(Minghui.org) "Cuando llegamos a la plaza de Tiananmén, cuatro o cinco policías de civil nos vigilaban. Todos llevaban el mismo dispositivo de comunicación, como si estuvieran dispuestos a detenernos en cualquier momento", recuerda Jarrod Hall, residente de Melbourne. Él y su entonces prometida Emma habían acudido a la plaza de Tiananmén para hacer un llamamiento pacífico a favor de Falun Gong el 10 de marzo de 2002.
Ambos tenían 23 años y eran graduados universitarios. Tras volar a Beijing, tomaron un taxi hasta la plaza de Tiananmén. Cada uno llevaba una pancarta: Jarrod escondía la suya en su bufanda y Emma guardaba una en su abrigo. En las pancartas se leía: "Falun Dafa es bueno". Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una práctica de ejercicios y meditación que se basa en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Como ya estaban siendo vigilados por la policía, decidieron no perder tiempo y extendieron sus pancartas. En cuestión de segundos, ambos fueron detenidos.
Jarrod Hall y Emma, hoy esposos, recordaron su experiencia de hace 20 años en la plaza de Tiananmén, durante una manifestación en Melbourne el pasado 9 de julio de 2022.
Tres días antes de aquel acontecimiento, el 7 de marzo de 2002, diez ciudadanos australianos habían hecho una petición similar en la plaza de Tiananmén, gritando "Falun Dafa es bueno". Lo hicieron porque tres años antes, en julio de 1999, el Partido Comunista Chino (PCCh) lanzó una persecución nacional contra Falun Gong. La supresión de Falun Gong por parte del PCCh fue brutal. Además de arrestar, detener, torturar y encarcelar a los practicantes, el PCCh también inventó mentiras para engañar a los ciudadanos chinos y al resto del mundo.
Todos los australianos fueron liberados pronto, pero los practicantes chinos que hicieron apelaciones similares se encontraron con severas represalias. Cinco días antes de que Jarrod y Emma protestaran en Beijing, varios practicantes interceptaron la señal de la televisión local por cable en Changchun, provincia de Jilin, el 5 de marzo, para emitir información objetiva sobre Falun Gong. La verdad sobre la persecución a Falun Gong, junto con una refutación de la propaganda de odio del PCCh, como la autoinmolación escenificada en la plaza de Tiananmén, llegó a cerca de un millón de personas en 300.000 hogares a través de vídeos de 50 minutos transmitidos por 8 canales. Posteriormente, las autoridades detuvieron a unos 5.000 practicantes. Muchos fueron condenados a penas de hasta 20 años y varios practicantes murieron a consecuencia de las torturas.
Han pasado 20 años, y Jarrod y su mujer tienen ahora una exitosa empresa de marketing. Jarrod es experto en la producción de materiales audiovisuales, mientras que Emma se especializa en marketing y planificación empresarial. Viven felizmente con su hijo y sus padres, y atribuyen a Falun Gong su bienestar físico y espiritual. Pero como la persecución en China continúa, la pareja también encuentra tiempo para denunciar los crímenes del PCCh, con la esperanza de acabar con las atrocidades que aún se cometen en China.
Comenzando a practicar
Mientras paseaban por un parque del centro de Melbourne, Emma, de 19 años, y su madre se fijaron en unos chinos que meditaban. Recuerda que ella y su madre se sintieron atraídas por la energía pacífica que percibían y ambas se interesaron por aprender esta práctica de ejercicios y meditación. Eso fue en mayo de 1998. Poco después de empezar a hacer los ejercicios, Emma dijo que se sorprendió de sentirse con más energía. Se decidió a seguir practicando Falun Gong.
Emma le habló a su novio Jarrod sobre Falun Gong. Impresionado por la tranquilidad, perseverancia y actitud positiva de Emma, Jarrod empezó a leer Zhuan Falun, el libro que contiene las principales enseñanzas de Falun Gong.
Zhuan Falun le proporcionó a Jarrod una comprensión más profunda de sí mismo, de la sociedad y del universo. "Falun Gong me ayudó a tener más confianza en mí y a ser más considerado con los demás", dijo. Además, pudo deshacerse de su miedo a la muerte, algo que le molestaba desde la infancia. Pudo distinguir fácilmente el bien del mal y tomar decisiones importantes con confianza.
Jarrod y Emma hacen el quinto ejercicio de Falun Gong, la meditación.
Abogando por Falun Dafa
Aproximadamente un año después de que Emma y su madre comenzaran a practicar Falun Gong, el entonces líder del PCCh, Jiang Zemin, comenzó a reprimir al grupo en julio de 1999. Todo el aparato estatal como todos los medios de comunicación de China se movilizaron para calumniar a Falun Gong. Algunos de los compañeros de Emma fueron influenciados y dijeron cosas negativas sobre Falun Gong.
"Me sorprendió mucho", recuerda Emma. "Así que les expliqué lo que es Falun Gong y les conté mis experiencias personales". Jarrod dijo que tuvo una experiencia similar. La pareja comenzó a participar en eventos en Melbourne y en ciudades cercanas para hablar a la gente sobre Falun Gong y sobre cómo se lo perseguía injustamente en China. Distribuyendo información, haciendo demostraciones de los ejercicios y hablando con la gente, ayudaron a muchos residentes locales a conocer lo que realmente es Falun Gong.
