(Minghui.org) Saludos estimado Maestro, y compañeros practicantes!
Empecé a practicar Falun Dafa en 2014. El último rayo de esperanza que se me concedió fue conocer a una persona china, que me recomendó a un practicante de Falun Dafa en Linköping. Un día fuimos a visitar a ese practicante a su casa. Me habló de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa y de la práctica de cultivación. Me dijo que Zhuan Falun era un libro especial, que debía tratarse bien, y que podía tomarlo prestado todo el tiempo que quisiera.
Zhuan Falun permaneció en mi casa durante meses, y lo leí una y otra vez. Al principio no entendía casi nada. Incluso si el texto era sencillo, me costaba entenderlo. No obstante, continué leyéndolo. Cuando terminé de leer el libro con éxito, me di cuenta de que había encontrado muchas palabras que tocaron mi corazón, y quise saber más. Llamé a aquel practicante de Linköping y le dije que quería aprender los ejercicios.
Me sugirió un sitio de practica grupal cercano a mi. Llamé a un practicante de ese grupo. Me enseñó los ejercicios cuando visité el sitio de práctica. Los primeros ejercicios me cansaron y tuve que sentarme en una silla. Pero todavía deseaba volver y continuar haciendo los ejercicios. Simplemente no quería rendirme.
Otro día, mientras estaba sentado en casa y leía sobre el emblema de Falun, sentí que algo se arremolinaba en mi vientre. Pensé que el Maestro había plantado un Falun en mí, pero no estaba seguro. Acababa de leer sobre el Falun en Zhuan Falun. Pregunté al practicante si me habían dado el Falun cuando estudié el Fa en casa. El practicante se alegró, me dijo que era verdad, que yo tenía una gran relación predestinada con Falun Dafa y el Maestro. Desde entonces no he dejado de hacer los ejercicios y estudiar el Fa. Soy una persona feliz, pues mi vida ha cambiado desde aquel día.
Todavía tengo muchas deficiencias en mi vida diaria. Pero he soltado muchas cosas malas, gracias a Falun Dafa. Mi vida ha cambiado, el Maestro me ha ayudado en el camino, y no puedo imaginar cuánto yeli (karma) el ha eliminado para mí.
Cuando empecé a practicar Falun Dafa, contaba a mis amigos y familiares lo asombrosa que era la práctica y cómo beneficiaba a la gente.
Mi madre solía pensar que los practicantes de Falun Gong (también llamado Falun Dafa) se prendieron fuego en la Plaza de Tiananmen, pero solo después de que comencé a practicar se dio cuenta de que no era cierto. Eran mentiras y propaganda falsa difundidas por el Partido Comunista Chino (PCCh), que le contó a todo el mundo su versión del incidente.
Mi hermana, mi madre y mi padre firmaron la petición para poner fin a la sustracción de órganos a practicantes vivos que el PCCh sigue practicando en China. Mi esposa también me apoyó, y firmó con su familia la petición en Suecia. Me alegro de que sepan la verdad, lo que el malvado PCCh ha hecho a la gente del mundo y en qué consiste la propaganda política del PCCh.
Recuperando la salud después de practicar Falun Gong
Mis dolencias acumuladas me pesaban día tras día antes de empezar a cultivar. Tenía problemas en todas partes, desde un colapso pulmonar hasta una inflamación. Tuve que ir al hospital para recibir tratamiento. Probé la gimnasia y tuve que tomar medicamentos, pero nada parecía ayudar. Tomaron una muestra de mi electrocardiograma, en la que se veía que mi resistencia estaba por debajo de la media para mi edad.
