proceso, me di cuenta de que cada vez que prestaba atención a la aclaración de la verdad y a salvar a los seres conscientes, podía avanzar en mi camino de cultivación. Sin embargo, cuando holgazaneaba en la aclaración de la verdad, me sentía fácilmente atraído por los juegos, la reputación, el interés propio y el sentimentalismo. Cuando las interferencias se volvieron serias, me di cuenta de que tenía que volver a donde estaba.

¿Por qué? Pensé que era porque un practicante venía a ayudar a Shifu en la rectificación del Fa y a salvar a los seres conscientes. Sólo tratando "la salvación de los seres conscientes" como el punto de partida, puede uno mantener los pensamientos rectos de ser un practicante; sólo siendo altruista, puede uno cultivarse con pensamientos y acciones rectos al enfrentarse con las viejas fuerzas y la interferencia del propio yeli, en contraposición a ir a la deriva con la marea actual de la sociedad humana común. En este camino de cultivación de un humano que se convierte en dios, uno debe esforzarse diligentemente.

Gracias de nuevo, Shifu, por su misericordia.