Pero las tragedias en China continuaban. Sabiendo que el pueblo chino seguía engañado por la propaganda de odio del gobierno, Emma decidió ir a la plaza de Tiananmén para protestar pacíficamente. "Incluso los medios de comunicación australianos repetían las mentiras del PCCh. Sentí que con este viaje les ayudaría a conocer los hechos: que Falun Gong es bueno". Jarrod estuvo de acuerdo con la decisión de Emma. Viéndolo como una oportunidad para apoyar lo recto, decidió acompañar a Emma.
Jarrod y Emma llegan a la plaza de Tiananmén. (Associated Press)
Recién graduados de la universidad, pagaron el viaje con el dinero que habían ahorrado para su boda. Tras aterrizar en el aeropuerto de Beijing, tomaron un taxi hasta la plaza de Tiananmén. Casi inmediatamente, se encontraron con que la policía los seguía. "Había tantos policías que casi superaban en número a los turistas", recuerda Jarrod.
De pie en la plaza de Tiananmén, tenía tanto miedo como dudas en su mente. "Sabía que los practicantes de China sufrían mucho, pero la policía no me haría mucho a mí, un ciudadano australiano", dijo Jarrod. "Tenía que encontrar valor; de lo contrario, nunca me lo perdonaría".
Él y Emma desplegaron sus pancartas. Ante cientos de personas, gritaron en chino: "¡Fa lun da fa hao (Falun Dafa es bueno)!". Los policías que se encontraban en las inmediaciones detuvieron inmediatamente a la pareja y los metieron en un furgón policial.
Detención e interrogatorio
Emma y Jarrod fueron llevados a un aparcamiento subterráneo donde más de 20 policías registraron todas sus pertenencias.
"En ese momento, nos pusimos de pie y cantamos la canción 'Falun Dafa es bueno' en chino", recuerda Emma. "Aquellos agentes se limitaron a mirarnos y algunos incluso daban golpecitos con los pies al ritmo de la música; me pareció que la disfrutaban".
Jarrod dijo que él lo llamaría secuestro en lugar de detención. "Después de todo, no infringimos ninguna ley (al día de hoy no hay leyes en China que prohíban a Falun Gong)", dijo. "Aun así, ellos (los funcionarios) nos retuvieron en el Departamento de Policía cerca de la plaza de Tiananmén durante una noche. Durante ese tiempo no nos permitieron contactar con la Embajada de Australia".
Un agente le dio un puñetazo a Jarrod en la garganta y lo empujó contra una pared. Otros agentes también lo empujaron al suelo muchas veces. "También nos hicieron algunas preguntas ridículas, como quién dio la orden de que fuéramos a Beijing", dijo. "También nos confiscaron el dinero que llevábamos: 350 RMB y 45 dólares australianos".
A Emma también le hicieron un violento registro corporal. Luego la mantuvieron en una celda fría durante una noche. "La pared estaba cubierta de manchas de sangre. También oí que en las otras celdas se gritaba 'Falun Dafa es bueno'. Supe que allí también estaban detenidos practicantes chinos", dijo.
Tras más de 10 horas de detención ilegal e interrogatorio, Emma y Jarrod fueron embarcados en un vuelo de regreso a Australia en la mañana del 12 de marzo.
Difundir la verdad
Tras regresar a Australia, Jarrod celebró inmediatamente una rueda de prensa frente al Consulado Chino. Varios medios de comunicación cubrieron este acontecimiento, entre ellos el Canal 10 de Australia, el Canal 7, ABC, SBS TV, The Age, The Australian y The Epoch Times.
Las noticias informaron del viaje de Jarrod y Emma a China (Canal 10, Canal 7, ABC, SBS TV).
Emma se alegró de que su viaje y su llegada a Melbourne recibieran una amplia cobertura en los periódicos y la televisión. En estos reportajes, ella y Jarrod hablaron de su experiencia en China y de cómo el PCCh estaba llevando a cabo un genocidio contra los practicantes de Falun Gong. "Queremos que la gente sepa que, en China, el PCCh priva a la gente de su libertad de tener una creencia", explicó.
Mientras trabajaba en Corea del Sur, Emma y su hijo (detrás de ella) se unieron a las actividades de los practicantes locales.
Emma continuó: "Esta supresión es una política vertical que provino del máximo dirigente del PCCh, supervisada por la agencia extrajudicial conocida como la Oficina 610. Por ello, muchos practicantes han sido detenidos, torturados y asesinados en China. Más tarde supimos que los practicantes fueron asesinados por sus órganos".
Esperando una China sin comunismo
Durante una reciente manifestación en Melbourne el 9 de julio de 2022, Emma sugirió que los residentes locales y los turistas pueden hacer algo para ayudar a poner fin a las atrocidades en China. "Podrían ponerse en contacto con los medios de comunicación o con los funcionarios públicos y decirles que no podemos tolerar estos graves abusos de los derechos humanos, especialmente la sustracción forzada de órganos".
Jarrod y Emma están agradecidos con Falun Dafa por haberlos convertido en personas mejores y más responsables.
La pareja agradece a Falun Gong lo que tienen. "La práctica me enseña a ser un marido responsable y leal, así como un padre amable y comprensivo", dijo Jarrod. Está agradecido al Maestro Li (el fundador de Falun Gong) por haber presentado la práctica al público.
Emma quiere volver a visitar China. Pero espera ir en una época libre de comunismo, cuando los practicantes de Falun Gong puedan practicar su creencia libre y abiertamente.
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