Desde que comencé a practicar Falun Dafa, mi salud se ha recuperado. Noté mi energía en el trabajo y mis compañeros notaron mi cambio. Ya no me dolía el pulmón como antes, y la inflamación empezó a disminuir. Los doctores me dijeron que ya no necesitaba acudir una y otra vez a revisiones médicas. Creo que el Maestro me ayudó a alejarme del hospital. Ahora no quiero ir al hospital porque sé que hacer los ejercicios me ayudará y aliviará mis molestias físicas. Además, dejé de ver al patólogo ocupacional, que se suponía debía ayudarme a fortalecer los músculos y las articulaciones.
Mi espalda estaba muy curvada, ya que pasé la mayor parte de mi juventud sentado frente a una computadora. Ahora mi espalda se fortalece meditando. A menudo me duele, pero mejora cada vez que medito. Treinta minutos son suficientes, pero a veces practico la meditación con otros practicantes durante una hora. Después de cada práctica, siento que todo mi cuerpo se fortalece. Cuando hago los ejercicios, me duelen las piernas y los brazos, pero cuando termino, se vuelven más ligeros y me siento mejor.
Me sentí diferente cuando comencé a cultivarme. Un día pensé que iba a empezar a flotar mientras caminaba. Recordé que había estacionado el coche en el bosque y buscaba la forma de salir de él. Entonces sentí que todo mi cuerpo flotaba.
Solía tener mucho dolor en el lado izquierdo del cuello, generalmente cuando estaba en el trabajo, por lo mismo tenía que interrumpirlo cuando más fuerte lo sentía o descansaba muchas veces. Ahora ya no lo siento. Pero si no hago bien los ejercicios, el dolor vuelve. Antes solía hacerme masajes para ablandar los músculos agarrotados que me había dejado el colapso pulmonar. Ya no tengo ese problema y no tengo que pagar fisioterapia.
Mi madre ve mi cambio positivo
Mi madre se dio cuenta de que cada vez estaba más sano después de comenzar a practicar Falun Dafa. Decía que yo no mostraba la misma tranquilidad de espíritu que ahora. Estuve en diferentes escuelas espirituales anteriormente, de niño no sabía lo que quería. Probé también diferentes ejercicios aunque por muy poco tiempo. De adolescente, jugué tenis y fútbol, pero solo durante unos años. Al cabo de un tiempo ya me sentía muy cansado. Después de empezar a practicar Falun Dafa, me estabilicé más, y mostré un lado de líder que mi madre nunca había visto antes. Me sentía más a gusto conmigo mismo.
He llegado lejos en el camino espiritual, y ahora mi madre y yo podemos hablar profundamente sobre cosas del ámbito espiritual. Nos entendemos y reconocemos las dificultades por las que hemos pasado. Aprendemos el uno del otro. Ella se alegra de ver mis cambios.
Mi experiencia extraordinaria después de practicar Falun Dafa
Antes de cultivar, tenía miedo a la oscuridad. Muchas veces, tenía problemas para dormirme porque siempre sentía una sombra observándome. Todavía tenía problemas para dormir cuando empecé a practicar Falun Dafa, y estaba ansioso por la noche. Tenía una casa de campo donde me apetecía mucho dormir. Sin embargo, me quedaba allí solo durante el día, trabajando en el jardín o dando un paseo por el bosque.
En la cabaña, a veces sentía pasar el aire frío de la cocina y un día había un montón de libros por el suelo. No podía entender qué había ocurrido. Un día me senté, medité y pensé en el Maestro. Quería su ayuda. Cuando meditaba, intentaba calmarme. Después, dejé de sentirme ansioso y aquella sombra desapareció.
Una noche, mientras intentaba dormir, miré por la ventana de la sala y vi vagamente un rostro en la ventana. Pensé que era un fantasma que quería asustarme. Hizo muchas muecas feas, que me parecieron ridículas. Le dije que se fuera y pude dormir en esa habitación por primera vez.
Ya no siento ansiedad ni miedo. Siento una fuerza interior, y si la sombra vuelve, repito las frases "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y envío pensamientos rectos. A veces, en sueños, noto que los demonios intentan hacerme cosas desagradables. Incluso en sueños he repetido estas frases de Dafa y desaparecen.
