(Minghui.org) Se nos ha advertido sobre la cuestión de la seguridad en los teléfonos móviles durante muchos años, y muchos practicantes han sido arrestados después de que la policía vigilara sus teléfonos móviles. Algunos fueron condenados a prisión o perseguidos hasta la muerte.
Shifu nos enseñó claramente sobre la seguridad en los teléfonos móviles:
"No hay nada que explicar. Si llevas un aparato para escuchar, no solo son los espías o los gobiernos, cualquier persona puede escuchar a voluntad, esto es muy fácil. Es así, apagar o no apagar el aparato es lo mismo" (Fahui de Nueva York 2016).
Conozco a una practicante anciana que empezó a cultivarse antes de 1999 que siempre lleva consigo su teléfono móvil. Tiene una personalidad muy fuerte y es egocéntrica. Aunque es muy diligente en hacer las cosas, no he visto mucha mejora en su xinxing a lo largo de los años, y todavía tiene intensos conflictos con los miembros de su familia, que han pasado gradualmente de apoyarla en la práctica de Dafa a oponerse a ella.
Esta practicante trabajaba en un gran centro de producción de materiales cuando se vio obligada a vivir fuera de su casa en el año 2000 para esconderse de la policía. Cuando echaba de menos a su hijo, no dejaba de llamarlo con su teléfono móvil desde el lugar de producción de materiales, lo que finalmente llevó a la policía a descubrir el lugar y destruirlo. Varios practicantes fueron detenidos y condenados a prisión. Sin embargo, ella no fue condenada, ya que su familia utilizó sus contactos para sobornar a las autoridades y liberarla.
Pero en lugar de aprender la lección, sigue llevando el móvil consigo incluso cuando visita a otros practicantes o asiste a sesiones de estudio del Fa. Cuando los practicantes le pidieron que no lo hiciera, ella dijo que no lo haría, pero lo llevó consigo de todos modos. No nos enteramos hasta que un día sonó su teléfono durante el estudio del Fa. Como no sabíamos que lo llevaba, habíamos discutido muchas cosas sobre la impresión y distribución de los materiales cuando su teléfono estaba encendido. No sólo eso, ella nunca cambió su número después de ponerlo como su número de contacto en la demanda contra Jiang Zemin en 2015, por lo que es aterrador pensar en la cantidad de información que la policía podría haber obtenido a través de su teléfono.
Debido a su falta de voluntad para cambiar, nos vimos obligados a suspender varios grupos de estudio del Fa. En uno de los grupos, la policía vino al día siguiente de que decidiéramos dejar de reunirnos. Con la protección de Shifu, nadie fue arrestado aquella vez.
Aquella practicante también estaba apegada a la lectura de noticias sobre las luchas internas del Partido Comunista Chino y no podía seguir el ritmo de su estudio del Fa. Más tarde desarrolló una grave enfermedad física y gastó una fortuna en cirugía cerebral. Después de recuperarse, en vez de ponerse al día con su cultivación, visitaba a los practicantes, siempre con su teléfono, para hablar de cosas no relacionadas con la cultivación.
Hace poco, fue varias veces a un centro de producción de materiales en busca de ayuda de otros practicantes porque su ordenador no se conectaba a Internet. Durante unos días, el técnico soñó que estaba en peligro. Buscaba en su interior, pero no encontraba ningún problema. Cuando la mujer acudió de nuevo al lugar de producción de materiales, el técnico se acordó de repente de su problema con el móvil y le preguntó por él. Al principio, ella intentó negarlo, pero acabó admitiendo que llevaba el teléfono encima.
A otra practicante de edad avanzada le ocurre lo mismo. Es diligente a la hora de salir todos los días a distribuir materiales y hablar con la gente cara a cara para aclarar la verdad, pero sigue peleándose con su marido en casa y siempre lleva el móvil cuando visita el lugar de producción de materiales. Hemos intentado convencerla de que preste atención a la seguridad, pero se niega a escuchar.
Estos practicantes pueden pensar que, mientras no los detengan, no hay problema en que lleven el móvil consigo. No piensan en la información crítica que están facilitando a la policía. En realidad están actuando como "infiltrados" de la policía, lo que hace que los practicantes sean detenidos. Por supuesto, ¡la policía no querría detener a los "infiltrados"!
Espero que estos practicantes reflexionen seriamente sobre este asunto. No sé si se dan cuenta de lo grave que es que los practicantes sean detenidos y dejen de cultivarse debido a la persecución, todo porque alguien no prestó atención a la seguridad del teléfono móvil. Creo que un auténtico practicante conoce la importancia de ser responsable por sí mismo y por sus compañeros.
Nota del editor: El artículo representa únicamente la opinión del autor y está destinado a compartir entre los practicantes según la enseñanza del Fa: “…comparte en el aprendizaje y comparte en la cultivación…” (Cultivación sólida, Hong Yin).