(Minghui.org) La parálisis es la pérdida de la capacidad de mover parte o todo el cuerpo. La mayoría de las personas con parálisis tienen que depender de sillas de ruedas para el resto de sus vidas. La parálisis causa un enorme sufrimiento no solo a los que la padecen, sino también a sus familias.
Gracias a Falun Dafa, una antigua disciplina espiritual también conocida como Falun Gong, varias personas con parálisis han podido volver a caminar y ahora tienen vidas renovadas.
A continuación se presentan varias de estas historias de recuperación.
(Continuación de la segunda parte)
Salud dañada durante 35 años tras un accidente automovilístico, curada en cuatro meses
Ann Teurlings, de Bélgica, es madre de seis hijos. Hace 35 años, estuvo a punto de morir en un grave accidente automovilístico. Aunque sobrevivió, apenas podía caminar y le dolía todo el cuerpo. A pesar del sufrimiento, tenía que cuidar de sus hijos, lo que le hacía la vida muy difícil. Dijo: "No podía correr para tomar el autobús ni jugar con mis hijos".
Después de empezar la escuela primaria. Su hija menor, Elly, hizo una nueva amiga, Lucía. La madre de Lucía es una practicante de Falun Dafa que, al enterarse de la situación de Ann, le presentó Falun Dafa. Ann se negó al principio. Cuando lo recordó años después, dijo: "En aquel momento, después de tantos años de enfermedad, ya no creía en nada que pudiera curarme, y estaba perdiendo la confianza en la gente".
Sin embargo, la madre de Lucía no se rindió. Intentó ponerse en contacto con Ann muchas veces y Ann la rechazó cada vez. Unos tres años más tarde, Ann finalmente aceptó la invitación de Lucía y visitó su casa. La madre de Lucía le dio a Ann un ejemplar de Zhuan Falun, las principales enseñanzas de Falun Dafa.
Ann dijo: "Empecé a leer el libro. Inmediatamente me di cuenta de que esto era lo que necesitaba. No podía dejar de leer. Cuando la madre de Lucía me aconsejó que lo leyera una y otra vez, ya lo había leído varias veces. Cuatro meses después, todo mi dolor y mi enfermedad desaparecieron".
En 2016, Ann se unió a otros practicantes de Falun Dafa para un desfile en Berlín. Caminó diez kilómetros sin darse cuenta. "¡Me quedé en shock! No podía creer que lo hubiera conseguido. Después participé en el desfile de Falun Dafa en Múnich. Después de eso, ¡pude correr! Mi hija Elly, de 11 años, exclamó: '¡Mi madre puede correr! Nunca me había visto correr".
Ann añadió: "De hecho, mi hija mayor, de 28 años, tampoco me había visto correr nunca. Estaba muy contenta y sorprendida: '¿Qué ha pasado? ¿Cómo?'. Le dije que era porque practico Falun Dafa. Se quedó asombrada".
Al ver los cambios en ella, muchos de sus amigos también empezaron a practicar Falun Dafa. "Tengo mucha suerte de haber encontrado Falun Dafa. Estoy agradecida al Maestro Li (fundador de Falun Dafa) por todo lo que me ha dado".
Ann lamentó no haber practicado antes Falun Dafa. Dijo: "Sé que algunas personas, como yo en el pasado, rechazaron Falun Dafa porque no lo conocían. Pero creo que cualquiera que lea los libros de Falun Dafa encontrará esperanza".
Obra de arte de Ann cuando fue voluntaria en el campamento de verano de Minghui en el Reino Unido en 2017.
Fotos del accidente automovilístico que lesionó a Ann hace más de 30 años
Con una parálisis durante 25 años, la australiana se curó en cuatro semanas
Durante 25 años, Renee Levison pasó sus días acurrucada en una silla de ruedas, viendo a otros hacer cosas que para ella eran imposibles.
Renee vive en Adelaida (Australia del Sur). A los 5 años le diagnosticaron una discapacidad mental y una deformación de la columna vertebral que le provocaba fuertes dolores en todo el cuerpo. No podía mantenerse en pie, y mucho menos caminar.
En 2003, cuando la madre de Renee, Jesse LeCotte, empezó a practicar Falun Dafa, Renee también se unió a ella. Cuatro semanas después, Renee pudo hacer los ejercicios de pie de una hora de duración, seguidos de la meditación sentada de una hora. Jesse se emocionó hasta las lágrimas. Apenas podía creer que Renee hubiera cambiado tanto en solo cuatro semanas.
Nueve meses más tarde, la espalda de Renee se enderezó y era cinco centímetros más alta. Se apuntó a una clase de arte y empezó a trabajar en una cafetería. Ahora es totalmente independiente capaz de vivir por su cuenta.
Renee Levison y su madre Jesse LeCotte.
Renee haciendo la meditación de Falun Dafa.
(Continúa en la Parte IV)