Noté varias deficiencias después de empezar a cultivar, entre ellas la falta de concentración. Trabajo como operador de instrumentos en una oficina de una gran empresa energética. Un día, mi supervisor y otros compañeros se dieron cuenta de mi falta de concentración. Parecía que no escuchaba mientras repasábamos el trabajo del día durante nuestra reunión matutina. A veces no me enteraba de lo que decían los demás. Mi supervisor quería saber por qué estaba distraído, y no recuerdo qué le contesté.
Cuando me preguntaba algo, tenía que repetir la pregunta varias veces, lo que le molestaba a él y a mis compañeros. En el trabajo, hay que ser receptivo y servicial. A veces me perdía palabras y oraciones de lo que decían los demás, pero aun así quería demostrar que era bueno en mi campo de trabajo. He tenido este problema durante mucho tiempo y realmente esperaba poder mejorar. También era consciente de mis deficiencias en otras situaciones sociales.
Vi otra deficiencia en mi conciencia principal. Nuestro trabajo se trasladó a otro taller más grande de la empresa.
Empecé a hablar cada vez más y veía los defectos de las otras personas primero. Pensaba que yo era mejor que los demás. Al fin y al cabo, llevaba en este departamento más tiempo que otros. Sin embargo, me enfrenté a muchas pruebas y comencé a darme cuenta de que mi conciencia principal era débil porque quería discutir con mis compañeros.
Me enfrenté a estas pruebas para fortalecer mi conciencia principal y mejorar mi xinxing. Descubrí que tenía miedo al conflicto y a la crítica. Intentaba calmar a mis compañeros de trabajo que discutían conmigo, pero siempre recibía más o menos el mismo argumento. Había enfado, exasperación, sarcasmo, reproches y muchas miradas despiadadas.
El Maestro dijo:
“Mira, apenas el médico del hospital psiquiátrico agita el bastón eléctrico en su mano, el paciente, asustado, inmediatamente deja de delirar. ¿Por qué? Porque en ese momento su espíritu primordial principal se pone alerta, pues le teme a la descarga eléctrica” (Sexta Lección, Zhuan Falun).
El Fa anterior me conmovió y pareció resonar en mí, debido a lo que experimento a mi alrededor. No quería caerle mal al supervisor, así que necesitaba despertar y fortalecer mi conciencia principal, especialmente cuando me enfrentaba a tribulaciones.
También veo los aspectos positivos en todas las dificultades que he encontrado. Empecé a difundir información sobre Falun Dafa cada vez más, lo que estaba ocurriendo en China, y mostré a otros compañeros la primera serie de ejercicios. Durante un tiempo, por falta de tiempo, solo practicamos la primera serie de ejercicios.
Algunas de las personas que practicaban juntas, después de un corto período de tiempo de hacer los ejercicios pensaban que hacerlos en la mañana era un buen comienzo del día, y se sentían mucho más relajadas. Algunos compañeros querían saber más sobre Falun Dafa, así que les repartí folletos para que los leyeran.
Ahora siento que estoy mejorando. Cada vez que termino algo, le cuento a mi supervisor o a un compañero lo que he hecho. Muchas veces iba a ver al supervisor después de terminar una tarea para demostrarle que podía aceptar el trabajo y hacerlo bien.
En ese tiempo trabajaba mucho para mi departamento y el supervisor agradecía mi contribución. A veces admitía que se había equivocado conmigo. Ahora tengo menos problemas con otros compañeros, y he descubierto que trabajo bien con muchos de mis compañeros a los que antes no les gustaba relacionarse conmigo.
Hoy sé que el Maestro está siempre a mi lado. Gracias a todos los que me apoyaron en mi camino de cultivación, y a todos mis compañeros practicantes.
Gracias, Maestro, por su ayuda y por la sabiduría que me concede cada día.
(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias Nórdica de 2022)