(Minghui.org) Dos residentes de la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei, fueron condenadas a prisión el 8 de agosto de 2022 por practicar Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
Las Sras. Luo Yuanying de 63 años, fue condenada a siete años con una multa de 7.000 yuanes y Huang Hongwei de 61 años, fue condenada a tres años y medio con una multa de 4.000 yuanes. Ambas practicantes han recurrido las sentencias.
Las Sras. Luo y Huang fueron detenidas el 22 de febrero de 2021 tras ser denunciadas por hablar con la gente sobre Falun Gong. Primero se les impuso una detención administrativa de 15 días y luego se las trasladó al Centro de Detención N.º 1 de la ciudad de Wuhan para su detención penal. La Procuraduría del Distrito de Jianghan aprobó sus detenciones el 3 de abril de 2021 y posteriormente transfirió sus casos a la Procuraduría del Distrito de Hanyang, que las acusó en junio de 2021. El Tribunal del Distrito de Hanyang celebró dos vistas conjuntas en 2022, el 31 de mayo y el 17 de junio, antes de dictar las sentencias el 8 de agosto.
En los últimos años, la Procuraduría del Distrito de Hanyang y el Tribunal del Distrito de Hanyang han sido designados para manejar los casos de Falun Gong en Wuhan para acelerar el proceso de sentencia, después de que cada vez más jueces y procuradores se dieron cuenta de la persecución y se negaron a participar en ella.
La Sra. Huang es una empleada jubilada de la Gran Fábrica Farmacéutica de Wuhan. Antes de comenzar en Falun Gong en 1996, luchaba contra muchas dolencias, como problemas de cuello y vértigo, y tenía que darse de baja por enfermedad con regularidad. Poco después de aprender Falun Gong, se recuperó y se llenó de energía.
En marzo de 2000 fue detenida y recluida en el Centro de Lavado de Cerebro de Etouwan durante más de tres meses.
En noviembre de 2001, fue a Beijing para solicitar el derecho a practicar Falun Gong y fue detenida. La condenaron a un año y medio en el Campo de Trabajos Forzados para Mujeres de Daxing, en Beijing. Los guardias la privaron del sueño, la obligaron a realizar trabajos no remunerados y a sentarse en un pequeño taburete sin moverse durante largas horas. Además de la tortura física, varias reclusas difamaban constantemente a Falun Gong delante de ella y le ordenaban que renunciara a la práctica.
Nuevamente fue detenida el 28 de diciembre de 2012 tras ser denunciada por hablar con la gente sobre Falun Gong. Después de 15 días en el calabozo Erzhigou Nro. 1, fue llevada de nuevo al Centro de Lavado de Cerebro Etouwan por la Oficina 610.
Persecución de la Sra. Luo en el pasado
La Sra. Luo desarrolló muchas afecciones, como migrañas, hombro congelado y problemas estomacales, después de dar a luz a su hijo en 1985. Visitaba con frecuencia el hospital y recibía mucha fisioterapia, terapia quiropráctica y acupuntura. Sin embargo, nada la ayudó a aliviar sus dolencias. Después de comenzar en Falun Gong en julio de 1996, se recuperó completamente en dos meses.
Después de que el régimen comunista ordenara la persecución en julio de 1999, la Sra. Luo fue a Beijing tres veces para pedir el derecho a practicar Falun Gong. Por defender su fe, también fue apartada de su puesto de cajera de la Administración de Industria y Comercio del Distrito de Qiaokou, y trasladada a un centro de gestión de propiedades residenciales. Más tarde la obligaron a jubilarse anticipadamente y no le permitieron volver a trabajar.
La Sra. Luo recordó en una ocasión las torturas que sufrió en varios centros de detención y de lavado de cerebro (Wuhan es conocida por albergar centros de lavado de cerebro para perseguir a los practicantes de Falun Gong), pero no quedó claro el momento de cada detención.
A continuación se presentan sus propios relatos.
