(Minghui.org) Cuando empecé a practicar Falun Dafa, no lo hice con diligencia. Casi nunca iba al sitio de práctica, y no había leído dos veces Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, antes de 1999.
Como no había participado en actividades de grupo, la mayoría de los practicantes no pensaron en mí al comienzo de la persecución. También sentí que me había olvidado de Dafa, ya que no tenía ningún contacto con los practicantes.
Cuando veía el eslogan de Dafa en los postes de teléfono o en las paredes mientras caminaba por las calles, me sentía cálido y emocionado, se me salían las lágrimas. Recogía los folletos de Dafa que la gente había tirado, me sentía mal, los limpiaba y los guardaba en mi bolso.
Cuando descubrí que los carteles se habían renovado en los postes telefónicos, los leí repetidamente. Me pregunté innumerables veces: "¿Eres un practicante de Dafa?". Me contesté: "Sí, lo soy y tengo que salir y actuar como tal".
Como había estudiado tan poco el Fa, no sabía que los practicantes necesitaban validar Dafa. Todo lo que sabía era que creía en Dafa y en el Maestro desde el fondo de mi corazón.
El magnánimo Maestro no me abandonó. Los practicantes comenzaron a visitarme en mi casa. Me invitaron a unirme al grupo de estudio del Fa para estudiar y hacer los ejercicios con ellos. Cada vez que venían me emocionaba, y sabía que era la benevolencia del Maestro. En aquel momento me sentía confiado y pensaba que debía salir. No podía seguir entregándome a la sociedad de la gente común. Pero luego, unos días después, empezaba a obsesionarme con otras cosas y me olvidaba del estudio del Fa y de las responsabilidades de los practicantes de Dafa.
En el camino de la rectificación del Fa, los compañeros practicantes me han ayudado todo el tiempo. Seguí tropezando y dudando. Estaba apegado al sentimentalismo y al egoísmo. Pero los compañeros practicantes no se dieron por vencidos. Hablaron pacientemente conmigo y me ayudaron desinteresadamente.
Hace unos días, mientras tomaba el té, oí que llamaban a la puerta. Enseguida supe que eran compañeros practicantes que me visitaban. Un practicante me invitó a unirme al grupo de estudio del Fa.
Después de que el practicante se fue, me pregunté de nuevo: "¿Crees en Dafa?". Me lo preguntaba una y otra vez y siempre respondía "Sí". Pero, ¿por qué no actuaba como un practicante? Miré en mi interior. Descubrí que era porque tenía apegos. La única manera de eliminar los apegos es estudiar más el Fa y enviar pensamientos rectos. Me corregí a mí mismo, y ahora he vuelto a la cultivación de Dafa y estoy haciendo actividades de validación del Fa.
Agradezco al Maestro que no me haya abandonado y que me haya dado repetidamente consejos. Agradezco a los compañeros practicantes por visitarme y no abandonarme.
El Maestro no se dio por vencido conmigo, así que ¿debemos darnos por vencidos con los practicantes que aprendieron Dafa antes de 1999? Antes de 1999 había cerca de cien millones de practicantes, y ahora sólo hay 14 millones. Si la rectificación del Fa termina ahora, ¿cuántas personas con relaciones predestinadas perderán esta oportunidad que se presenta una vez en un millón de años?
La benevolencia del Maestro, la ayuda y el apoyo de los compañeros fueron factores importantes para mi regreso a Dafa. Los practicantes creían firmemente que yo podría volver y hacerlo bien. Si yo pude regresar a Dafa, ¿cuántos más pueden hacerlo? El Maestro también los quiere. Todos somos discípulos del Maestro. Debemos creer firmemente que los antiguos practicantes pueden regresar, y apoyarlos con nuestros pensamientos rectos. No debemos descartarlos y pensar que no pueden hacerlo. Este único pensamiento podría detenerlos.
Muchos compañeros practicantes se comprometieron a ayudar al Maestro a validar Dafa y a recordarse unos a otros después de venir a este mundo. Vinimos juntos a este mundo. El mal intentó desviar a muchos en la sociedad de la gente común. ¿Cómo no vamos a tender una mano de ayuda? La parte que sabe está deseando que vengamos a despertar su conciencia.
Tengo la esperanza de que los practicantes puedan prestar atención y ayudar a los practicantes que tienen dificultades para salir, para que también puedan ayudar al Maestro a rectificar el Fa.