(Minghui.org) Hace poco instalé una aplicación de compras en mi teléfono celular. Ya tenía instalada una aplicación de una granja virtual en la que podía cultivar papas. Regaba y abonaba las plantas cada día y recibía un pequeño regalo al cosechar. Aunque los regalos eran casi inútiles, me gustaba el proceso de regar, abonar, ver crecer las patatas, florecer y dar frutos. Me sentía feliz cuando usaba la aplicación.
Además, tenía otras aplicaciones para ver videos cortos y escuchar canciones. Sabía que un practicante no debía apegarse a estas cosas, pero había algo que me atraía en el corazón. No podía resistir la tentación de encender el teléfono. No me detuve a pensar: "Si mi mano no me escucha, ¿a quién va a escuchar?".
Más tarde Shifu me dio una pista cuando se me hinchó el ojo izquierdo y me empezó a doler, sin embargo, no me di cuenta del problema.
Una noche, en la oscuridad, encendí el teléfono celular y sentí un dolor extremo en el ojo izquierdo. Aún no me daba cuenta de mi problema; simplemente cerré el ojo izquierdo y usé el derecho. Al poco tiempo, perdí temporalmente la visión del ojo derecho; solo en ese momento, me di cuenta de la gravedad del problema. Inmediatamente dejé de jugar a la cosecha y, cuando me conecté un tiempo después, me di cuenta que la papa se había marchitado.
Luego, tuve un extraño sueño: Entraba en una granja y veía la papa que había plantado marchita; una serpiente moribunda se enroscaba en una piedra cercana. Me desperté al recordar a la serpiente que hace veinte años mató a mi mamá. Esta me trajo muchas tribulaciones e interferencias durante mucho tiempo. Cuando Shifu nos enseñó a enviar pensamientos rectos, pude usar los pensamientos rectos para eliminarla. Durante muchos años pensé que ya no existía; sin embargo, se había escondido en mis apegos. No es de extrañar que no haya podido deshacerme de ella, a pesar de haber enviado pensamientos rectos durante tantos años. Era porque se escondía en mis apegos. La habían protegido.
Eliminé la entidad maligna y desinstalé el software. Sin embargo, no desenterré el apego fundamental.
Un día de este año envié pensamientos rectos con una compañera practicante. Mientras mantenía la palma de la mano recta, una extraña entidad me habló. Tenía un cuello largo y delgado, con ojos grandes y una boca que sobresalía. Parecía un alienígena. Parecía que me conocía muy bien. Se apoyó en mi hombro y dibujó en una zona de la parte superior de mi cabeza, diciendo: "Solo limpiamos esta zona y no nos preocupamos del resto". Dije que sí sin pensarlo. Entonces me puse alerta y envié inmediatamente pensamientos rectos: "¿Cómo pude escucharlo? ¿Qué es eso? ¿Por qué fue tan natural para mí comunicarme con él? Soy una practicante de Dafa, ¿cómo puedo escuchar sus órdenes? ¿Qué está sucediendo?".
Recientemente pensé que siempre me interferían mientras estudiaba el Fa y enviaba pensamientos rectos. Siempre me sentía somnolienta. Un día, mientras enviaba pensamientos rectos, me dio sueño y escuché una voz: "¿Por qué le gusta tanto su teléfono celular?". Sí, soy una discípula de Dafa del período de la Fa-rectificación. ¿Cómo puedo ser controlada por esto? Entonces me di cuenta de la razón por la que me estaban interfiriendo.
Un compañero practicante me recordó que la voz era mi teléfono móvil. No solo nos hace perder el tiempo, sino que también nos hace desarrollar todo tipo de apegos y debilita nuestra voluntad. Si un practicante es adicto a este, lo controla.
Hoy en día, casi todo el mundo es adicto a su teléfono. Creemos que somos los dueños de nuestros teléfonos, pero en realidad, el teléfono es el que nos dice que hagamos cosas. Los seres humanos se han convertido en esclavos de sus teléfonos celulares, y gradualmente, los seres humanos se están acostumbrando a recibir órdenes de sus teléfonos celulares.
Como practicante de Dafa, ¿cómo podemos ser adictos a nuestros teléfonos celulares? Estamos caminando por el camino hacia la divinidad, ¿cómo podemos ser controlados por deidades de bajo nivel? Después de darme cuenta de esto, desinstalé todas las aplicaciones innecesarias.
Somos discípulos de Dafa del período de la Fa rectificación y cargamos con inmensas responsabilidades. Nuestros pensamientos rectos deben ser fuertes, y debemos soltar nuestros apegos, cultivarnos diligentemente, y hacer bien las tres cosas.