(Minghui.org) Últimamente, siempre sentía que nunca había suficiente tiempo para hacer las tres cosas, y también había dedicado menos tiempo al estudio del Fa y a hacer la práctica de ejercicios. Había un gran obstáculo que aún no había superado: la sensación de somnolencia. Me sentía somnolienta todo el tiempo y me faltaba enviar pensamientos rectos a las 12:00 a. m. casi todos los días.
Todos los practicantes que me rodean son muy diligentes en la cultivación y se acuestan después de enviar pensamientos rectos a medianoche y se levantan para hacer los ejercicios alrededor de las 3:00 o 4:00 a. m. Aun así, están llenos de energía durante todo el día.
Yo intentaba hacer lo mismo, pero siempre me sentía con mucho sueño después de las 10:00 p. m. Un pensamiento aparecía en mi mente: "Duerme un poco ahora. Así puedo levantarme temprano mañana".
El hecho era que nunca era capaz de levantarme temprano al día siguiente y me costaba mucho mantener los ojos abiertos. En consecuencia, perdía mucho tiempo.
Una noche, me acosté temprano como de costumbre, pero me levanté al escuchar un ruido. Abrí los ojos y vi que eran poco más de las once de la noche.
La somnolencia se apoderó de mí y me volví a dormir. Un rato después, sentí que algo me daba unas ligeras palmaditas en la sien. Abrí los ojos y vi que eran casi las 12:00 a. m. - hora de enviar pensamientos rectos.
Me levanté y caminé aturdida, con un fuerte dolor de cabeza. Sentía la cabeza hinchada y pesada. Me senté en la cama y me sentí abrumada por la somnolencia. Me dormí de nuevo.
En ese momento, un gatito vino y se sentó frente a mi cabeza. Estiró una pata y sacó un bicho de mi cabeza. Lo miré de cerca. El bicho era dorado, como si tuviera alas, del tamaño de la uña del pulgar. "¿Qué es esto? Un bicho del sueño". Me sobresalté y me incorporé al instante.
"¡Gracias, Maestro, por quitarme el bicho del sueño!", dije agradecida en mi corazón. De repente, mi somnolencia desapareció. Me levanté y empecé a estudiar el Fa y a hacer los ejercicios.
Una compañera me dijo que ella también se sentía aletargada todo el tiempo y que no dejaba de bostezar mientras hacía la segunda serie de ejercicios.
Una vez, tomó una larga siesta. Cuando se despertó, se dio cuenta de que no podía mover ninguna parte de su cuerpo, y era realmente incómodo. La situación se prolongó durante mucho tiempo, así que llamó al Maestro en voz alta para pedirle ayuda.
Casi al instante, se incorporó y vio un bicho del sueño de color dorado en la palma de su mano izquierda. Se dio cuenta de la causa de que siempre se sintiera somnolienta al hacer la segunda serie de ejercicios: estaba durmiendo demasiado.
Después de que dejara de hacer siestas a la hora de comer, no volvió a sentirse somnolienta al hacer los ejercicios.
En mi caso, una vez eliminado el "bicho del sueño", pude mantener un horario diario similar al de otros compañeros. Aunque ahora duermo menos, me siento con mucha más energía que antes.
La somnolencia, el letargo y el cansancio solo limitan a los seres de los Tres Reinos. Los humanos se sentirían somnolientos si no duermen lo suficiente, pero no los seres divinos. Deberíamos desprendernos por completo de nuestras nociones humanas y hacer las cosas con pensamientos más divinos, de modo que no estuviéramos limitados por los "bichos del sueño" y tuviéramos más tiempo para hacer bien las tres cosas.