Centro de Detención Nro. 1 de la ciudad de Wuhan
Me encadenaron las manos durante cuatro meses, hasta que las esposas se oxidaron. Los guardias tuvieron que usar jabón y un martillo para abrirlas. Como hice los ejercicios de Falun Gong, me esposaron a la espalda durante tres días, lo que me impidió comer o acostarme para dormir. También por hacer los ejercicios en otra ocasión, me colgaron de las muñecas durante tres días, con los pies apenas tocando el suelo. Cuando me negué a recitar la regla del centro de detención, me obligaron a permanecer de pie durante dos días sin dormir. Los guardias también me golpearon y abusaron verbalmente de mí durante ese tiempo.
Los guardias me quitaron la ropa, ya que me negué a llevar el uniforme de las detenidas. Durante cuatro meses, llevé un vestido corto y solo tenía un par de calzones. También me confiscaron los 150 yuanes que mi familia me envió por correo.
Una vez solicité al guardia Lu que me quitara las esposas. En su lugar, ordenó a dos detenidos que me golpearan. Cuando hice una huelga de hambre para protestar por la persecución, me golpearon y me inyectaron drogas desconocidas.
Además de la tortura, también me obligaron a trabajar muchas horas sin cobrar.
Campo de Trabajos Forzados de Hewan
Durante los cuatro meses que estuve recluida en el Campo de Trabajos Forzados de Hewan, me alimentaron a la fuerza, fui vigilada por las reclusas las 24 horas del día y no se me permitió hablar con nadie. Los guardias me privaron de dormir y de ir al baño. Las reclusas fueron instigadas a golpearme y a abusar verbalmente de mí durante todo el día. A veces tenía que hacer trabajos forzados y trabajaba muchas horas hasta las 10 de la noche.
Centro de Lavado de Cerebro de Huangpi
En el Centro de Lavado de Cerebro de Huangpi también me obligaron a realizar trabajos forzados, como cavar zanjas y transportar tierra y piedras cuando hacía 40 °C en el exterior.
Centro de Lavado de Cerebro de Danshuichi
Fui golpeada, abofeteada y esposada por la policía y los miembros del personal del Centro de Lavado de Cerebro. Una vez me obligaron a permanecer de pie frente a la pared durante seis días sin dormir.
Centro de Lavado de Cerebro Etouwan
Los guardias del Centro de Lavado de Cerebro de Etouwan me mantuvieron en aislamiento y me obligaron a ver vídeos que difamaban a Falun Gong a máximo volumen.
Centro de Lavado de Cerebro de Tangxunhu
En invierno, me obligaban a estar en cuclillas sobre una pierna durante largas horas. Se me entumecían los pies y la pantorrilla se ponía negra y azul por la falta de circulación sanguínea. Los guardias a veces me daban patadas en las manos cuando llevaban botas de cuero, lo que me dejaba las manos hinchadas y entumecidas.
A veces los guardias trabajaban en grupo para torturarme. Una vez, dos guardias masculinos me sujetaron por las manos y los pies y me metieron debajo de una pequeña mesa y luego se sentaron sobre ella, mientras se burlaban de mí. En otra ocasión, dos guardias masculinos me golpearon con fuerza en la cabeza. Se turnaban para golpearme. Estaba mareada y me costaba respirar. En una ocasión, seis guardias trabajaron juntos, intentando obligarme a firmar una declaración de renuncia a Falun Gong. Me arrastraron desde la mesa hasta el suelo. Algunos me sujetaron contra la mesa, otros se sentaron en mi espalda y otros me sujetaron las piernas o las manos. Una persona intentó introducir el bolígrafo en mis puños y obligarme a firmar. Mientras luchaba, me hirieron en el costado.
No recuerdo cuántas veces me obligaron a ponerme en un rincón de la habitación, me golpearon y me abofetearon. Me golpeaban cada vez que me negaba a cooperar con ellos. La tortura podía durar todo el día, desde las 8 de la mañana hasta la medianoche. A veces también me privaban del sueño. Era habitual que tuviera los ojos hinchados y rojos, así como la cara magullada. También me colgaron de las muñecas al menos cinco veces.
Dos residentes de Hubei son llevados a un Centro de Lavado de Cerebro tras 15 días de detención
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