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​Un conflicto con mi hija puso de manifiesto mis obstinados apegos

Oct. 19, 2023 |   Por una practicante de Falun Dafa en Liaoning, China

(Minghui.org) Durante más de un año dediqué todos mis ratos libres a memorizar Hong Yin VI. No importaba lo ocupada que estuviera, siempre que tenía unos minutos, tomaba el libro y memorizaba un poema. Mientras memorizaba, me iluminé a muchos principios del Fa y descubrí mis apegos.

Los principios de Fa que entendí mientras memorizaba fortalecieron mi cultivación. Sinceramente sentí que era un honor incomparable practicar Falun Dafa y aprender tantos principios del Fa durante el período de la Rectificación del Fa. Tengo la fortuna de seguir a Shifu para cultivarme y salvar a la gente en esta vida. Sé que debo apreciar esta oportunidad sagrada y seguir el progreso de la Rectificación del Fa eliminando mis apegos y salvando a más gente.

Recientemente memoricé Hong Yin VI por sexta vez. Comprendí que el universo ha llegado a la etapa final. Para salvar al universo Shifu creó un nuevo cuerpo celestial y presentó Dafa al mundo. Mientras nos salva a nosotros los practicantes de Falun Dafa, Shifu también está salvando a todos los seres conscientes.

Aunque leía el Fa todos los días, sentía que no cumplía con los requisitos de Dafa. Me di cuenta de que si continuaba así, cuando terminara el período de la Rectificación del Fa, tendría muchos remordimientos.

Comprendí que las nociones humanas y los apegos son obstáculos en mi camino de cultivación. También comprendí que mientras trabaje duro y me cultive, Shifu me ayudará a eliminar mis apegos.

Por ejemplo, no me iba bien en mi entorno familiar. Cuando mis hijos decían o hacían algo malo, no los trataba con compasión y no manejaba el problema adecuadamente. Siempre utilizaba mi autoridad como madre para acusarlos y criticarlos. A veces lo que decía era duro y armaba un gran escándalo.

Shifu dijo:

"Hay personas que cuando educan a los hijos también se enfadan, los regañan haciendo tanto ruido que casi voltean el cielo; cuando educas a tus hijos no tienes que actuar de esa manera, no debes enfadarte realmente, debes educar a tus hijos con más racionalidad, así podrás educarlos verdaderamente bien. Si ni siquiera puedes sobrepasar las pequeñeces sin enojarte, ¿aún quieres hacer que tu gong crezca?" (Novena LecciónZhuan Falun).

Mi comportamiento era tal como Shifu lo describió. Aunque mi carácter mejoró después de que empecé a practicar Falun Dafa, no eliminé mi mal carácter completamente. Cuando mi marido hacía algo mal, podía tolerarlo porque sentía que debía respetarlo, y no lo sermoneaba. Sin embargo, pensaba que tenía derecho a disciplinar a mis hijos. Cuando cometían errores, no lo dejaba pasar. No podía guiar a mis hijos con amabilidad y resolver el problema con compasión.

Mi hija y yo nunca tuvimos una buena relación. Cada vez que nos veíamos, discutíamos. Mi hija se alteraba cada vez que me veía. Siempre decía algo para enfadarme. Siempre me sentía frustrada cuando estaba con ella.

Comprendía que teníamos una retribución del yeli (kármica), pero seguía enfadada cuando mi hija me maltrataba. Shifu vio que nunca podría superar esta prueba, así que me hizo ver la verdadera situación en un sueño: En una vida anterior di instrucciones a algunas personas para que mataran a una persona. Fui muy cruel e hice sufrir terriblemente a esa persona. A partir de este sueño comprendí que tenía una retribución del yeli (mala relación kármica) con mi hija, y que la razón por la que me maltrataba era porque tenía una deuda con ella. Después de que empecé a practicar Falun Dafa debería haber usado los principios del Fa para equilibrar bien nuestra relación.

Sin embargo, cuando volví a ver a mi hija unos días después, olvidé el indicio de Shifu y discutimos. ¿Era yo una practicante? Me sentí avergonzada y me di cuenta de que no me había cultivado. Sabiendo que tenía una deuda con ella, seguía sin querer pagársela. ¿No estaba aferrándome a nociones humanas y no dejándolas ir? ¿No fue en vano mi cultivación? ¿Cuánto me arrepentiré en el futuro? Discutí mi problema con los demás practicantes. Quería desintegrar estos apegos para mejorarme lo antes posible. Escribí este artículo para exponer de nuevo mis nociones humanas y eliminarlas.

Hace poco nos visitó mi hija. Esta vez, ya no tenía resentimiento. En cambio, me sentía mal porque sabía que le había hecho daño en otra vida. Sabía que había cometido un gran pecado contra ella. Como le quité la vida, le debía algo y ella debía poder resarcirse en esta vida. Como Shifu me resolvió la mayor parte del problema, ella sólo podía criticarme. Debería haber sido más tolerante. Debería tratarla con la compasión de un practicante. En cuanto pensé esto, la actitud de mi hija hacia mí cambió. Ya no estaba enfadada conmigo. Se volvió respetuosa. Supe que había dado un paso adelante en el Fa. Fue Shifu quien me ayudó a disolver esta piedra obstinada en mi corazón que bloqueaba mi cultivación.

El misericordioso Shifu nos ha dado el Fa, y somos la envidia de todos los dioses del universo. Shifu nos enseñó una práctica tan grandiosa para cultivar nuestro verdadero ser y nuestros espíritus principales, algo que ninguna disciplina de cultivación en el pasado podía. Para cultivar nuestro verdadero ser, debemos usar el Fa para eliminar nuestros apegos. El poder de Dafa es ilimitado. Mientras nos cultivemos genuinamente, nuestros apegos humanos serán eliminados.