(Minghui.org) El año pasado conocí a una practicante de Falun Dafa de 85 años y me sorprendió ver su apariencia. Estaba en mal estado y tenía una joroba que parecía tener unos 90 grados. Pensé que ese no debería ser el estado de una practicante de Dafa.
Al compartir experiencias de cultivación juntos, parecía que le estaba yendo bien en las tres cosas que los practicantes de Dafa deberían hacer. Durante muchos años, ella ha persistido en salir a hablar con la gente sobre Falun Dafa todos los días. Ella entró en edificios comunitarios y residenciales y distribuyó folletos de Dafa en los apartamentos, y pudo subir hasta el sexto piso necesitando sólo un poco de esfuerzo. En general, sería difícil completar una tarea así a su edad, pero lo hizo. Ella es extraordinaria. Sin embargo, me preocupaba su apariencia.
No pude evitar acercarme a ella: “Hola tía, ¿te importaría si te hago una pregunta? ¿No crees que tu apariencia actual puede afectar la salvación de personas?
La practicante anciana respondió: “Hace unos años, mi esposo estaba gravemente enfermo y no podía cuidar de sí mismo. ¡Yo era su única cuidadora y lo cuidaba día y noche! El inmenso trabajo me hizo doblar la espalda”.
Traté de convencerla usando lo que dijo Shifu:
“Siendo un cultivador, al asimilarte a esta característica eres entonces una persona que ha obtenido el Dao; es un principio así de simple” (Primera Lección, Zhuan Falun).
Continué: “Has hecho muy bien las tres cosas, excepto en lo que respecta a este tema. Podría ser que tengas una brecha en la noción de una persona común, de la cual las viejas fuerzas se han aprovechado. No podemos reconocerlo y tenemos que negarlo. Necesitamos usar nuestros pensamientos rectos y el Fa para guiar nuestras acciones. Si crees firmemente en Dafa, creo que cambiarás”.
La practicante fue muy humilde y apreció mis comentarios. Ella dijo: “Debería mirar hacia adentro. Todavía no he dejado de lado mi egoísmo. Realmente debo mejorar desde el Fa, cambiar fundamentalmente las malas nociones de la gente común y hacer todo de acuerdo al Fa”.
Una semana más tarde, cuando la practicante entró por la puerta, su espalda se había enderezado, la cintura en forma de arco había desaparecido y era más alta. Parecía como si fuera una persona completamente diferente. Estábamos muy felices por ella.
Ella compartió su experiencia diciendo: “¡Dafa es asombroso! Me dije a mí misma que no quería los arreglos de las viejas fuerzas. ¡La joroba era sólo una ilusión y lo negué firmemente! Todo para los practicantes de Dafa debe ser arreglado por Shifu. Cuando creo en Dafa y en Shifu de todo corazón, Shifu toma las decisiones por sus discípulos y los ayuda a eliminar su yeli de enfermedad. Cuando hacía los ejercicios todos los días, podía sentir a Shifu corrigiendo mi cuerpo. Mi espalda baja se enderezó a diario y mi cuerpo volvió gradualmente a la normalidad”.
La volví a encontrar tres meses después, cuando salió a hablar con la gente sobre Falun Dafa. Tenía la espalda recta y caminaba con ligereza. Dijo que podía subir y bajar colinas en bicicleta fácilmente.